Félix Arano Saez de Adana, Maisu Arano
Félix Arano y Saéz de Adana nació en Agurain – Salvatierra en 1856, profesor de la
escuela Viteri de Arrasate, supo impregnar en sus alumnos sus ideas liberales
en todos los órdenes de la vida con sus innovadoras propuestas pedagógicas e
ideológicas.
Originó cambios importantes en la mentalidad
conservadora imperante entonces en Arrasate – Mondragón.
Las ideas liberales que profesaba influyeron
mucho entre sus alumnos. Contribuyó a la construcción de un pueblo sensible
ante los problemas socio-económicos y políticos del Pais.
Pedagogo y profesor de las escuelas primarias de Viteri en Mondragón. Nacido en
Agurain- Salvatierra en
1856, falleció en abril de 1929. En
abril de 1913, escribió en la revista Euskalerriaren
Alde un artículo sobre la estatua de Viteri.
En
el II Congreso
de Estudios Vascos (1920), presentó un método pedagógico, especialidad de las
escuelas de Viteri, que consistía en la realización de ejercicios prácticos de
cálculo mental.
Federico Luzuriaga, Felix Arano, Luis Azkarraga,
1916ko omenaldian
Teresa Garcia eta
Félix Arano maestra y maestros inmejorables Teresa Garcia eta Félix Arano
maisu-maistra ezin hobeak.
Dejaron una Huella imborrable
Si hablamos de lo que supone dejar una
huella imborrable entre sus alumnos y alumnas, nos estamos refiriendo a Félix
Arano Sáez de Adana y Narcisa Teresa García Hernandez. Nos remontamos al siglo
XIX en la localidad de Alsasua y en el siglo XX, en Arrasate. El primero había
nacido el 20 de noviembre de 1857 en Agurain - Salvatierra y Teresa el 29 de
octubre de 1860 en Zaragoza.
Ambos comenzaron a ejercer en el magisterio
con la misma edad, 21 años, en la misma población, Alsasua.
El 9
de febrero de 1879, Félix Arano es nombrado maestro interino en la localidad de
Alsasua. La escuela de niños estaba situada en la Casa Consistorial, en el
edificio conocido como Gure Etxea.
El 17
de agosto de 1881, pide que se le conceda una licencia “para prepararse para las oposiciones de maestro de Alsasua
que tendrán lugar el próximo mes de octubre”. A estas oposiciones se
presenta también Teresa García.
La
junta local de Instrucción Primaria estaba compuesta por el Alcalde, el Párroco
y varios padres de familia, los cuales hacen los siguientes nombramientos
de maestro y maestra
·
4 de diciembre de 1881, maestro a favor de Félix Arano.
·
11de diciembre de 1881, elección de maestra a favor de Teresa García
Hernández.
Su
obligación consistía en instruir a niñas y niños desde los cinco hasta
los 13 años cumplidos. Además de ello, Félix, también tenía que enseñar a los
adultos durante el invierno.
Félix era de una familia muy humilde de
Agurain - Salvatierra, tenía una hermana, Luisa.
Teresa era hija única, de familia burguesa,
de Zaragoza, que se había trasladado cuando ella tenía 3 años a Pamplona.
Vivían en la Plaza del Castillo y tenían un negocio para venta de ropas
de militares.
Félix, que había tenido como profesor a
Marcos Sagasti en Salvatierra, destacó por su inteligencia desde que comenzó
sus estudios. A los doce años ya era ayudante del maestro.
Teresa, una niña de bien que había
tenido como profesor de piano a Pablo Sarasate, decide hacer la
carrera de Magisterio en vez de continuar con el negocio de sus padres.
Es en
las oposiciones de Alsasua, donde se encuentran por primera vez, se enamoran y
deciden casarse.
Entrega total a la enseñanza
Teresa, además de su afición por el piano,
era muy aficionada a la lectura, muy puntillosa en las labores manuales que
realizaba, buena organizadora, ordenada y muy disciplinada.
Era muy creyente.
Félix era una persona liberal, no creyente.
En una biografía de quien fue su profesor, se decía de él: Ilustración,
honradez, laboriosidad y bondad de carácter. Gran conversador, no le
gustaba escribir, le gustaba sobre todo las relaciones personales.
Persona enérgica y dinámica pero poco
disciplinada, caminante, le gustaba dar largos paseos a paso ligero.
Tanto Teresa como Félix estaban totalmente
entregados a la Enseñanza. Por lo que se ha podido constatar coincidían con el
modelo de educación de la Institución Libre de Enseñanza:
Eran ajenos a todo espíritu e interés de
comunidad religiosa o de partido político. A pesar de que Teresa era creyente,
defendían por igual que la iglesia no se inmiscuyera en la organización
de la sociedad, ni en la educación.
Para ambos, el adiestramiento del carácter y
la educación moral eran tareas esenciales en la escuela.
Descartaban la disciplina externa a favor
de una obligación moral interna. No puede basarse en castigos, sino en la idea
de la corrección y la reforma.
La
honestidad debe grabarse en los niños y niñas.
La
tolerancia y la equidad deben ser fomentadas.
Las clases deben ser una conversación
familiar e informal entre enseñantes y alumnado, incentivando un espíritu de
descubrimiento: métodos intuitivos, realidades en vez de abstracciones, objetos
en vez de palabras, diálogo socrático, el aula debe ser un taller, quien
enseña, dirige, los alumnos y alumnas serán una familia.
