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lunes, 21 de marzo de 2022

San Nicolas en Euskal Herria

 

San Nicolás en Euskal Herria

Fiestas y Tradiciones
 
La fiesta de San Nicolás en Euskal Herria
 

Homenaje a: ANTXON AGUIRRE SORONDO*
 
 
A Cipriano y Marcelina más de 50 años vistiendo a los niños de Agurain el día de San Nicolás

Desde 1989 realizamos un profundo estudio sobre el ciclo festivo de la Navidad. Para ello en el 2004 contamos con una pequeña ayuda a la investigación concedida por Eusko Ikaskuntza / Sociedad de Estudios Vascos.

Presentamos aquí un resumen de dicho trabajo en la parte relacionada con la festividad de San Nicolás en Navarra. Para contextualizarla, ofrecemos algunos datos relativos a ámbitos culturales próximos: los territorios históricos del País Vasco y Cataluña.

Hay que tener en cuenta que los datos que aportamos se refieren al año en que nosotros hicimos la visita a cada población, lo que científicamente se dice el trabajo de campo. Decimos esto pues, como fiesta viva que es, ha variado y seguirá variando con los años.

En el mundo cristiano, el ciclo de la Navidad se inicia con la fiesta de San Nicolás, santo protector de los niños porque, entre otros muchos milagros, resucitó a tres pequeños que habían sido degollados. Su fiesta del 6 de diciembre es, en muchos lugares de Europa, la fecha señalada para los regalos.

Lo mismo sucedía en tierra vasca: antes de que la festividad de los Reyes Magos se impusiera de manera homogénea, los chavales hacían cosecha de juguetes y chucherías el día de San Nicolás, tradición cuyo rescoldo aún arde en las postulaciones infantiles de la fecha, presididas por un niño obispo.

Esto mismo se mantiene en algunas localidades del área catalana.

SAN NICOLAS

Nació san Nicolás en el 280 en Parara de Licia, una antigua provincia de Asia menor. Parece que siendo joven peregrinó a Egipto y Palestina. Se cuenta que fue ordenado sacerdote con sólo 19 años, siendo luego nombrado obispo de Mira, capital de Licia, junto al Mediterráneo.

Cuando el emperador Diocleciano decretó una persecución contra los cristianos, Nicolás fue preso y torturado, siendo liberado con Constantino. Se dice que participó en el Concilio de Nicea en el 325, aunque hay autores que lo ponen en duda ya que su nombre no figura en la relación de asistentes. Murió el 6 de diciembre del año 343 (otros dicen 345) en Mira (hoy Demre-Kale en la actual Turquía), siendo enterrado su cuerpo en la isla de Genile, cuya tumba fue descubierta en 1993.

En el siglo VI el emperador Justiniano construyó en Constantinopla (hoy Estambul) una iglesia en su honor. Tras la invasión de la zona por los musulmanes, el 9 de mayo de 1087 fueron rescatados sus huesos de Mira y llevados a Bari, en la costa adriática de Italia y fue posiblemente a partir de entonces cuando su fama se extendiera por toda Europa y tomara el nombre de san Nicolás de Bari. En Bari se construyó una iglesia en su honor.

Era tal la devoción a este santo en Rusia y los miles de peregrinos que de este país acudían a Bari, que se montó en esta ciudad una hospedería y un hospital moscovita.

San Nicolás es universalmente reconocido como taumaturgo, y los acontecimientos de su vida son argumento para un sinfín de leyendas, algunas de ellas relacionadas con los niños. Su fiesta se celebra el 6 de diciembre.

Es patrón de: panaderos, toneleros, navegantes, niños, cerveceros, novias, encarcelados, barqueros, farmacéuticos, pescadores, jueces, estibadores, doncellas, comerciantes, tenderos, pasteleros, alpargateros, estereros, recién casados, empleados, prestamistas, peregrinos, pobres, encarcelados, marineros, escolares, limpiabotas, solteras, estudiantes, y viajeros.

Además es Patrón de Grecia y Rusia, así como de las regiones (entre otras) de: Lorena, Sicilia, Nápoles, Campen (Holanda), Freiburg (Suiza)…

Se le pide para: protección de los niños, liberación de presos, peligros de naufragio o robo, conversión de ladrones, contra los juicios injustos y los falsos testigos, y las muchachas con deseos de casarse.

En el castellano se decía: “San Nicolás de los vinos agudos, treinta vecinos, los veintinueve cornudos”. Esto se explica de la siguiente forma: en un supuesto pueblo de nombre “San Nicolás de los Vinos Agudos” se decía que vivían 30 vecinos, uno de ellos cura.

En el claustro de la catedral de Tarragona hay una serie de capiteles del siglo XIII (1210-1215) con imágenes de la vida de san Nicolás.

La versión más conocida de su hagiografía es la escrita por el dominico genovés fray Santiago de la Vorágine en La leyenda dorada2 escrita en 1264. Hay otras muchas leyendas unidas a san Nicolás y no citadas por Vorágine, empezando por la que decía que sus padres eran estériles y un día se les apareció un ángel anunciándoles el nacimiento de un hijo, que luego sería san Nicolás.

También se describe que obró resurrecciones. En Rumanía se cuenta la siguiente leyenda: vivía un padre con sus dos hijas, que le ayudaban en las labores de la casa y el cuidado de los animales. Eran muy pobres y no tenían dinero suficiente para comprar comida ni para la leña, por lo que aquellas navidades estaban pasando mucho frío. El 5 de diciembre, víspera de la fiesta del santo, cuando se fueron a dormir entró en la casa san Nicolás que les encendió el fuego, les dejó leña y comida, e incluso algunos regalos.

Volviendo a la historia, señalemos que cerca del año mil su veneración penetró desde Bizancio en Rusia donde fue proclamado patrón del país, y a Centroeuropa con el hipocorístico de Santa Claus (contracción de Sankt Nikolaus).

Tras la reforma protestante, en Alemania se le quiso sustituir por el Niño Jesús o Christkindl, quien entregaba los regalos el 25 de diciembre acompañado de una escolta de ángeles. La operación no cuajó del todo y, de hecho, es en la noche del 5 de diciembre cuando vestido de obispo, con túnica blanca, capa roja, mitra y báculo visita las casas para depositar sus sorpresas.

Respecto a Rusia, la revolución de 1917 pretendió sustituir a san Nicolás por Maroz o Abuelo del Hielo, que viste como Papá Noel y cumple los deseos de los niños el último día del año.

