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miércoles, 9 de marzo de 2022

Cesteria

 

Por: Javier LAFUENTE y Kepa RUIZ DE EGUINO


HISTORIA DE LA CESTERIA EN AGURAIN


La cestería se llamaba HIJOS DE BUSCA, los propietarios eran dos hermanos de Zumárraga que se llamaban Bautista y José.

En la cestería de Salvatierra - Agurain desde siempre se ha trabajado el mimbre, hay dos clases de mimbre el blanco y el rojo, (es decir pelado o sin pelar), aunque a veces se usaban otros materiales como el junco y la médula, al mimbre  antiguamente en Agurain le llamábamos zuma.

La materia prima, como ya hemos dicho es el mimbre de las zumas y en cestería los materiales que se emplean son: la navaja de punta curva, el martillo, punzón, sierra hoz, cuchillos de corte, mazos de madera, tijeras, navaja, tenazas y puntas.

El mimbre se cortaba en Enero, preferentemente en luna menguante y se enterraba en madejas hasta el mes de Mayo. Después se secaban y se procedía al pelado, es decir la separación de la corteza, para lo que se utilizaba una artilugio como una horquilla. El trabajo se realizaba al aire libre a un precio establecido por kilogramo y sin ninguna vinculación laboral, era una buena forma de sacar unas pesetillas y así contribuir a la economía familiar en Agurain.

Una vez pelado el mimbre se podía almacenar en cualquier lugar seco, pero para empezar a trabar con él había que meterlo durante al menos cuatro horas al agua, para lograr que se ablandara. A continuación el cestero procedía a cortar el extremo superior o punta para dividirlo en tres o cuatro partes mediante un cuchillo y obtener las tiras.


Mujeres de Agurain a principios del siglo pasado, trabajando artesanalmente las cestas en la Calle Mayor junto a Santa María


La confección de los cestos se iniciaba por la base, que se soporta en dos o más mimbres enteros según la cesta a elaborar. Una vez terminado el fondo se pasaba a elaborar el cuerpo del cesto. La parte superior se remataba con tiras más gruesas. Las asas que requerían algunas cestas se elaboraban con mimbres enteros enrollados.

El trabajo se finalizaba con un ligero color – gracias a una mezcla con anilina- o barnizado.

Se utilizaban modelos para armar las cestas, cubos para mojar los mimbres, majador, mesa de majar, rajador, agujas de madera, etc..


Paco Ortiz de Arrizabaleta y Cecilio Lafuente, maestros artesanos de la cesta de mimbre en Agurain


Antiguamente las cestas eran fabricadas por los alambradores, quienes además de reparar los pucheros, tarteras, cazuelas y barreños de barro, se dedicaban a la elaboración de cestas empleadas por los labradores para la siembra a voleo o para llevar la comida cuando se hace la jornada continua, en la cestería además se hacían cestas para recogida de setas, de pesca y una cesta especial con un agujero en la parte superior para introducir los cangrejos.


La familia Busca de Zumárraga de donde vinieron José y Bautista, y crearon la cestería de Agurain.
Hijos de J.B. Busca, S.A.


El mimbre cortado de las “zumas” que florecen en lugares semi -pantanosos, hasta hace poco abundantes en la zona de Gaceo y en la comarca. (También se traían de Villarreal).

La familia de Juan Busca al completo uno de los fundadores de la cestería de Agurain.
Operarios de la cestería de Agurain: Paco Ortiz, Lezea, Gonzalez, Santiago Ruiz de Eguino, Flaño, Villarreal, etc..


EL TALLER DE LA CESTERIA DE AGURAIN

En los años 20 del pasado siglo se estableció una industria de cestería, Hijos de Buesa, industriales de Zumárraga (Guipúzcoa) que comenzó la fabricación de artículos de mimbre con una plantilla de 35 personas entre oficiales y aprendices y donde trabajaban también mujeres, cómo la Conce Arana, las Asteasu, etc..

Las hermanas de la orden de las Carmelitas Descalzas, cuyo convento estuvo situado hasta hace unos años cerca de la estación de la RENFE, realizaban trabajos almacenamiento en el interior de su convento, pero no trabajos de artesanía de la cesta.