El
programa de estudio incluye, además de las materias tradicionales,
antropología, tecnología, ciencias sociales, economía, arte, dibujo, canto y
labores.
La vocación debe cultivarse por encima de
cualquier otro interés o ambición.
Cuando llevaban 20 años ejerciendo en Alsasua
tienen conocimiento de la creación de la escuela Viteri en Arrasate. Se
presentan a las oposiciones junto a 245 candidatos y candidatas, de las
que se realizó primero una selección de 23 y consiguen los puestos, de
maestra y maestro, en unas escuelas libres y laicas.
Las escuelas promovidas por Pedro Viteri,
eran unas escuelas en las que el pensamiento ilustrado europeo estaba
presente, La razón estaba por encima de la oscuridad: las libertades, la
tolerancia, la defensa de la naturaleza, la educación, la enseñanza de las
ciencias: matematicas, fisica…, el progreso.
Teresa y Félix además de comulgar con
las ideas renovadoras de Viteri, coincidían en sus planteamientos pedagógicos
con la institución libre de enseñanza que se había creado en el año 1876,
con un profesorado que se negaba a ajustar sus enseñanzas a los dogmas
oficiales en materia religiosa o política.
Teresa era creyente y Félix no lo era, pero
estaban de acuerdo en que los curas no se interpusieran en la esfera de
la enseñanza.
En aquellos años, la lucha ideológica, entre
conservadores -que anteponían al sacerdote sobre el poder civil-, y
los liberales, -que no estaban en contra de la religión pero sí del
clericalismo, es decir de que se inmiscuyeran los curas en la esfera del estado
y de la enseñanza-, estaba muy presente en la sociedad.
Métodos nuevos en la Enseñanza
Reformaron
la enseñanza con un método nuevo. Supieron dar voz a los y las
estudiantes, quienes ejercían la democracia directa en distintas
cuestiones. Impulsaron el respeto a las personas mayores, a todas las
personas aunque fuesen diferentes.
Ambos, tenían en común su amor por
la naturaleza, los pájaros, las flores y los árboles. El mes de abril con la
llegada de la golondrina daban a sus alumnas y alumnos un día de fiesta para
celebrarlo. Las golondrinas revoloteaban dentro de las aulas. Celebraban la
llegada y marcha de la golondrina con diversos actos. Si retrocedemos en el
tiempo, 130 años, podemos intuir a ambos, Teresa y Félix,
ecologistas, y en esa dirección educaban a sus discípulos.
Potenciaban los recitales de
poesía. Impulsaban la utilización del cálculo mental en las
operaciones matemáticas, como medio de facilitar la colocación futura en el
trabajo. Contaban también con el respeto del alumnado, se hacían querer. Con
gente voluntaria impulsaron el club de los abstemios. Sus ideas calaron
en el alumnado, por convencimiento, sin imposiciones.
Félix Arano,
potenció el cálculo mental y participó como ponente con dicho tema en el
segundo congreso de Estudios Vascos en el año 1920, en Iruña. Con dicha enseñanza -según escribió
-, se propone dos cosas:
“Como
medio educativo, procura que los alumnos se habitúen a pensar, a
discurrir, a razonar y a ser reflexivos y con esa gimnasia mental, hecha sin torturas
y sin violencia, adquieran un desenvolvimiento intelectual que les ponga en
condiciones de dar frente a un problema de suma trascendencia, al problema de
la vida.
Bajo
el aspecto utilitario, consigue que los escolares resuelvan
muchísimos problemas de gran aplicación, ejecutando las operaciones con gran
rapidez.”
Terminó
el señor Arano diciendo que en su larga carrera profesional había podido
observar y convencerse de que el desarrollo mental, que con estos ejercicios se
opera en los niños, los prepara convenientemente para el estudio de otras
disciplinas.
Que no presentaba ninguna conclusión porque
le constaba que el tema de la conferencia caía fuera del plan trazado por la
junta Permanente de la Sociedad de Estudios Vascos para el Congreso de
Pamplona. En otro caso, hubiera propuesto la conveniencia de que en las
escuelas normales se establecieran cursillos de Cálculo Mental a cargo de
profesores capacitados para esta enseñanza.
Sus
demostraciones de cálculo mental con sus alumnos, además de en Iruña, se dieron
en San Sebastián, Eibar, Bribiesca, Valle de Aran…
Teresa García, una feminista para su época.
La discriminación de las mujeres todavía
hoy presente en muchos aspectos, era por supuesto mucho más evidente y
sangrante en aquella segunda parte del siglo XIX. La educación se destinaba a
los varones.
La
enseñanza muy influenciada por la Iglesia a todos los niveles contemplaba a la
mujer en un papel secundario, querían una mujer: casada, reina del hogar, buena
madre, piadosa, buena esposa…, por ello, su educación debía de ser orientada a
esa misión suya en la vida, mujeres piadosas y “sabias” en el manejo de las
labores domésticas, expertas en el trabajo de agujas, no estaba dirigida a
crear mujeres sabias.
Las hijas de la clase acomodada se
limitaban a su participación en Asociaciones Benéficas o de Caridad.
Las
mujeres estaban excluidas de los cargos públicos y no tenían derecho al
voto. No pudieron ejercer este derecho hasta la Segunda República, en las
elecciones de noviembre de 1933.