En la actual configuración de Santa Claus tuvo un papel decisivo el mundo gráfico, a partir de las primeras ilustraciones de Papá Noel dibujadas por Thomas Nast y publicadas de 1860 y 1880 por la revista norteamericana Harpe’s. En él aparece ya con la vestimenta roja y vestido con pieles.

Posteriormente es la empresa Coca-Cola la que pide al dibujante Habdon Sundblom que redibuje el personaje, el cual le da un aspecto gordinflón y alegre y le viste con los colores corporativos de la Coca-Cola. Según el antropólogo Lévi-Strauss, tras la Segunda Guerra Mundial el plan Marshall contribuyó asimismo a la difusión de la figura comercial del Papá Noel por Europa.

SAN NICOLÁS EN NAVARRA

En Lezáun (Navarra) el día 6 de diciembre, festividad de San Nicolás, los auroros (cuadrillas de hombres que salían al amanecer cantando loas y rezando oraciones) recorrían por las calles entonando:

Hoy celebra la Iglesia la fiesta
de San Nicolás, obispo ejemplar,
fue en la Iglesia astro luminoso
y el mejor modelo de la santidad;
a tan grande bondad
y milagros acudimos todos
como fuente clara de amor y piedad.

Son varias las poblaciones navarras que tenemos constancia que han celebrado actos y aún en algunas continúan haciéndolo, en honor a San Nicolás Obispo cada 6 de diciembre. Concretamente: Burgui, Garínoain, Barásoain, Lanz, Larraona, Muruzábal y Enériz. En las páginas que siguen describimos los ritos que tuvieron o tienen lugar en cada una de ellas, a las que hemos añadido las referencias históricas más destacadas.

Burgui

Municipio situado en el valle de Roncal, a 77 km de Pamplona, en el extremo oriental de Navarra cerca de su linde con Aragón.

La fiesta del obispo (que no del obispillo, como se dice a menudo para disgusto de los lugareños) se ha hecho siempre el 6 de diciembre. Ese día los escolares no tenían clases y la jornada comenzaba en la parroquia, donde se vestían (allí se guardaban los trajes) y se oía una misa antes de emprender la cuestación.


La participación estaba circunscrita a niños varones de 7 a 14 años, edad ésta en que se abandonaba la escuela. Si lo hacía antes, dejaba de salir al tratarse de una celebración para escolares. Así llegaban a salir hasta cuarenta chavales.

Actualmente, participan los preescolares (desde los 5 años) y las niñas, pero sólo como cesteras y también hasta los 14 años. Los escolares de Burgui (que tienen su escuela en Roncal dado que cerró la de la propia población) son quienes organizan la jornada.

Un mes antes por votación deciden el reparto de los cargos:

El obispo, que sólo se puede ejercer un año. Viste a la manera de un obispo, con guantes blancos y una pequeña cruz de bronce en la mano.

Le escoltan dos canónigos, vestidos de tales. Se eligen entre los pequeños, para que destaque la superioridad física (y por ende jerárquica) del obispo sobre ellos.

El alcalde es quien recoge el dinero dentro de una pequeña bolsa roja de las que se utilizan en la parroquia para la colecta. Porta también una pequeña vara de mando que termina con una cruz de plata. Por su responsabilidad, se escoge al de más edad, entre quienes saldrán por última vez.

Al teniente de alcalde también se le denomina espedero, por llevar entre manos el espedo o espetón (hierro largo y afilado donde se ensartan los alimentos para asarlos). En dicho espedo se van ensartando los chorizos y otros derivados porcinos que donan los vecinos.

De los demás alimentos que se colecten se encargan los cesteros: con un cestillo de mimbre cada uno, se reparten los géneros de modo que uno recoge las manzanas, otro las patatas, las nueces, castañas, huevos, etc. Burgui, 1988.

Los clérigos (es decir, el obispo y los canónigos) cubren sus cabezas de acuerdo con su cargo, mientras el resto porta unas gorras militares, copia de las usadas durante la Guerra de Cuba (azules con unas tiras rojas en la parte superior). Otro lleva una gorra auténtica de los tercios de África propiedad de su familia.

La actual vestimenta del obispo y de los canónigos se renovó a mediados de los años noventa, copiando exactamente los mismos modelos  precedentes.

En nuestra visita de 1998, la comitiva la componían 16 niños y niñas de entre 5 y 14 años. Van de casa en casa cantando en cada una lo siguiente:

Hoy es el día de San Nicolás,
todos los niños de fiesta están,
en esta casa todos esperan
la limosnita que nos alegra,
el señor Obispo nos las bendecirá.
Vengan, vengan los huevos,
las churras y los cuartos
y alguna otra cosita,
que si no, nos vamos.
Si nos dan o no nos dan,
las gallinas camparán.
La patronal de esta casa
es una santa mujer,
pero más santa sería
si nos dieran de beber.
Compadézcanse señores
de estos pobres estudiantes,
que celebramos la fiesta,
muy contentos y galantes.
Tras el canto, el obispo bendice la casa con esta fórmula:
La bendición de Dios Padre,
la bendición de Dios Hijo,
la bendición del Espíritu Santo.
Que Dios descienda sobre esta casa
y la bendiga por los siglos de los siglos.
Amén.

En una de las casas cuyo perro estaba lastimado en una pata por un atropello, el obispo tuvo el ingenio de añadir “Que Dios descienda sobre esta casa... y el perro”.

En las casas deshabitadas, permanente o circunstancialmente, no se canta pero sí se bendice.

En 1998 participaron en Burgui: de obispo: Joseba Petroch, 11 años; canónigos: Yosu Idoate e Iñaki Petroch, ambos de 8 años; alcalde: Iñigo Urzainqui, de 14 años; teniente de alcalde o espedero: Alberto Salvador, 13 años; cesteros: Sergio Bueno, Itxaso Calvo, ambos de 13 años, Xabier Idoeta, Luquen de Miguel, Leire Ezquer, todos de 12 años; Asier Urzainqui, Lucía Salvador, de 11 años; Eder de Miguel de 10 años; Unai Puyo, Bidane Ezquer, ambos de 5 años. En total 15 entre chavales y chavalas, de 5 años, los más pequeños, hasta los 14 el mayor.

Ejecutada la canción y la bendición, se recoge el donativo que antes era exclusivamente en forma de alimentos pero hoy también se da en dinero.     En 1998, la postulación arrojó un beneficio de unas 60.000 pts. (360 euros) más seis cestos con comida (nueces, patatas, manzanas, naranjas, etc.). Además, en alguna casa les preparan un refrigerio en forma de leche caliente con cacao en polvo o similar y algunos bollos.