Aunque la empresa se cerró en el año 1974, varios artesanos, entre los que se encontraban Cecilio Lafuente, Santiago Ruiz de Eguino, Paco Ortiz de Arrizabaleta, etc. que siguieron  de forma particular elaborando durante unos años en un taller en el Barrio de San Jorge y que sólo ha quedado la última artesana trabajando en el vecino pueblo de Okariz.  

Santiago Ruiz de Eguino y Paco Ortiz de Arrizabaleta, artesanos del mimbre
Catálogo de cestas de mimbre que se fabricaban en la cestería de Agurain


HISTORIA DE LA CESTERIA DE AGURAIN

Por  JAVIER LAFUENTE


La cestería de Agurain  era un taller artesanal donde se trabajada el mimbre para la fabricación de numerosas piezas como sillas, muebles, cestas, etc..  y  provenía de Zumárraga en Guipúzcoa , la empresa se llamaba HIJOS DE BUSCA y la dirigían dos hermanos  se llamaban Bautista y José Busca.

La foto de los hombres trabajando en la cestería es aproximadamente del año 1924 donde se puede ver a Cecilio Lafuente y tenía entonces unos 12 o 13 años, había nacido en 1911 y empezó a trabajar con 11 años y está sacada en la C/ Mayor en lo que ahora e el nº 73 donde vivía Don Fernando el cura y Domingo Gorospe, en esta calle estuvo ubicada la cestería hasta el año 1944 aproximadamente que pasaron a la Calle Dulantzi entonces General Mola 11, donde desarrollaron la actividad hasta finales de 1970 o primeros de 1971 que fue cuando se cerró.


Uno de los encargados del taller de Agurain en aquella época, hasta los años 50 aproximadamente, era Julián Villarreal que estaba casado con Leona y que aparece en la foto a medias en la parte derecha,  hasta  que se fueron a Zumárraga, después  le hicieron encargado a Cecilio Lafuente y a partir de mediados de 1951 la familia Lafuente pasó a vivir a la cestería en la actual Calle Dulantzi donde estuvo ubicado el taller.

Muchos jóvenes decía Javier Lafuente empezaron a trabajar en la cestería con apenas trece y catorce años y algunos como él, que manejaban bien el mimbre pasaron a la empresa de Zumárraga donde se hacían trabajos más diversos y complicados con el este material, incluso venían a Agurain a enseñar algunos de los trabajos que se realizaban allí, estaban unos 15 días y se volvían.

En la fábrica de Zumárraga trabajaron en distintas épocas y secciones  varias personas de Agurain  que pasaban de esta cestería a aquella cuando lo requerían los dueños, también algunos estuvieron trabajando en Legutiano en el  caserío y fincas que tenían en Larrabea “donde ahora está el campo de Golf” y donde recolectaban los mimbres.

En la fábrica  de Zumárraga había varias secciones;   carpintería, mecánica, armadura, tejido, pintura y barniz, las oficinas centrales Etc.


La familia Busca de Zumarraga al completo a finales del siglo XIX


Javier Lafuente recordaba que en Zumárraga se hacía una gran variedad  de muebles artesano,  como butacas,  hamacas, sillas, mesas, armarios, cunas, etc.. y que llevaban armazones de madera que se hacían en la carpintería, o  de palo de castaño o manila que  se le daba forma con unos moldes después de meterlos en una caldera de vapor, de tubos de acero en la mecánica, donde todos ellos pasaban después por la sección de tejido donde se tejía con mimbre o médula, una vez terminado se les llevaba a la sección de pintura o barnizado, donde el aguraindarra Olegario Ramírez les daba el toque final.



MATERIALES QUE SE FABRICABAN EN LA CESTERIA

En la cestería de Agurain también se hacían cestas de todo tipo de mimbre, cestas con un asa grande en el centro para llevar en el brazo, de varios modelos y tamaños, algunos de ellos se empleaban para llevar la comida al campo y para sembrar a voleo.

También se fabricaban cestas  con la tapa y el asa arriba de varios tamaños para los trabajadores que llevaban la comida a las fábricas, a la Renfe, etc.. así como maletas de viaje de mimbre de varios tamaños (Los tamaños siempre eran por números, del  1, del 2, del 3, del 4, Etc.