Durante aquellos años, una de las primeras
reivindicaciones del movimiento feminista, fue el derecho al acceso a la
educación, junto al derecho al voto para las mujeres.
En el código Civil de 1889 se establecía que
la mujer casada, carecía de autonomía personal y tanto sus bienes como sus
ingresos eran administrados por su marido.
En aquellas circunstancias, y mucho más
viniendo de la clase acomodada, pocas mujeres ejercían de maestras. Teresa
reivindicó con su ejemplo, que la mujer tenía capacidad para ejercer en los
oficios reservados hasta entonces a los hombres.
Tras ejercer de maestra en Alsasua, fue de
las primeras maestras en Arrasate, que ejerció como tal, desde una escuela
laica y civil.
Todas sus vidas en la enseñanza
En el
ayuntamiento de Alsasua, aparece un último pago de complementos, con fecha 29
de julio de 1902 a Félix Arano y Teresa García. Unos meses antes,
en abril, ya habían ganado las oposiciones para los puestos de maestra y maestro
de la Escuela Viteri de Mondragón.
Habían pasado 23 años desde que Félix había
entrado de maestro interino, y 21 años desde que ambos, Teresa y Félix,
consiguieron los puestos de maestra y maestro en oposiciones.
Ejercieron en el magisterio, pues,
hasta el año 1902 en Alsasua y desde este año hasta su jubilación en Arrasate.
Teresa se jubiló el 26 de abril de 1924, a la edad de 64 años, Félix el 1
de diciembre de 1927, a la edad de 70 años. También trabajó con el matrimonio,
Luis Armengou, un artista pintor, quien daba clases en la escuela de artes y
oficios.
Hasta ahora, Teresa ha pasado desapercibida, tanto en Alsasua como
en Arrasate.
Teresa jugó un papel muy importante para su
época, así como para su esposo. Si no hubiera sido por ella, Félix no
hubiera realizado la única aportación por escrito, sobre cálculo mental, que
conocemos, la que realizó en el Segundo Congreso de Estudios Vascos
–Eusko Ikaskuntza-, celebrado del 18 al 25 de julio de 1920 en
Iruña.
Ella
era la que le instaba a contestar a las cartas que recibía. Era la persona que
le ayudaba y le empujaba en sus debilidades. Pero ese trabajo no
fue en ningún momento conocido ni reconocido por la sociedad.
Se
puede afirmar que Teresa García es, al igual que tantas mujeres de su época,
una auténtica olvidada, quizás el único reconocimiento le llegara
exclusivamente por parte de las escolares que la tuvieron como profesora.
Para
el conjunto de la sociedad, su labor quedó oculta, invisible.
Era una sociedad en la que sólo los hombres
ocupaban los puestos públicos, los partidos y sindicatos estaban copados
por hombres…, era de prever que como consecuencia de ello, las mujeres, aún
rompiendo los moldes establecidos, no eran tenidas en cuenta y eran relegadas a
un segundo plano. Ocurrió con Teresa García.
¿Dónde
se quedó Teresa? Ni calle, ni homenajes, ni tan siquiera una mención.
Por todo ello, la decisión que va a tomar el
Ayuntamiento de Arrasate de cambiar el nombre de la calle, hasta ahora MAISU
ARANO, por la de ARANO ETA GARCIA MAISU -MAISTRAK es de justicia.
Julia Monge y Juan Ramon Garai
Intxorta 1937 kultur elkartea
Itzal ahaztezina utzi zuten
Haien ikasleen artean itzal ahaztezina utzi izanak zer esan nahi duen hitz egiten badugu, ari gara Felix Arano Saez de Adana-ri eta Narcisa Teresa Garcia Hernandez-i buruz. Atzera jotzen dugu, XIX. Mendera, Altsasu herrira, eta XX. Mendean, Arrasatera. Felix Arano Saez de Adana jaio zen 1858ko azaroaren 20an Agurainen (Salvatierra) eta Teresa Garcia Hernandez 1862ko urriaren 29an Zaragozan.
1881eko abenduaren 4an, maisu, Felix Arano Saenz de Adana
Astebetera abenduaren 11n, maistra, Teresa García Hernández.
Haien betebeharra zen heztea neskato-mutikoak, 5
urtetik 13 urtera arte. Gainera, Felixek helduak hezi behar zituen neguan.
·
Teresa,
alaba bakarra zen, Zaragozako familia burges batekoa, 3 urte zuela Iruñera
etorria. Gaztelu plazan bizi ziren eta militarren arropak saltzeko negozio bat
zeukaten.
Felix, berriz, Aguraingo familia oso xumekoa; arreba bat zuen, Luisa.
Altsasuko oposizioetan egin zuten tril lehenengo
aldiz. Maitemindu eta ezkontzea erabaki zuten.
Buru-belarri aritu ziren irakasten
Teresa, zuen piano zaletasunaz gain, irakurtzearen oso
zalea zen, eta egiten zituen eskulanetan oso arduratsua, antolatzaile ona,
txukuna eta oso diziplinatua. Oso sinestun azen.
Bien ustez, izaeraren trebatzea eta hezkuntza morala ziren funtsezko zereginak eskolan.
Herri epaitegiak ezarri zituen, ikasleek mantentzen
zuten eskolako diziplina.