Tradicionalmente, con los alimentos colectados se preparaba una comida obispo. En época de escasez tampoco de la postulación se obtenía demasiado de manera que, según refiere una de mis informantes, se procuraba que el cargo recayera en un chico de familia con posibles, pues así se aseguraba una buena comida para todos.

Otra fórmula para mejorar la comida era mediante el
hurto, que formaba asimismo parte del rito. Así, la víspera uno de los chavales con la corneta del alguacil lanzaba bandos por el pueblo de esta guisa:

De orden del señor alcalde hago saber,
que mañana día del señor Obispo
todos los animales
deberán estar encerrados,
y los que no lo estén,
serán cogidos, sacrificados y comidos
en casa del señor Obispo.

A pesar de la escasez, nadie se quejaba si le desaparecía una gallina, un queso o algunas berzas (lo único que quedaba en el campo por estas fechas). Reinaba la generosidad.

Más adelante, ya los chicos empezaron a escoger ellos mismos el menú.

Así, a mediados de los setenta del siglo XX se les preparaban garbanzos, pollo (cuando este era un manjar reservado a bodas y banquetes) y natillas.

En los tiempos actuales, la comida se celebra en el bar Petroch. El menú consiste en fritos variados, lomo en salsa y fruta, galletas o turrón si aparece entre lo postulado.

Para beber, refrescos. Entre todas las madres se reparten la tarea y luego hacen cuentas entre lo debido y lo recaudado. Lo que sobra se destina a equipamientos deportivos u otras necesidades.

Siendo san Nicolás el patrón de los almadieros, oficio históricamente vinculado a Burgui en cuya plaza desde 1999 se alza un monumento al oficio y que desde 2001 posee un Museo de la Almadía, el domingo más próximo al 6 de diciembre se celebra una misa (12.30 h.) a la que ese año asistieron los 3 últimos almadieros vivos: José Ayerre (nacido en 1916), Juan Urzainqui (nacido en 1919) y Jesús Sanz (nacido en 1921). Los tres con el obispo asistieron en lugar preferente en la misa y al final el obispo les dio su bendición

Este día no se baja la almadía, ya que esto se hace en la fiesta de la Almadía en primavera, que es cuando más agua lleva el río. Me dicen mis informantes que esta fiesta del día de San Nicolás “es más del pueblo”, más íntima.

Informante de Burgui (año 1998): Javier Petroch Glaria (bar Petroch), Marcelino Laspidea, de 74 años; Adela Iraola, 67 años; Pedro María Glaria, 55 años; María Teresa Petroch, 51 años; Mari José Lamperez, 41 años; Asun Urzainqui, 60 años.

Garínoain y Barásoain

Garínoain y Barásoain son dos poblaciones vecinas situadas en la comarca de Valdorba, a orillas del río Cidacos, sobre la carretera de Pamplona a Tafalla, a unos 25 km al sur de la capital. Garínoain tiene un censo aproximado de 360 vecinos y Barásoain de unos 520.

En ambas poblaciones los escolares salen cada 6 de diciembre a primera hora de la mañana del que llaman el Día del Gallo, y por derivación a sus protagonistas los del Gallo, que son niños y niñas. La incorporación de mujeres se hizo aquí hacia el año 2000, pues hasta entonces era fiesta reservada a varones.

Tanto en Garínoain como en Barásoain, la totalidad de críos del pueblo de 7 a 14 años se reúne el día de San Francisco Javier después de misa para la elección del obispo y la echa a suertes por medio de una baraja. El o la que saque la carta del orón (as de oros) será quien ejerza de obispo. Mientras que el obispillo de Garínoain va totalmente de rojo, el de Barásoain va con sotana roja, pero capa pluvial (que cierra con un bonito broche) y mitra verde, lleva guantes negros y pende de su cuello una cruz patriarcal.

En ambos pueblos dicha ropa se guarda en la iglesia.

Al que recoge el dinero se le llama mandón o mandón bolsero. Se elige siempre entre una niña o un niño mayor de 13 años.

La comitiva de Garínoain, compuesta por una quincena de integrantes y el doble la de Barásoain (año 2001)5, va pidiendo por las casas6. Garínoain, 2001. Barásoain, 2001.

Informantes (año 2001): en Garínoain: Máximo Valencia Sola, de 80 años; Antonio Valencia Sola, 76 años; Javier Ignacio Inchusta, 48 años; Encarna Baztán Ayesa, 46 años; Juan José Baztán Ayesa, 42 años; Juana Ayesa Beriain, 73 años.

En Barásoain: Miguel Arregui Zaratiegui, 44 años; Javier Arrieta Ezcurra, 49 años (director de laescuela de Barásoain).

En el año 2001 salió de obispo en Garínoain Iñigo Berruezo Ilzarbe, de 11 años. Mandón Yon Expósito Sola, de 11 años. Ese mismo año hace de san Nicolás en Barasoain Javier Salinas Arrieta, de 11 años y es mandón bolsero Ander Tomasena Jiménez de 13 años. Son mandones (todos de 13 años):

Maite Arrieta Guisado, Aritz Santiago Bengoetxea, Carlos Ojos Urdaniz, Xabier Etxaide Berruezo,Amayur Hurtado Martínez y Patxi Matute Roldan.

Antaño llevaban un bocadillo para almorzar sobre la marcha, y recorrían además los pueblos cercanos como Sansomain, Lepuzain, etc.

En ambas poblaciones, actualmente, van de portal en portal y a la puerta de las casas cantan:

San Nicolás coronado
obispo fue muy honrado
ale, ale, aleluya
todo por Santa María.
Viva el obispo
muera el gallo
cuatrocientos y un caballo.
Aquí venimos cuatro
cantaremos dos,
una limosnita
por el amor de Dios.
Si nos dan, no nos dan
las gallinitas cantarán
tris, tras.

La única variante en esta letra es que en Barásoain dicen “Aquí estamos cuatro”, y no “Aquí venimos cuatro”.

En el mismo Barásoain, si de la casa tardan en salir, entonan esta estrofa:

San Nicolás en la puerta, esperando la respuesta, con el capuchino blanco, que reluce todo el campo, campo chiquito, campo mayor campo la Reina de Nuestro Señor.

Si nos dan, no nos dan,
las gallinitas cantarán
tris, tras.

A la persona que sale a la puerta el obispo le da la bendición haciendo la señal de la cruz con el crucifijo que pende de su cuello, mientras invoca:

La bendición de Dios Padre,
la bendición de Dios Hijo,
la bendición de Dios Espíritu Santo
descienda sobre vos y permanezca para siempre.
Amen.