Mesa para trabajar el mimbre que se usaba en Agurain. foto Patxi Urbina


Una de las piezas más características de la artesanía del mimbre que se fabricaban en Agurain eran las cestas de pesca de cangrejos de varios números  y  modelos, unas redondeadas  y otras cuadradas muy fuertes que tenían en las cuatro esquinas  unos palos cilíndricos que asomaban por debajo unos 3 cm. y hacían de patas  y servía para sentarse mientras pescaban, todos los modelos tenían arriba un agujero rectangular para introducir los cangrejos.

Había baúles de distintos tamaños muy fuertes que servían para guardar ropa y otras cosas, recordaba Javier Lafuente que hubo una época que se mandaron muchos a Filadelfia “Estados Unidos” con un embalaje especial  de cartón y fleje tensado que se montaban aquí.

Cestos de ropa de varios tamaños cilíndricos con tapa arriba que después las mujeres le cosían por dentro una tela para que no se enganche la ropa, así como cestos normales abiertos por arriba de mimbre para cualquier trabajo de la huerta, etc. (éstos últimos tenían por arriba un poco más diámetro que por abajo).

CESTOS DE MIMBRE PARA LAS BODEGAS

También se hacían infinidad de cestos  para las grandes bodegas de Elciego en Alava del “Marques del Riscal”, para las de Cenicero, Fuenmayor, incluso para Andalucía, para las bodegas de  Jerez de la Frontera, Puerto de Santa María,  Alvaro Domecq y otros, estos cestos tenían bastante volumen  aproximadamente  1 X 0,6 x 0,4 m.  recordaban algunos antiguos artesanos de la cestería que todos éstos cestos eran transportados por  Centol, “el burrero””  a la estación,  los carros de caballos llegaban a ocupar hasta 4 y 5 m. de altura y había que atarlos bien.

Estos cestos son los que cuando había pocos trabajos se fabricaban y almacenaban en espera de nuevos pedidos  en el convento de las monjas carmelitas que se encontraba cerca y tenían mucho sitio, por que en los almacenes de la cestería ocupaban mucho espacio, pero las monjas no trabajaron el mimbre en éste convento que estaba cerca de la estación

Estos cestos que eran para mucha batalla se hacían con una calidad inferior de mimbre, de cada mimbre se hacían tres, pasándoles por una maquinita o aparato que los dividía en tres  en toda su longitud.



CALIDAD DEL MIMBRE

El mimbre  de calidad se traía de Navarra, aunque había en  el pueblo de Gazeo, cerca de Agurain  y también en Legutiano.

El mimbre en su estado natural son zumas y tienen un color verdoso que después de cortarlo se pone oscuro,  para trabajarlo tenía que ser en primer lugar pelado donde sale su color natural que es blanco,  y luego,  generalmente cocido donde adquiere el color rojizo que aquí se trabajaba casi siempre con rojo y muy pocas veces se trabajaba con blanco.

Había de varios tamaños que como es lógico cada cesta se compone de varias partes que llevan distintos diámetros y longitudes,  que normalmente se pedían seleccionados y cocidos y a pesar de eso había que hacer selección a mano en función de tamaño y calidad.

El mimbre para trabajarlo y domarlo había que meterlo en agua unas dos horas, en unos pozos que aquí había tres de unos  4 m. de largo por 1 de ancho y 1 de alto. Esa agua había que vaciar, limpiar y llenar de nuevo cada 8 o 10 días por que se corrompía y olía mal.

Las herramientas  con las que se trabajaba eran la navaja de “punta curva” martillo, punzón, sierra hoz, tijera, tenaza, mazos de madera, puntas, majador, mesa de majar “una especie de caballete que también le llamábamos burro”  infinidad de modelos “moldes de madera” uno para cada modelo y tamaño de cesta y otro para la tapa cuando la cesta llevaba tapa.


BIBLIOGRAFIA:
Seminario Etnográfico Alavés
Archivo Municipal de Agurain
Familia Busca de Zumarraga
Jesús Ruiz de Larramendi
Javier Lafuente     
             

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