Zintzotasuna neska-mutikoetan grabatu behar da.
Ikasketa programan sartzen dira, betiko gaiez aparte,
antropologia, teknologia, gizarte zientziak, ekonomia, artea, marrazkia, kantua
eta orratz lanak.
Metodo berri batekin berritu zuten irakaskuntza.
Pertsona nagusiekiko errespetua bultzatu zuten,
baldintzarik gabeko babesa ematea elbarriei eta ezinduei, pertsona guztiei,
nahiz eta ezberdinak izan.
Maite zituzten natura, txoriak, loreak eta zuhaitzak. Apirilean, enara agertzen zenean, jai egun bat ematen zien ikasleei, ospatu zezaten.
Enarak jira biraka hegan ibiltzen ziren ikasgeletan.
Enarak etorri eta alde egiten zutenean, zenbait ekintza egiten zuten. Denboran
atzera egiten badugu, 130 urte, biak ikusi ditzakegu, Teresa eta Felix,
ekologia zale, eta zer horretan hezten zituzten ikasleak.
Felix Aranok buruko kalkulua bultzatu zuen eta ponente
moduan parte hartu zuen gai hori dela-eta Eusko Ikaskuntzako bigarren
kongresuan, 1920an, Iruñean.
Irakaskuntza horren bidez –idatzi zuenaren arabera-, bi gauza proposatu zuen:
“Hezkuntza baliabide moduan, saiatzen da ikasleak ohitu daitezen pentsatzen, hausnartzen, arrazonatzen eta gogoetak egiten, eta buruko gimnastika horren bidez, torturarik eta indarkeriarik gabe eginak, adimen trebezia hartu dezaten, garrantzi handiko arazo bati, bizitzaren arazoari, aurre egiteko egoeran izan daitezen.
Bukatu zuen Arano jaunak esaten bere lanbidek arrera
luzean ikusi zuela eta sinistuta zegoela buruko garapenaren bidez ariketek
haurretan sortzen zutenak behar bezala prestatzen zituela beste diziplina
batzuk aztertzeko.
Teresa García feminista bere garaian
Emakumeen
diskriminazioa gaur egun ere oraindik aspektu askotan bizirik, orduan
garaian zen askoz ere nabarmenagoa eta mingarriagoa XIX. Mendeko bigarren zati
hartan. Hezkuntza zen gizonentzat.
Irakaskuntzak, maila guztietan elizaren eraginpean, ikusten zuen emakumea bigarren plano batean, honelako emakumea nahi zuten:
Emakumeak kargu publikoetatik kanpo zeuden, eta ez zeukaten botoa emateko eskubiderik. Ezin izan zuten erabili eskubide hori Bigarren Errepublika izan arte, 1933ko azaroaren hauteskundeetan.
Egoera hartan, eta are gehiago klase aberatsetik etorrita, emakume gutxi zebilen maistra; Teresak ereduaz aldarrikatu zuen hori, ordura arte gizonentzat ziren lanbideetan aritzeko gaitasuna zeukala emakumeak.
Altsasun maistra jardun eta gero, Arrasaten lehen
maistren artean lehenetakoa izan zen, eskola laiko eta zibil batean.
Bizitza osoa irakaskuntzari emana
Altsasuko Udalean azken ordainketa bat agertzen da, 1902ko uztailaren 29koa, Felix Aranori eta Teresa Garcíari egina. Hilabete batzuk lehenago, apirilean, irabazita zituzten Arrasateko Biteri Eskolako maisu-maistren lanpostuetarako oposizioak. Felix bitarte maisu sartu zenetik 23 urte igaro ziren, eta 21 urte biek, Teresak eta Felixek, oposizioetan maisu eta maistra lanpostuak lortu zituztenetik.
Orain arte, Teresa ez dugu nabarmendu, ez
Altsasun ez Arrasaten.
Teresak berak
behartzen zuen Felix jasotzen zituen gutunei erantzuten. Ahulaldietan Teresak
berak laguntzen zion eta bultzatzen zuen gauzak egin zitzan. Baina lan hori ez
du jakin inork inoiz, eta gizarteak ere ez dio aitortu. Lan hori arlo
pribatuan geratu zen.
Non geratu zen Teresa? Ez kalerik, ez omenaldirik, ezta aipamenik ere.
Julia Monge eta Juan Ramon Garai
Intxorta 1937 kultur elkartea
Teresa García, maestra olvidada de Alsasua
A DIFERENCIA DE SU MARIDO, FÉLIX ARANO, LA FIGURA DE
ESTA MUJER ENTREGADA A LA ENSEÑANZA APENAS HA TRASCENDIDO. PARA RESCARTARLA DEL
OLVIDO.
Si bien la figura de Félix Arano, maestro que dejó una honda huella en Alsasua, es conocida en la villa, donde tiene una calle con su nombre, no ocurre lo mismo con Teresa García, su mujer y compañera de profesión, con la que coincidía en el modelo de educación de la Institución Libre de Enseñanza. Es una gran olvidada, al igual que muchas mujeres de su época. Para rescatar su figura, Altsasuko Mugimendu Feminista ha organizado para mañana una charla sobre esta mujer que fue maestra en Alsasua durante dos décadas. Será a partir de las 19.00 horas en el centro cultural Iortia, a cargo de la asociación Intxorta 1937 Kultur Elkartea, de Arrasate.