Tras ello, le da a besar la cruz.

Los donativos se hacen en metálico y van a parar directamente a la bolsa del mandón. En 2001, como media, cada casa entregó mil pesetas (unos 6 euros).

Con este dinero se sufraga la merienda-cena y lo que sobra se entrega a la Iglesia. Antes, esto no se hacía así sino que se enviaba a algún vecino o pariente que se hallaba en misiones o para otra causa benéfica. En la decisión no intervenía, por lo general, ni el sacerdote ni el maestro.

Máximo Valencia, de Garínoain, recuerda que durante la Guerra Civil (1936-1939), el cura sugirió que todo el dinero fuera para los voluntarios, pero los escolares no lo consintieron sino que hicieron la merienda, como de costumbre, y lo sobrante se le entregó.

La merienda-cena, que antaño se hacía en la casa del obispo, llevando cada chaval la cuchara y el pan, hoy se celebra en la sociedad del pueblo, y de su preparación se ocupa la familia del niño o niña protagonista. El año que recogimos la información, en Barásoain el menú se componía de langostinos, cordero y postre.

La fecha para la celebración de este festín en Garínoain es el 8 de diciembre, la Inmaculada Concepción, mientras que los de Barásoain lo trasladan al primer sábado tras el día.

DÍA DE LA INMACULADA EN BARÁSOAIN

Hemos indicado al comienzo que a esta fecha se le denomina, en el argot local, el Día del Gallo, y los del Gallo a sus participantes. Esto se explica por la actividad con los gallos que desarrollaban los niños con posterioridad en ambas poblaciones, y que actualmente se mantiene solamente en Barásoain.

El juego de descabezar gallos se ha dado en diversos puntos del mundo, bien desde el suelo a golpe de espada, hoz o garrote, o bien montado el mozo en caballería.

La presencia del gallo en Barásoain es un resto de este juego. El 8 de diciembre, Inmaculada Concepción, tras la misa de 11.30 se hace el juego del gallo. Un niño con los ojos vendados y espada en mano, canta unas estrofas jocosas donde no falta algún guiño a las cosas del pueblo.


El gallo está atado a los pies del obispillo, y el jugador, colocado a cierta distancia y con los ojos vendados, intenta localizar al gallo y, moviendo la espada simplemente tocarlo. Esto se repite varias veces con distintos jugadores.

El gallo es prestado para esta ocasión por una vecina, a la que al terminar el juego se le devuelve el animal sin ningún daño, aunque supongo yo sí algo estresado.

Es evidente que en origen se trataría de descabezar al gallo y de comérselo luego. Pero ya para los años 30 (cuando mi informante Máximo Valencia era niño) el gallo no era sacrificado, sólo recibía algún golpecito involuntario con la espada, sin herirlo.

Lanz
Según recogí en mi visita a esta población a 25 km al norte de Pamplona, los niños salían en ronda el día de San Nicolás. Pero se perdió hacia el año 1980.

Larraona
En este municipio de la merindad de Estella, a 74 km de Pamplona, la postulación infantil de San Nicolás se celebra el Jueves de Carnaval, aquí llamado por Jueves de Ardero (por lardero).

Los informantes de mayor edad recuerdan que por la mañana del día de la fiesta se juntaban todos en la escuela y salían por el pueblo pidiendo. El primer año que un niño se incorporaba iba de invitado, por lo que no tenía que postular.

Cuando cumplían 14 años abandonaban la escuela y dejaban de participar.

En aquel tiempo no había distinción entre niños y niñas, salvo que el obispo debía encarnarlo un varón elegido por los maestros.

El obispo vestía una saya de mujer atada a la cintura y con bordados en la parte inferior, blusa blanca bordada también, un ceñidor o fajín rojo con cruces doradas pintadas, una capa hecha con un simple lienzo blanco de cortina, guantes blancos, una estola de color morado, un bolsito limosnero de primera comunión colgado del brazo izquierdo, gorro y bastón. Estos dos últimos elementos se guardaban en la escuela, mientras que el resto de las ropas solían pertenecer a algún ajuar familiar. Unos días antes de la fiesta los niños empezaban por arreglar el gorro del obispo y el bastón.

El gorro era de cartón y se forraba de papel blanco pintado con polvos de purpurina de color dorado en el frente y en la parte trasera plateado.

También se adornaba con granos de café pegados que posteriormente se sustituyeron por cacahuetes partidos por la mitad. El bastón era de avellano, forrado con papel amarillo y decorado con papeles de colores pegados.

Al obispo acompañaban tres cesteros: una cesta para el tocino y el chorizo, otra para los huevos y una tercera llevando en su interior un cazo para recoger la manteca. Si les daban dinero, iba a parar al bolsito del obispo.

De la comida posterior a la colecta, se ocupaba una vecina llamada Antonia, en su propia casa, mujer con experiencia pues había tenido taberna.

Les preparaba garbanzos con tocino y tortilla de chorizo. Para eso, la víspera, cada familia le entregaba una taza de garbanzos crudos por cada niño.

El sistema franquista acabó con la coeducación propiciando que en todas las escuelas se crearan aulas separadas entre niños y niñas. Cuando esto se produjo en Larraona afectó a la fiesta de San Nicolás. La maestra encargada de las niñas, en 1947, creó la figura de la reina, con corona adornada con granos de trigo y pintada de purpurina. También la comida se empezó a hacer por separado, en domicilios cambiantes.

En los años sesenta, por cada niño las familias ponían un duro y, la víspera, entregaban una taza de arroz y leña. El arroz se acompañaba de cocido de garbanzos y tortilla de chorizo.

Esto se mantuvo hasta el cierre de la escuela en 1975. El centro escolar actual del valle está en Zudaire, donde también se hace una fiesta con motivo del Ardero. Larraona, 1998.

Actualmente, el Jueves de Ardero a la mañana, chicos y chicas salen por recorridos distintos. Los primeros presididos por el obispo y los segundos por la reina, ambos elegidos entre los mayores.

Durante el recorrido los chicos cantan:

Jueves de Ardero
es un día alegre
que todos vivamos
el año que viene.
Los alumnos de esta escuela,
según costumbres añejas,
pedimos chorizo y huevos
a las jóvenes y viejas.
Y también pedimos
que nos den morcillas,
algún lomo fresco
y alguna costilla.
Si los ángeles vinieran
a pediros un favor
de seguro que les dieras
de lo bueno lo mejor.
También somos ángeles
hijos vuestros somos
darnos unos huevos
y un casco de lomo
¡Pan, chorizo, huevos, manteca, tocino y perras pa el obispo!

