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miércoles, 15 de junio de 2022

Silos de Alava catedrales del campo

 


Catedrales del campo en Álava

De los nueve silos de la provincia, tres han sido demolidos, otros cinco están abandonados y solo el de Oion tiene uso como almacén municipal

Elementos del patrimonio industrial y de la obra pública en Euskadi


Silos de cereal

    Los silos para almacenar cereal se levantaron sólo en territorio alavés por ser ésta la región más cerealística del País Vasco. En Agurain se levantaron dos de ellos, uno se comenzó en 1950 y se inauguró en 1951, con capacidad para 950 T y maquinaria de la casa Miguelons y otro construido en 1968, con capacidad para 2800 T y maquinaria de la casa Jubus. Junto a ellos se encuentra la vivienda del operario que se encargaba del control de la báscula. Ubicados junto a las vías del ferrocarril, tienen una fuerte presencia iconográfica en la localidad.

Los silos se componen de una torre que contiene la maquinaria necesaria para elevar el grano y de celdas o depósitos verticales para almacenarlo. También suelen contar con una  báscula y algún edificio auxiliar desde el que gestionar los trabajos de recepción y expedición. Si bien sus acabados son semejantes, se puede observar una mayor concesión a los estilos regionalistas en el primero, que se atenúa y tiende a una ligereza decorativa en el segundo. 

Patrimonio industrial en el País Vasco, vol 1, p. 155.


   
Es significativo que la tradición molinera de Agurain, que había dado el paso a la industrialización en la centuria anterior, se mantenga intacta en las primeras décadas del siglo XX, con la creación de los Silos de Agurain -Salvatierra.

   Contruidos entre 1940 y 1960, son elementos de almacenaje para el grano que se sitúan cerca del trazado del ferrocarril. El más antiguo fue construido en la década de los 40 para almacenamiento y distribución del cereal producido en la comarca. Se trata de una construcción de hormigón armado y planta rectangular, con cubierta a cuatro aguas, en cuyo remate sobresale una torre que dignifica su apariencia. Los muros exteriores enmascaran totalmente la silueta típica del silo. Utiliza para ello recursos de la arquitectura doméstica y civil, aproximándose a un neorregionalismo que algunos puristas calificarían de “pastiche”.



 Así, bajo la línea del alero perimetral se disponen modillones de hormigón entre los que se resuelven emplacados de yeso de imitación lígnea, queriendo entroncar con una tradición artesanal que la industria ha puesto en peligro de desaparición. Interesante ejemplo de una corriente que en todo el País Vasco había ido tomando fuerza desde la década de 1920 y que, curiosamente, tiene en el sector alimentario y, más concretamente, en las harineras algunos de sus mejores exponentes.

 Este exterior contrasta con la arquitectura – máquina cargada de racionalidad y funcionalidad del interior, en la que incluso pueden versa las marcas del encofrado: arquitectura bruta avant la lettre inserta en una caja preciosista.



Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública (AVPIOP)
Industri Ondare eta Herri Laneko Euskal Elkartea (IOHLEE)

 




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