Precisamente, Arano y García se conocieron en Alsasua, donde ambos consiguieron plaza en 1881. Él había sido nombrado maestro interino dos años antes. Sus obligaciones consistían en instruir a niñas y niños desde los 5 hasta los 13 años cumplidos en las nuevas escuelas, construidas sobre el lavadero. Además, Arano también tenía que enseñar a los adultos durante el invierno.
Mientras que Arano, nacido en Agurain - Salvatierra en 1857, era de origen humilde, García nació en Zaragoza en 1860, hija única de una familia burguesa que se trasladó a Pamplona en 1863 para regentar un establecimiento de prendas militares en la Plaza del Castillo. Era una niña bien, que había tenido como profesor de piano a Pablo Sarasate, y se suponía que debía continuar con el negocio familiar. Pero emprendió la carrera de magisterio.
"Teresa García fue una mujer excepcional, y más a finales del siglo
XIX. La educación se destinaba a los varones, relegando a la mujer a un papel
secundario. Se quería una mujer en casa, reina del hogar, buena madre, piadosa,
buena esposa", señalan Julia Monge y Juan Ramón Garai, de Intxorta.
A pesar de que era creyente, García defendía que la Iglesia no se
inmiscuyera en la organización de la sociedad, ni en la educación. "En su
opinión, adiestramiento de carácter y la educación moral eran tareas esenciales
en la escuela. Descartaban la disciplina externa a favor de una obligación
moral interna. No puede basarse en castigos sino en la idea de la corrección y
la reforma", abundan.
Y es que el matrimonio concebía las clases como una conversación
familiar e informal entre enseñantes y alumnado, incentivando un espíritu de
descubrimiento. "Utilizaban métodos intuitivos, realidades en vez de
abstracciones, objetos en vez de palabras, diálogo socrático, el aula debe ser
un taller, quien enseña, dirige, los alumnos y alumnas serán una familia",
señalan Garai y Monge. El programa de estudio incluía, además de las materias
tradicionales, otras asignaturas como antropología, tecnología, ciencias
sociales, economía, arte, dibujo, canto y labores".
Cuando llevaban dos décadas ejerciendo como maestros en Alsasua, donde
nacieron ocho de sus nueve hijos, tuvieron conocimiento de las escuela Viteri,
en Arrasate, unas escuelas libres y laicas en las que estaba presente el
pensamiento ilustrado de la época. En abril de 1902 ganaron las oposiciones
entre los 245 candidatos presentados. Teresa García se jubiló en 1924, a la
edad de 64 años. Su marido en 1927, con 70 años.
Arano fue nombrado hijo adoptivo de Alsasua en 1918 y siete años más tarde, en 1925, hijo predilecto de Arrasate. Tras su fallecimiento, en 1929, se le dedicó una calle, a la que después del alzamiento fascista se le impuso el nombre de Generalísmo Franco. Lo recuperó en 1979. Desde 2013, y a propuesta de Intxorta, comparte el nombre de la calle con su compañera de vida y profesión.
Una mujer para el callejero
ARRASATE
RECONOCE
LA GRAN LABOR DE LA PROFESORA DE LAS ESCUELAS VITERI, TERESA GARCÍA, INCLUYENDO
SU NOMBRE EN LA CALLE DEDICADA A SU MARIDO, MAISU ARANO
Un callejero es
como un libro abierto en el que palpar la historia de un pueblo. Pero, al mismo
tiempo, es un espejo de cómo se ha medido el papel de la mujer en la sociedad.
Arrasate cuenta con 146 calles y plazas que hasta hace apenas unos días obviaban
al colectivo femenino.
Esta maldición del
olvido ha terminado. A partir de ahora, Teresa García, la que fuera maestra de
las desaparecidas escuelas Viteri que formó a numerosas generaciones de niñas,
llevará el nombre de una calle.
La iniciativa ha partido
de la asociación Intxorta 1937 Kultur Elkartea que emplazó al Ayuntamiento a
que añadiera el nombre de Teresa García al de la calle que está dedicada a su
marido, el también profesor de las escuelas creadas gracias a la obra filantrópica
de Pedro de Viteri, Félix Arano (Maisu Arano).
La propuesta fue bien
recibida por los responsables municipales, y esta misma semana el Pleno le ha
dado el visto bueno por unanimidad.
"Teresa jugó un papel
muy importante para su época, así como para su esposo. Si no hubiera sido por
ella, Félix no hubiera realizado la única aportación por escrito sobre cálculo
mental que conocemos, la que llevó a cabo en el Segundo Congreso de Estudios
Vascos (Eusko Ikaskuntza), celebrado del 18 al 25 de julio de 1920 en Pamplona.
Teresa era la persona que le ayudaba y le empujaba en sus debilidades.
Pero ese trabajo no fue
en ningún momento conocido ni reconocido en la sociedad. Se puede afirmar que
Teresa García es, al igual que tantas mujeres de su época, una auténtica
olvidada, quizás el único reconocimiento le llegara exclusivamente por parte de
las escolares que la tuvieron de profesora", consideran los miembros de
Intxorta 1937 Kultur Elkartea, Julia Monge y Juan Ramón Garai. Monge y Garai han
hurgado en la biografía del binomio formado por Félix Arano y Teresa García,
que han dejado "una huella imborrable" entre sus discípulos.