Larraona, 1998.

La reina va vestida de blanco, con una diadema en la cabeza, guantes y un bolsito para los donativos en metálico. Sus acompañantes llevan una bonita cesta de castaño con paja para los huevos y algunas bolsas de plástico para embutidos y fruta (naranjas y manzanas, sobre todo). Su canción presenta algunas diferencias respecto a la de los niños:

Si los ángeles vinieran
a pediros un favor
de seguro que les dieras
de lo bueno lo mejor.
También somos ángeles
hijos vuestros somos
darnos unos huevos
y un casco de lomo
Las señoras de este pueblo
amables, nobles y buenas
nos han dado muchas cosas
tocino, huevos y perras.
Por eso las madres
se ven tan contentas
de ver a sus hijos
que alegres se encuentran.
Jueves de Ardero
es un día alegre
que todos vivamos
el año que viene.
Los alumnos de esta escuela
según costumbres añejas
pedimos chorizo y huevos
a las jóvenes y viejas.
Y también pedimos
que nos den morcillas,
algún lomo fresco
y alguna costilla.

¡Pan, chorizo, huevos, manteca, tocino y perras pa la reina!

El Jueves de Ardero de 1998 salieron sólo tres niños y seis niñas, cada grupo actuando por su cuenta, independiente el uno del otro en la postulación.

La colecta arrojó este balance: quince manzanas, seis naranjas y cuatro mandarinas; el carnicero les dio un chorizo entero y cuatro pedazos de chorizo las mujeres, todo ello se lo repartieron entre las familias. A ello se suma cuatro docenas de huevos que vendieron a 140 pts. la docena. No obstante, ese año los chicos decidieron postular solamente dinero, que guardaban en una hucha confeccionada con un bote vacío de cacao en polvo. Entre chicos y chicas recogieron 25.000 pts. en efectivo (150 euros).

Este dinero, descontando los gastos de comida, se destinó al fondo creado para acometer los arreglos del local común del pueblo al que llaman El Sitio y que se encuentra en una casa frente a la iglesia parroquial. Al finalizar la cuestación se reúnen a comer juntos chicos y chicas, sin presencia de mayores que se limitan a preparar el menú según lo que haya salido de la “polla de Ardero”. Se llama polla en Larraona al as de oros de la baraja española.

Unos días antes de la fiesta, la chavalería se reúne y define el menú de comida, merienda y cena. A continuación, se reparten las barajas y a quien le corresponda la polla habrá de aportar (su familia, claro está) el primer plato de la comida. Así se repite las tiradas hasta completar el menú. El menú de 1998 fue: langostinos, chuletitas de cordero, espárragos, fritos variados y helados, además de las bebidas. Por la tarde merendaron chocolate con churros. Todavía sobró para organizar la cena y para una comida al día siguiente a base de chuletitas.

Por la tarde del Jueves de Ardero, tras la comida, se celebra una fiesta en la que los niños se disfrazan de cachis o cachirulos (figuras típicas del carnaval, a modo de arlequín con cascabeles) o vestidos de chicas, o de abuelos, con ropas viejas y caretas de cartón o plástico (compradas, antes confeccionadas por ellos mismos) y un palo para pegar ligeramente en los pies a la gente que encuentran hasta la hora de la cena.

Por tradición las chicas no se disfrazaban, pero este año se ha llegado al acuerdo de que los chicos hagan de cachis hasta la merienda y después de la misma sean las chicas quienes se enfunden los disfraces. El juego consiste en el típico juego de guardias y ladrones, en el que los perseguidores (en este caso los cachis) intentan atrapar y atar a los fugados.
Muruzábal  En esta población, situada en el valle de Valdizarbe, al pie de la sierra del Perdón y a 26 km de Pamplona, sale el 6 de diciembre, a media mañana, un niño San Nicolás en compañía de sus monaguillos de entre 7 y 14 años (de ambos sexos desde 1990 aproximadamente). En 1998 en total salieron 17, de los cuales sólo cuatro eran niños y el resto niñas.

En otro tiempo al obispo lo elegía el cura generalmente entre los mayores.

Ahora lo deciden los propios protagonistas. Este año lo representa una niña llamada María, que viste mitra y capa pluvial. Esta vestimenta fue confeccionada poco antes de 1978 por la modista Clara Vélaz, usando para ello un cubre-púlpito de san Esteban, patrón de Muruzábal.

Informantes (año 1998) en Larraona: Mercedes Aramendi, de 72 años; Milagros Pérez de Eulate, 71 años; Jesús Antonio Ruiz de Larramendi, 64 años; Enrique García de Baquedano, 59 años; Benjamín Sagasti, 59 años; Jesús García de Baquedano, 58 años; Miguel Sáez de Jáuregui, 48 años; Pedro Murguialday Aramendia, 42 años; Tomás Murguialday Aramendia, 41 años; Gerardo Murguialday Pérez de Eulate, 41 años; Jesús Murguialday Oraa, 28 años.

En otro tiempo al obispo lo elegía el cura generalmente entre los mayores.

Niños participantes: Mirian Ruiz de Larramendi, 13 años; David Murguialday, 13 años; Estibaliz Murguialday, 11 años; Raúl Sagasti, 10 años; Ana Lasa Sáez de Jáuregui, 10 años; Javier Elio, 9 años; Patricia Sanz García de Baquedano, 6 años; Maite Sáez de Jáuregui, 5 años; Sandra Díaz de Berveta, 5 años. Especial mención por su colaboración a Gerardo Murguialday Pérez de Eulate.

Los acólitos portan uno el hisopo, prestado por la iglesia, y el acetre (una lata forrada de papel de plata para la ocasión), y otro la caja para el dinero (una caja vacía de puros). Para los donativos en especie, una niña llevaba una saquito de lana que al final de la mañana pesaba unos 5 kilos.

Hablando de la celebración en el pasado, los mayores me cuentan que los monaguillos eran solo dos, y que usaban prendas prestadas por la iglesia, así como el cepillo donde el alcalde llevaba el poco dinero que recibían, ya que casi todos los donativos eran comestibles e iban a parar a una cesta de mimbre.

Los demás niños iban vestidos ordinariamente.

A su salida, rinden su primera visita al asilo de ancianos regido por las Hijas de la Caridad. Allí, como en todas las casas habitadas, se detienen a cantar:

San Nicolás coronado
Arzobispo muy honrado,
si no nos dan, no nos den,
aquí no nos detendrán,
porque somos escolanos,
del Santo San Nicolás.
Bendita el agua traemos
y venimos a rezar,
y al mismo tiempo pedimos,
lo que ustedes quieran dar,
y si de agrado nos dan,
el Santo bendecirá.
Aleluya, Aleluya, celebramos todo el día,
y en honra a San Nicolás,
la meriendica caerá.

