EL CORPUS CHRISTI EN AGURAIN
Unos días antes de la fecha señalada, las
familias y los chavales que vivíamos intramuros recogíamos por el campo y las
huertas volanderos, hierba santa, hierba buena, hojas y flores del sauco,
lilas, rosas y sus verdes hojas, además de flores de temporada que se colocaban
esparcidas al frente de cada casa, toda la calzada dejando libres las aceras,
poco antes de la misa mayor, pues acto seguido salía la procesión desde la
parroquia que por turno le correspondía la celebración.
Además los balcones y ventanas se engalanaban
con colgaduras y los chavales lanzábamos volanderos a los cables de la luz.
En la calles Mayor y Zapatari, en el cantón hoy llamado de Lope de Larrea divide la jurisdicción de las dos parroquias, se colocaban mesas de altar con seis o más candeleros que se encendían sus velas, durante el tiempo que sobre ellos se estacionaba la Custodia mientras se entonaba el “Tantum ergo” y se daba la bendición.
Dentro de cada altar, en la parte abajo,
durante el acto se colocaban los que padecían alguna enfermedad para pedir su
curación.
En la citada misa mayor, era muy numerosa y de todas las edades, ataviadas con las mejores prendas: el clero de las dos parroquias y de los conventos de clausura, los capellanes de sus capillas públicas, la comunidad de los R.R.P.P. del Inmaculado Corazón de María y los estudiantes noviciado desde que se instituyó en 1918, las religiosas dedicadas a la enseñanza con sus alumnas y finalmente, presidiendo al pueblo, la Corporación Municipal.
Comenzaba la función con Oficio de Tercia,
que lo cantan en el coro el clero y coro de cantores y acto seguido la misa
cantada por el mencionado coro de cantores de la Villa hasta instituirse los
misioneros el citado año de 1918, quienes después con sus numerosos novicios y
esmerada preparación coral, son este día quienes tañían el órgano y realzaban
con su actuación los cultos.
Finalizada la misa, el celebrante, que es el párroco de la otra parroquia, se vestía de capa pluvial y toma la Custodia que con el Santísimo Sacramento se había expuesto en el Tabernáculo al inicio de la función y previa incensación coge la Custodia y bajan del presbiterio con la asistencia de dos sacerdotes revestidos de dalmáticas y se sitúan bajo el palio portado por seis concejales que lo elevan empuñando sus varas y a los lados van otros dos curas revestidos de capa llevando el cetro en la mano.
LA PROCESION DEL CORPUS
La procesión la precedían las dos cruces
parroquiales y los cuatro ciriales potados por monaguillos revestidos con
sotanas rojas y roquetes blancos; sucesivos a ambos lados los niños y niñas de las escuelas y colegio;
luego los estandartes del Apostolado de la Oración, las Hijas de María, San
José y San Isidro, acompañados de dos alumbrantes a sus lados; a continuación
la Sección de la Adoración Nocturna en dos filas por los laterales de la
calzada y el abanderado llevando enhiesta la bandera y los adoradores que
llevaban velas encendidas; seguidamente la Banda Municipal de Música y en pos
de ella la rama de la Juventud Femenina de la Acción Católica con su bandera.
Tras de ellas las niñas y niños que habían
hecho ese año la Primera Comunión portando una bandeja con pétalos de roca que
de vez en cuando echaban en homenaje al Altísimo; después los novicios y
Comunidad del Corazón de María y delante del Santísimo Sacramento dos novicios
portadores de incensarios que caminaban e incensaban durante la procesión;
seguía el palio y le sucedían las autoridades municipales y finalmente las
mujeres que iban en grupo ocupando toda la calle, cierran la procesión.
Los hombres van por las aceras de dos en dos. Los primeros se sitúan a la altura de las cruces parroquiales y los últimos a una con las autoridades.
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