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lunes, 7 de marzo de 2022

150 años del ferrocarril

 

150 años del ferrocarril en Salvatierra - Agurain

1862 - 2012


El ferrocarril carlista
Juan Pardo San Gil (Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos)

Durante la última de las Guerras Carlistas (1872-76) los partidarios de Carlos VII llegaron a organizar una administración propia en el territorio dominado a finales de 1873, lo que algunos han dado en bautizar como el Estado Carlista. El escenario principal en que se desarrolló el conflicto fue lo que, tanto carlistas como liberales, llamaron genéricamente el "Norte" y que comprendía las provincias de Álava, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya y comarcas limítrofes de Burgos, Logroño y Santander.

Este Estado "alternativo" creó sus propias instituciones que tuvieron también su expresión en el terreno de las comunicaciones. Los carlistas organizaron el 11 de septiembre de 1874 una Dirección General de Comunicaciones, a cuyo frente se nombró a D. José Mª Diego de León, Conde de Belascoaín, que fijó su sede en Tolosa. Inicialmente su objetivo era coordinar los servicios de Correos y Telégrafos que las diputaciones carlistas habían puesto en marcha a finales de 1873.


Pero más adelante incluyó entre sus cometidos la creación de una agencia de noticias y la gestión de los ferrocarriles en el territorio bajo su control.


Los carlistas se hicieron con el control de un importante material ferroviario en dos áreas: en Vizcaya, en las estaciones de Portugalete y Orduña, y en el trayecto del Ferrocarril de Norte comprendido entre Andoaín (Guipúzcoa), Agurain - Salvatierra (Álava) e Irurzun (Navarra). A finales de 1875 aún se harían con otro material (2 locomotoras) capturado durante una incursión a la estación de Pamplona. Aunque el tramo vizcaíno no se puso en servicio regularmente, el tramo guipuzcoano sí.



De forma ocasional los carlistas utilizaron el ferrocarril para el traslado de tropas y material o de personalidades a lo largo del tramo guipuzcoano desde 1874. Finalmente inauguraron un servicio regular de viajeros el 26 de mayo de 1875 en Tolosa. El servicio al público solo utilizó el tramo comprendido entre Andoaín y Villafranca de Ordizia y se mantuvo en activo durante 9 meses. A finales de febrero de 1876, las tropas liberales derrotaron a las carlistas y ocuparon su territorio. El tren volvió a manos de sus antiguos dueños.

La comunicación a presentar trataría de resumir la historia de este ferrocarril gestionado por los carlistas.


La construcción de material ferroviario en Euskadi
Juan José Olaizola Elordi (Fundación del Museo Vasco del Ferrocarril)

Durante los primeros cuarenta años de historia ferroviaria en España, la práctica totalidad del material utilizado por los ferrocarriles españoles era importado. Sin embargo, la progresiva introducción de políticas arancelarias de corte proteccionista favoreció la implantación de la industria de construcción de material ferroviario en España. Esta actividad adquirió especial relevancia en el País Vasco, región que se convirtió en el principal proveedor de este tipo de construcciones en la península ibérica.

La industria vasca fue capaz de proporcionar a los ferrocarriles todo lo necesario para su explotación: carriles de los Altos Hornos de Vizcaya, puentes, grúas y otras estructuras metálicas de los Talleres de Zorroza, vagones de Mariano de Corral, Herederos de Múgica o Miravalles, locomotoras de vapor de Babcock & Wilcox o Euskalduna, eléctricas de la Sociedad Española de Construcción Naval, desvíos de JEZ o Talleres de Amurrio así como toda clase de vehículos en la CAF de Beasaín. Muchas de estas empresas han desaparecido pero otras como CAF, JEZ o Amurrio mantienen un indiscutible liderazgo en el sector.

En la comunicación propuesta, se analizarán las raíces históricas de la industria ferroviaria vasca así como los principales factores que han caracterizado su actividad desde 1882.



Apenas un par de locomotoras de vapor transitan aún sobre raíles a lo largo de la geografía española y una de ellas lo hará este fin de semana por las vías que unen Miranda – Vitoria - Agurain con Alsasua, justo cuando se cumple siglo y medio de la salida del primer tren desde la estación de origen.

El acontecimiento tuvo lugar el 13 de abril de 1862 y se revivirá mañana y también el domingo con unos 700 pasajeros que tendrán el privilegio de ocupar una plaza en un convoy que permitirá echar la vista atrás e imaginar las sensaciones de los que hace siglo y medio empleaban el tren como medio de transporte.



Una aventura difícil de repetir ya que "el material de vapor que tenemos en actualmente es muy justito", ha reconocido Josep Calvera, coordinador de las actividades del 150 aniversario del Ferrocarril en Miranda.

Por eso, está previsto que los viajeros sean despedidos en la estación de tren con todos los honores. Habrá una gran fiesta, gente ataviada con indumentaria de la época, tocará la Banda de Música y se descubrirá una placa conmemorativa en una de las paredes del actual edificio de viajeros.

Una vez en Alsasua, donde está previsto llegar tras unas dos horas y media de trayecto, los pasajeros disfrutarán de una comida popular, mientras los responsables del servicio dan la vuelta a la composición en un triángulo de vías que existe en la localidad navarra para encarar ya la locomotora en dirección al punto de partida.



El viaje se realizará con el conocido como tren de la fresa que habitualmente cubre el trayecto entre Madrid y Aranjuez y que está formado por cuatro coches de madera tirados por una locomotora de 4 ejes, construida en 1928 por Babcock & Wilcox en Bilbao para la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces. Todo ello por 60 euros, un precio que no cubre el gasto real del viaje. "Sale bastante más caro", ha explicado Calvera.

Y es que la organización del evento es bastante compleja. Al coste de transportar la locomotora de vapor hay que sumar los gastos de traer una máquina diésel y otra eléctrica "que van siguiendo el tren a cierta distancia por si hubiera alguna incidencia". Son condiciones de obligado cumplimiento impuestas por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif).


El tren de vapor - Dibujo de Iñaki Cerrajería

Otras propuestas


Esta es la actividad principal de un programa de actos mucho más extenso que se desarrollará en las próximas semanas y meses. Habrá también otro tren especial más que recorrerá Miranda, aunque comparado con uno de transporte habitual resulte casi una miniatura.


Tendrá cinco pulgadas, es decir un ancho de vía aproximado de un palmo, e irá sobre unas vías que se montarán en el parque Antonio Machado el día 28.

La máquina, también de vapor, tiene alrededor de un metro de largo y se encarga de tirar de unos vagones con forma de banco sobre el que se podrán montar los más pequeños. "Te arrastra como si fuera un tren de feria. Es muy divertido y bonito", ha señalado el coordinador de las actividades.


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