Muruzábal. En un trabajo publicado en 1978 por Mª A. Beguiristain y F. J. Zubiaur recogieron esta letra con esta variante en la estrofa final:

Aleluya, aleluya, celebremos todo el día,
si no nos dan, no nos den,
las gallinas camparán,
porque somos escolanos,
del Señor San Nicolás.
La tripa llena tendrán.
cuanto más recogerán,
bendita sea esta casa,
si colma nuestro afán.

Antaño era tradicional que el niño obispo bendijera en las puertas de las casas y en la cuadra. Hoy esto no se hace pues ya no hay animales en las casas.

También se ha dejado de rezar el Padre Nuestro “por los difuntos de la casa”.

Tras el canto, el obispo simplemente bendice la casa (no recita nada mientras lo hace) con el hisopo y el agua bendita que porta uno de los acólitos.

Los citados investigadores, Beguiristain y Zubiaur, anotan que en 1977 se recogían hasta tres mil pesetas. Veinte años después, la cifra llegaba hasta las 40.000 pts. (240 euros). El dinero se destina a fines benéficos.

El vecindario también dona alimentos: latas, frutas, almendras, etc., con los que hacen una merienda-cena en el bar social del pueblo.

Enériz

Enériz es una de las poblaciones que con más vigor mantiene la fiesta de San Nicolás.

Pertenece al valle de Valdizarbe, y se encuentra a una distancia de 22 km de Pamplona y 7 de Puente la Reina, capital del valle.

Unos días antes de la fiesta se reúnen niños y niñas de edad inferior a la primera comunión (que marca la frontera para dejar de participar).Mediante una baraja se reparten los papeles, quien saque el primer rey hará de obispo y las cuatro sotas designan a los cesteros (aunque en el 2008 vimos que había más niños con bolsas). Antaño había también otro personaje, la rezadora y lo organizaba la maestra.

La ropa del obispo se la pasan cada año de unos a otros. Va vestido al modo tradicional de obispo.

Van de casa en casa cantando las siguientes estrofas:

San Nicolás coronado,
obispo fue muy honrado.
San Nicolás en la puerta
esperando la respuesta.
Entraremos uno,
cantaremos dos
una limosnita por amor de Dios.

Muruzabal. En 1977 fueron los titulados: JoséMaría Arraiza (obispo), Juanjo Artola (aguabenditera), José Ramón Ventura (el de la hucha o postulante) y Eduardo Arraiza (el del cesto o del zacuto).

Informantes (año de 1998): Teresa Muruzabal Goñi, de 91 años; María Dolores Echeverría Muruzabal, 65 años; Yosu Delgado Garaeta, 37 años; Mila Aldave Echeverria, 37 años.

En su monografía sobre este pueblo, Rafael López Velasco recoge lo cantado en 1975:

San Nicolás coronado,
obispo fue muy honrado.
Con su capillita muy bien puesta,
aguardando la respuesta.
Viva el obispo, muera el gallo,
cuatrocientos y un caballo.

A continuación del canto, el obispo bendice la casa diciendo:

“Voy a rezar un Padre Nuestro por los habitantes y difuntos de esta casa”, y todos rezan el Padre Nuestro.

En el año 2008 salieron unos 25 niños, entre chicos y chicas11 (en el 2003 fueron 14). La gente dio galletas, caramelos, chocolates, chucherías y también dinero. La ganancia se la reparten entre los participantes, dejando la mitad del dinero “para los pobres” en manos de la Iglesia.

SAN NICOLÁS EN ÁLAVA, BIZKAIA Y GIPUZKOA

Álava

En Álava, a San Nicolás lo celebran los niños de Salvatierra-Agurain y San Vicente de Arana-Done Bikendi Harana.

También en Ocariz-Okaritz salía una ronda el Jueves de Lardero13, pero yapara el año 2000 había dejado de celebrarse.

En Salvatierra-Agurain, actualmente (encuesta realizada en 1999) salen los de 8º curso cada 6 de diciembre. Se visten en el palacio de Azcarraga, que está frente a la iglesia de Santa María. En ella a las 10 se hace misa. En el momento del ofertorio ofrecen un corazón de cartón representando a los suyos, un balón, una de las huchas que servirán para la cuestación y la gorra del niño obispo. En un altar lateral hay una talla de santo obispo, donde al término de la misa todos los presentes cantan su canción.

Tras la misa se inicia la ronda por las casas. Todos llevan huchas, pero también una cesta de castaño para recoger los alimentos que les dan: huevos, patatas, chorizos, galletas, frutas y demás. A la tarde se obsequia a los chavales con una merienda y el dinero se destina a algún país necesitado.

Por costumbre, este día en Agurain - Salvatierra solían comerse albardadas las patas y lenguas de cerdo que, previamente, se habían puesto a remojo la víspera.

En San Vicente Arana-Done Bilendi Harana, el rito de San Nicolás se ha trasladado al ciclo festivo del Carnaval (datos de 2000).

El sábado de carnaval sale un grupo de unos 20 críos en edad escolar pidiendo de casa en casa. A esta fiesta ellos llaman del Obispillo: a ninguno de los críos les suena lo de San Nicolás.

El que más ha destacado en la escuela suele ser el elegido para portar laindumentaria episcopal compuesta por sotana negra, saya blanca y estola roja. Porta un misal en sus manos y la bolsa donde recoge el dinero. Otro de los chicos (este año chica) va de monaguillo y lleva la cruz procesional parroquial, turnándose en la labor con otros. Los demás visten disfraces propios de carnaval. Hasta hace unas décadas sólo iba disfrazado el obispo, los demás iban vestidos de calle.


Agurain - Salvatierra, 1999.

En cada casa cantan una canción propia de la fecha y, si se lo piden, rezan también un Padre Nuestro. Recogen dinero y comida. A mediodía comen juntos en el Centro Social, acompañados del cura y generalmente también del alcalde.

Bizkaia
Resurrección María de Azkue cuenta que en Otxandio al más distinguido alumno de la escuela se le cubría con una mitra de papel y marchaba por las calles precedido de una veintena de sus compañeros provistos de palos, que al cantar, golpeaban en el suelo.

Gipuzkoa
Gipuzkoa es, junto con Navarra, el territorio en donde mejor pervive el rito de San Nicolás, como así lo atestigua el que hayamos obtenido datos en bastantes poblaciones, unos relacionados con el pasado y otros de actualidad.