El primero nació el 20 de
noviembre de 1857 en Agurain -
Salvatierra de Alava, mientras que la segunda llegó al mundo tres años
más tarde, el 29 de octubre de 1860 en Zaragoza. Ambos comenzaron en la
enseñanza en Altsasu, con 21 años.
Arano compartirá su calle con Teresa
La asociación Intxorta
1937 reivindica la memoria de su esposa la maestra Teresa García. El Ayuntamiento
podría rebautizar el paseo del Maestro Arano para añadirle el nombre de la
maestra Teresa García
Dice el proverbio que detrás de todo gran hombre siempre hay una gran mujer. La máxima, pese a sonar hoy rancia y machista, no podría ser más cierta en el caso del insigne «maestro de maestros» Félix Arano Sáez de Adana (Agurain - Salvatierra 1857-Mondragón 1929). Y esa gran mujer fue su esposa Narcisa Teresa García Hernández (Zaragoza 1860 - Bilbao 1957).
Juntamente con su marido,
Teresa García impartió su magisterio durante más de 20 años en la Fundación
Viteri. Pero eran otros tiempos, y el reconocimiento a la brillante labor
pedagógica ejercida por este matrimonio de docentes recayó únicamente en el
marido. Nadie ha reparado hasta ahora en rendir tributo a aquella abnegada
maestra de escuela y madre de 9 vástagos.
La historiografía ha
atribuido en exclusiva a Félix Arano el mérito de haber convertido a Arrasate
en un «referente educativo», y de haber 'sembrado' la semilla formativa que
fructificaría en el desarrollo económico y social experimentado por la villa
durante el siglo XX.
Arano sería investido en
1925 Caballero de la Orden Civil de Alfonso XII, y aquel mismo año, nombrado
Hijo Adoptivo por el Ayuntamiento. A su fallecimiento en 1929, la Corporación
Municipal rebautizó la calle del Medio -vía principal del casco histórico- con
su nombre.
Y su retrato, pintado por
Hombrados Oñativia, decora desde entonces el Salón de Plenos junto a los
lienzos de otros dos eximios próceres como Esteban de Garibay y Pedro de
Viteri.
Pero ¿qué fue de su esposa Teresa García? El nombre esta maestra que tan imborrable huella dejó en varias generaciones de niñas y jóvenes arrasatearras se ha desvanecido en las brumas de la historia. La figura de esta legendaria educadora ha caído en el olvido al que parecen abocadas más mujeres que hombres. La asociación cultural Intxorta 1937 se ha propuesto rescatar la figura de la primera maestra de las escuelas de Viteri. Pretenden que su nombre luzca junto al de su marido en la calle dedicada al afamado Maisu Arano.
Los miembros de Intxorta 1937 Juan Ramón Garai y Julia Monge han
propuesto al Ayuntamiento que rebautice la actual calle 'Maisu Arano
Pasealekua' con la nueva denominación 'Arano eta García Maisu-Maistrak
Pasealekua'. Un humilde gesto para reparar un agravio que se remonta al menos a
hace 34 años. La medida se someterá al Pleno Corporativo en la sesión plenaria
que tendrá pasado mañana martes 5 a las 18.00 horas.
Fue en abril de 1979, con
ocasión de los 50 años del fallecimiento de Arano, cuando el Ayuntamiento acordó
imponer su nombre al céntrico paseo que recorre los bancos del Portalón, desde
el Portal de Abajo hasta las oficinas del BAZ. Los miembros de la primera
corporación de la democracia reparaban así un agravio que se remontaba a 1936.
El nomenclátor callejero franquista había apeado con prontitud al maestro Arano
-mal visto por el régimen- de su titularidad sobre la antigua calle del Medio,
que ostentaba desde 1925. Esta arteria principal se llamaría en adelante
General Franco.
Al término de la dictadura
la calle mayor del casco histórico recuperaría su nombre primitivo de Erdiko
kale. Y el maestro Arano continuaría apeado del nomenclátor callejero hasta
1979.
Fueron los escritos de
protesta y la presión de una opinión pública quejosa del «olvido a que le
tenemos sometido a quien tanto hizo por Mondragón» los que indujeron al
consistorio a bautizar con el nombre de Paseo del Maestro Arano la calle que se
extiende desde el arco del Portal de Abajo hasta las oficinas del BAZ. Arano
arrebataba así la titularidad de esta calle al tristemente célebre General
Mola. Igual que Sebero Altube desbancaba a los Mártires de la Tradición el
tramo de calle que va del Portal de Abajo hasta el bar Bengoa.
Zaragoza
Narcisa Teresa García Hernández había nacido el 29 de octubre de
1860 en Zaragoza. Hija única de una familia de comerciantes que en 1863 se
estableció en Pamplona para regentar un establecimiento de prendas militares en
la Plaza del Castillo. Teresa, una niña bien que había tenido como profesor de
piano a Pablo Sarasate, emprendió la carrera de magisterio en lugar de
continuar con el negocio familiar.
Concluida la carrera, Teresa se presenta a las oposiciones
convocadas para cubrir una plaza de maestra en Alsasua. En la preparación de
las pruebas coincide con el joven maestro Félix Arano, quien desde febrero de
1879 ocupa interinamente la plaza de maestro en Alsasua.