Hasta 1956 o 57, En el barrio de Nuarbe de Azpeitia en el día de San Nicolás salían al terminar las clases cuadrillas de estudiantes (generalmente compuestas por 8 a 10 niños), vestidos normalmente y con palos en las manos. Postulaban por los caseríos y por el casco urbano del barrio hasta el anochecer, cantando la típica canción. Recogían en esta postulación solamente dinero que al concluir la ronda repartían equitativamente. San Vicente Arana-Done, 2000.

En la década de los setenta se perdió la tradición de las rondas de San Nicolás en Zumarraga. Eran los monaguillos de la iglesia parroquial los que, durante dos o tres días antes de la festividad del santo, recorrían los caseríos de la villa, muchas veces bajo una intensa lluvia o bajo el granizo. Los parroquianos obsequiaban a sus visitantes con frutas, huevos, etc., y en uno de los caseríos se detenía la comitiva a comer, lo que se consideraba un honor para los moradores. El 6 de diciembre, fiesta del santo, realizaban la postulación en el casco urbano.

En la población de Astigarraga de la mano de su ikastola Arantzazuko Ama B.H.I. durante algunos años estuvieron saliendo los niños la víspera de la festividad con un escolar vestido de obispo con su elegante capa y la mitra a lomos de un caballo. Desde puertas y ventanas les lanzaban chucherías, frutos secos y caramelos. Actualmente ya no se celebra esta fiesta.

También Resurrección Maria de Azkue recogió en Ataun, de boca de N. Arruebarrena, una canción propia de la cuestación de San Nicolás. En una obra de mi amigo Juan Garmendia Larrañaga se recoge una anotación del concejo de Legorreta de 1775 informando que en esas fechas los chicos de la escuela salían de San Nicolás durante dos días recogiendo limosnas.

Al parecer, también se hacía en Olaberria.

En Arrasate-Mondragón se ha perdido la figura del obispillo y la cuestación. Quedan como  únicos vestigios del viejo rito la canción y el donativo que corre a cargo del ayuntamiento.

Hacia las 11 de la mañana del 6 de diciembre, los chavales se colocan bajo el balcón del edificio consistorial, y con toda la fuerza de sus pulmones entonan la canción conocida por ellos como Bolo-bolo, en demanda de la tradicional lluvia de caramelos y frutos secos, juguetitos e incluso algún balón que siempre cae.

En cambio, en Lazkao el rito se conserva intacto. Los niños, con su obispillo, pasan el día de caserío en caserío, y por la tarde se congregan en Lazkaomendi para repartir los beneficios o prepararse una buena merienda.

Arrasate.

Legazpia es otro de los pueblos guipuzcoanos que conserva la tradicional ronda de San Nicolás. Los vecinos de más edad recuerdan que desde su niñez, 6 ó 7 niños elegidos por el maestro salían a cantar durante dos o tres días a través de los caseríos de la comarca. La ronda concluía el 6 de diciembre, día de San Nicolás, cuando todos se reunían, presididos por uno vestido de San Nicolás Obispo, para entonar las estrofas en su honor por el casco.
Actualmente participan en la fiesta los alumnos de Haztegi Ikastola y los de Domingo Agirre Ikastetxe Publikoa, acompañados por una trikitixa y los alumnos de la Musika Eskola. Con el dinero recogido se compran cacahuetes y se los reparten. Antiguamente eran castañas pero, según explican, “¡era un lío asarlas! ”.

Respecto a las canciones, es digno de señalar la supervivencia hasta hoy de una jerga que es mixtura de euskera y castellano. Algunas de estas estrofas atestiguan la antigua implantación del español en poblaciones eusko-parlantes, de modo que los chavales entonaban letras que aun sin entender repetían como loros, dando como resultado auténticos trabalenguas.

Según Manuel de Lecuona, en 1688 se prohibió en Oiartzun que los hombres anduviesen postulando por los barrios la noche de la víspera de San Nicolás “con grande algarabía de cantos”. Y el mismo autor nos indica que en 1922 postulaban el día 6 de diciembre, festividad de San Nicolás, los niños de Oiartzun. Iban con un saquito al hombro y un palo para defenderse ante cualquier ataque.

La ikastola Haurtzaro comenzó su andadura escolar el curso 1967/68. Desde ese mismo año se festejó el día de San Nicolás con los niños del centro. Para la recuperación de la canción se contó con la ayuda de don Manuel de Lekuona.

Posteriormente todos los años se ha repetido la víspera de su festividad con los alumnos de 2 a 7 años. Nadie usa vestidos especiales, van con la ropa normal.

Pero donde San Nicolás conoce mayor fuerza y solemnidad es en Segura. De antiguo, la figura de San Nicolás recorría la villa en forma de un niño a caballo enjaezado con una preciosa alabarda que se trajo de las Indias.

La tradición se perdió hasta que la ikastola de la villa la retomó con diversas variantes. Por ejemplo, la melodía actual se recogió hace una década en Orio, y se juzgó oportuna para la eskea (cuestación) de Segura. La plaza de obispillo sale a sorteo entre los alumnos de la ikastola de entre 5 y 6 años.

Según dicen los seguratarras, al niño obispo “se le trata tal que si fuera el mismo San Nicolás”. El dia de su fiesta sale el obispillo montado en una pottoka (pequeño caballo autóctono) o un poni, acompañados de los niños del pueblo que van cantando y recogiendo lo que se les regala desde los balcones.

Tras la guerra se prohibió el uso del euskera y ello obligó a cambiar la canción. Ya en los años setenta se recuperó una partitura que combina euskera con castellano. Antaño, el maestro designaba al que haría de San Nicolás, un niño al que revestían como obispo hasta en los menores detalles. Debía el elegido tener cumplidos los 10 años, pero no haber hecho aún la Primera Comunión o Comunión Solemne. A este personaje acompañaban los 20 primeros niños de clase (según el ordenamiento tradicional, es decir, por su saber y su conducta) vestidos normalmente pero portando en las manos algunos palos. Anótese que en la cercana Navarra los ayuntamientos antiguamente los regía la veintena esto es, una reunión de 20 vecinos. La cuestación de San Nicolás en Zegama a cargo de una veintena de niños supone una simbolización semejante.

Ese día el obispillo comía con el párroco, los sacerdotes y el maestro, presidiendo la mesa, tal como si fuera el propio San Nicolás Obispo en carne y hueso.