Natural de Agurain -
Salvatierra y nacido en el seno de una familia muy humilde, Félix había sido
alumno del profesor Marcos Sagasti, y destacó muy pronto por su inteligencia. A
los 12 años era ya ayudante del maestro
Tras los exámenes celebrados en octubre, la Junta Local de
Instrucción Primaria de Alsasua, compuesta por el alcalde, el párroco y varios
padres de familia, acuerda nombrar maestro y maestra a Félix Arano y Teresa
García el 4 y el 11 de diciembre de 1881 respectivamente. Allí se conocieron,
se enamoraron y se casaron Teresa y Félix.
Piano y lectura
«Teresa, además de al piano, era muy aficionada a la lectura, muy
puntillosa en las labores manuales, buena organizadora, ordenada y muy
disciplinada. Además era muy creyente», según el perfil que de ella realizan
Garai y Monge
Félix, por su parte, era «liberal, no creyente. En una biografía
de quien fuera su profesor, se destacaba de él su ilustración, honradez,
laboriosidad y bondad de carácter. Gran conversador, no le gustaba escribir, le
gustaba sobre todo las relaciones personales.
Persona enérgica y dinámica
pero poco disciplinada, caminante, le gustaba dar largos paseos a paso ligero».
La pareja impartió su magisterio en la localidad navarra durante
20 años. Su modelo pedagógico era muy próximo al de la Institución Libre de
Enseñanza, que auspiciaba una educación laica y alejada de los dogmas
religiosos y políticos, y basada en la honestidad, la tolerancia y la equidad.
Como recalcan Garai y Monge, «para ambos, el adiestramiento del carácter y la
educación moral eran tareas esenciales de la escuela. Descartaban la disciplina
externa a favor de una obligación moral interna. No puede basarse en castigos,
sino en la idea de la corrección y la reforma».
Concebían las clases como «una conversación familiar e informal
entre enseñantes y alumnado, incentivando un espíritu de descubrimiento:
métodos intuitivos, realidades en vez de abstracciones, objetos en vez de
palabras, diálogo socrático, el aula debe ser un taller, quien enseña, dirige,
los alumnos y alumnas serán una familia. El programa de estudio incluía, además
de las materias tradicionales, otras asignaturas como antropología, tecnología,
ciencias sociales, economía, arte, dibujo, canto y labores». Para Arano y
García la vocación debía «cultivarse por encima de cualquier otro interés o
ambición».
A Mondragón
Cuando llevaban dos décadas ejerciendo en Alsasua tuvieron
conocimiento de la creación de la escuela de la Fundación Viteri en Arrasate.
Félix Arano y Teresa García ganaron en abril de 1902 las oposiciones de entre
los 245 candidatos presentados.
Se convirtieron así en
maestro y maestra de las primeras escuelas libres y laicas fundadas en
Arrasate.
Las escuelas promovidas
por el filántropo Pedro Viteri se fundaban en el «pensamiento ilustrado
europeo. La razón estaba por encima de la oscuridad: las libertades, la
tolerancia, la defensa de la naturaleza, la educación, la enseñanza de las
ciencias: matemáticas, física... el progreso» eran sus señas de identidad.
Y Teresa y Félix
comulgaban con las ideas renovadoras de Viteri en una época de «lucha
ideológica, entre conservadores, que anteponían al sacerdote sobre el poder
civil, y los liberales, que no estaban en contra de la religión pero sí del
clericalismo.
Es decir, de que se
oponían a los curas se inmiscuyeran en la esfera del Estado y de la enseñanza»
en palabras de Garai y Monge.
Jubilada en 1924
Teresa se jubiló el 26
de abril de 1924, a la edad de 64 años. Félix Arano lo hizo el 1 de diciembre de
1927, a la edad de 70 años.
También trabajó con el
matrimonio, Luis Armengou, un artista pintor, quien daba clases en la escuela
de artes y oficios. Él es el autor de una pintura de Teresa García que su
familia cedió a la asociación Intxorta 1937, quien a su vez lo dejó en manos
del Ayuntamiento para su restauración. Pero el coste de dicha restauración,
presupuestado en 6.000 euros, está demorando la intervención debido a las
estrecheces presupuestarias del consistorio.
A los 2 años de su jubilación, el 23 de abril de 1929, Félix Arano
fallecía y era despedido en una muestra de dolor que «constituyó una imponente
y nunca vista manifestación en la que todo el pueblo sin distinción de clases
ni ideas acompañó con lágrimas en los ojos, lágrimas de desconsuelo, a su
última morada los restos de aquel que dejó sembrada la semilla regeneradora de
una nueva e ilustrada juventud en el pueblo que tanto amó», según se lee en la
memoria municipal de aquel día.
Amigos de los Arano-García
El matrimonio Arano-García,
con su labor docente, se había ganado el corazón de un amplio espectro de los
mondragoneses. Un total de 2.134 vecinos, la práctica totalidad del padrón
municipal, firmó el libro que se le regaló a Arano en 1925 con ocasión de su
nombramiento como hijo adoptivo de la villa.
Sus amistades incluían a
personalidades de signo liberal, como el médico Casimiro Labajos Moreno,
Ricardo Añíbarro, Ricardo Azcoaga, Eugenio Resusta. pero entre los firmantes
estaban tmbién el párroco Joaquín Arin, el socialista Celestino Uriarte, el
republicano Felipe Letona, el nacionalista José Gorroñogoitia, el
tradicionalista Domingo Arzamendi e incluso el pelotari Juan Bautista Azkarate
'Mondragonés'» señalaba Juan Ramón Garai.