En Zegama, antiguo barrio de Segura, la fiesta de San Nicolás la organiza Aitxuri Herri Eskola. Salen postulando en compañía de su correspondiente obispillo los escolares de entre 3 y 6 años. También hay chavales que
forman sus cuadrillas y se organizan entre ellos, por lo que no es de extrañar el ver ese día tres obispillos con sus correspondientes amigos postulando por caseríos y calles de Zegama.

SAN NICOLÁS EN CATALUNYA

En toda Catalunya tuvo gran arraigo la fiesta de Sant Nicolau, como lo demuestran las muchas letras y canciones recogidas por los autores V. Serra18 y J. Amades19. En algunos lugares, posteriormente se ha ido recuperando.

El rito en general era el siguiente. Los niños de la escuela hacían fiesta en tal día y elegían a uno que hacía de obispo y otros de monaguillos o ayudantes, que se vestían como tales. En su fiesta asistían ceremonialmente a una misa, tras lo cual salían a cantar por las calles recogiendo frutos secos, gallinas y limosnas. Terminaba la fiesta con el juego del gallo, por lo que en algunas zonas, a la propia fiesta se llamaba festa del gall i la gallina, y comiendo en compañía del maestro y el clero.

En el modo antiguo del juego se colgaba a un gallo (o gallina) de una cuerda a una altura de unos 2 metros. Un chico, espada en mano, con los ojos tapados y tras dar una serie de vueltas para descentrarle, tenía que matar al gallo con la espada. Se le permitía una serie de golpes al aire y si no acertaba le sustituía otro. Así se continuaba con los demás chicos y con gallos o gallinas recogidos en la cuestación. Otra forma era practicando un hoyo en el suelo, donde se metía al animal con la cabeza asomada.

Es por ello que, desaparecido el juego del gallo, en algunos lugares los niños además de gorros (de papel) de obispo, llevaban en la cuestación unas espadas de madera, que con el tiempo derivaron en simples palos.

Otra versión (a mi modo de ver menos creíble) decía que todos los chavales llevaban las espadas en las manos para matar a todos los gallos y gallinas que encontraban por las calles y que al final acababan en la cazuela.

En Cabassers (Priorat)20 se les llamaba “la tropa de Sant Micolau”.
En Riba (Alt Camps) se recuperó esta cuestación en 1996.

Según el autor L. Almerich21 en Barcelona el día de San Nicolás los estudiantes se colocaban una mitra de papel en la cabeza y con un sable de madera en la mano salían en cuestación por las calles. Llevaban panderetas, triángulos y otros instrumentos musicales y se les daban frutos secos.

Luego jugaban al gallo diciendo:
Tu, pollastre fanfarró,
capitá de les gallines,
amb aquest sabre que porto
et vaig a treure les tripes.
La fiesta del Bisbetó en la abadía de Montserrat San Nicolás es Santo Patrón de la Escolanía de Montserrat y se sabe que se celebraba esta fiesta en su honor ya en el siglo XVIII22.

Unos diez días antes de la fiesta de Santa Cecilia (22 de noviembre) el P. Prefecto de la Escolanía pide a los escolanes que de forma secreta y por escrito le den tres nombres de entre los que acaban de entrar este año en la escolanía (escolanes de 10 años). Un monje confecciona tres escudos episcopales alegóricos y que corresponden a los tres escolanes más votados.

Pocos días antes de Santa Cecilia se muestra a los escolanes cada uno de estos escudos con el fin de que, a través de ellos, adivinen a qué escolanes candidatos corresponden. Una vez identificados se proclama la terna de elegidos y empieza, hasta el día de Santa Cecilia, la campaña electoral entre los escolanes para elegir como Bisbetó a uno de la terna.

Al atardecer de la vigilia de Santa Cecilia se explica a los escolares, hoy con ayuda de audiovisuales, la historia del Bisbetó, las anécdotas alusivas y todo lo que pueda ser de interés.

El día de Santa Cecilia (22 de noviembre) el P. Prefecto celebra para la Escolanía una solemne misa en el altar del Camarín de la Virgen. Los tres escolanes candidatos presentan las ofrendas eucarísticas. Terminada la misa tiene lugar un desayuno.

A continuación se procede a la ajetreada y divertida recta final de la campaña electoral, con mítines de propaganda, juegos, etc. Una hora antes de la comida del mediodía debe no sólo haberse terminado toda esta propaganda electoral, sino además hacer que no quede ni rastro de ella (ni un sólo papel). Sigue una comida festiva y acto seguido, en el mismo comedor, tiene lugar la elección secreta (precedida de una votación de sondeo).

Al elegido le corresponderá ser el Bisbetó en el día de San Nicolás, siendo el segundo y el tercero de la terna su Vicario General y su Secretario. A éstos, y ya de entre los escolanes de la última promoción, se añadirán el Maestro de Ceremonias, el porrero y el Paje de cola.

Todos ellos llevarán las vestiduras que les corresponde durante todo el día de San Nicolás. Elegido el Bisbetó, todos van a la celda del P. Abad, el cual impone al electo el pectoral, el anillo, el solideo morado y le da el báculo. Acto seguido el Bisbetó es presentado al P. Director de la Escolanía.

El 6 de diciembre también se celebra la misa en el Camarín con los escolanes, siete de ellos ostentando ya las vestiduras correspondientes, tras lo cual acuden todos (son siempre cincuenta) a una sala del monasterio donde son felicitados por el P. Abad y reciben juegos, libros u otros obsequios (como si pasaran los Reyes Magos). Continúa con un almuerzo de la Escolanía con el P. Abad y terminada la comida, visitan el Bisbetó y la Escolanía a las benedictinas del monasterio de Sant Benet (distante unos 4 km de Montserrat).

Por la tarde en una gran sala de actos, con los padres de los escolanes, monjes, el P. Abad, y todos los antiguos escolanes, y cualquier persona que desee ir, tiene lugar la representación escenificada y cantada de la Llegenda de Sant Nicolau, en la que intervienen todos los escolanes del primer curso y el Bisbetó asume en ella el papel de San Nicolás. Sigue un concierto por parte de toda la Escolanía.

Después del rezo de las Vísperas tiene lugar una cena a la que asisten los escolanes, sus familiares y todos los responsables y profesores de la Escolanía.
Al día siguiente los escolanes disfrutan de un día libre, que aprovechan
para ir a visitar en plan lúdico y/o cultural, algún o algunos lugares interesantes y que sean de su agrado.

Hay constancia de que todavía en el siglo XVIII en la iglesia de San Nicolás de La Coruña se elegía cada año a un bispiño.

En el momento en que se hizo este trabajo estaba el P. Ireneu M. Segarra.

BIBLIOGRAFIA

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