Angelita Arano
La vocación docente de
Félix y Teresa tendría su continuación en su hija Ángeles. Angelita Arano
García, nacida en Alsasua en 1901, un año antes de que la familia se afincara
en Mondragón, 'heredó' el puesto de maestra de las escuelas de Viteri a la
jubilación de su madre. Era la penúltima de 9 hijos -cuatro fallecidos
tempranamente- de los cuales sólo el último, Rafael, vendría al mundo en
Mondragón, en 1902.
Posteriormente emigró a América.
Angelita Arano ejerció en las escuelas de Viteri hasta que en
julio de 1936, tras el estallido de la Guerra Civil, sus instalaciones fueron
ocupadas por los milicianos del Frente Popular.
La toma de Mondragón por
los franquistas en septiembre de aquel año obligó a Angelita Arano y a su madre
Teresa a huir a Bilbao. Las nuevas autoridades franquistas, poco amigas de la
enseñanza laica y progresista de la Fundación Viteri, suprimieron para siempre
esta institución.
Las clausuradas escuelas de
Viteri no reabrirían sus puertas hasta 1943 reconvertidas en la Escuela
Profesional fundada por don José María Arizmendiarrieta.
La depuración de maestros
de la república acabó con la carrera docente de Angelita, que fue inhabilitada
para ejercer y obligada a subsistir impartiendo clases particulares.
Madre e hija, junto con
su marido e hijos, se establecieron en Bilbao, y allí murió Teresa a la edad de
97 años el 11 de septiembre de 1957.
Tres biografías de magisterio
Viteri
plantó la semilla de la renovación educativa en Mondragón, y el maestro Arano
primero y Don José María Arizmendiarrieta después, con su Escuela Profesional,
la cultivaron.
Viteri, Arano y
Arizmediarrieta.
Tres
biografías dispares pero unidas por un denominador común: la enseñanza como
base del progreso humano, social y económico. Mondragón no sería hoy lo que es
si Viteri no hubiera levantado en 1902 la escuela en la que el maestro Arano
impartió su docto magisterio durante 27 años, y donde cuarenta años después, en
1943, Arizmendiarrieta fundara la Escuela Profesional de la que nacería el
cooperativismo mondragonés.
La profesora
e historiadora Anabel Ugalde ha investigado el paralelismo que une a estas tres
personalidades que tan profunda huella han dejado en el Mondragón
contemporáneo.
El siglo XIX
no fue precisamente campo abonado para cultura y la educación en el País Vasco,
y al comienzo del siglo XX no había en Mondragón más que «escuelas municipales
de primaria, desperdigadas y sin apenas entidad, y un parvulario de
beneficencia regentado por monjas» describe Ugalde.
Es en ese
contexto donde Pedro de Viteri (1833-1908) emprende su obra filantrópica
fundado en 1902 las escuelas que llevarían su nombre.
Viteri había
nacido en Mondragón pero desde muy joven se estableció con su familia en
Baiona, «donde se formó en el sistema de enseñanza napoleónico, respetuoso con
las tradiciones cristianas pero imbuido de las ideas ilustradas», afirma
Ugalde.
Viteri vivió
también en Madrid, Londres y París. En 1874 se casó en inglaterra con la
católica Celine Wood, y el matrimonio, tras recorrer diversos países europeos
se estableció en Biarritz.
A la muerte de
su hermano Bernardo en Zacatecas (México), se convierte en dueño de una inmensa
fortuna. La falta de herederos le impulsó a emplear su dinero en mejorar su
localidad natal y fomentar la instrucción en la provincia, comenzando por
Mondragón.
Desde que
salió siendo un niño, Viteri no volvió a Mondragón hasta 1893, con 60 años, y
lo hizo «para comunicar al alcalde sus intenciones», en palabras de Ugalde.
Mondragón,
«que apenas había visto alterada su fisonomía desde que en el siglo XVIII se
construyera el ayuntamiento barroco y se sustituyeran las puertas de la muralla
por los arcos que vemos en la actualidad, se vio sacudida por el espíritu
renovador de Viteri: compró y remozó las ruinas de la casa de Garibay, embelleció
la villa con jardines, planteó trasladar la iglesia para despejar el centro,
construyó una plaza de abastos de hierro y cristal, muy al estilo de la
modernidad arquitec- tónica europea...
Y por último
edificó la primera de las 10 escuelas que levantó en otras tantas localidades
de Gipuzkoa. En su mecenazgo escolar se dejó unas 800.000 pesetas, en una época
en la un obrero «ganaba el equivalente a 170 pesetas al mes y el presupuesto
anual del Ayuntamiento de Mondragón ascendía a 64.000 pesetas» según Ugalde.
Félix Arano
La
historiadora Anabel Ugalde sostiene que estas escuelas comenzaron y casi
finalizaron su andadura con el maestro Félix Arano (Agurain - Salvatierra
1856-Mondragón 1929). De origen humilde, cursó por libre la carrera de magisterio
ayudando al maestro titular de su localidad natal. Pero su talento y dedicación
han contribuido a que el recuerdo que este hombre dejó en sucesivas
generaciones de mondragoneses sea imborrable.
Profundamente
religioso, entendiendo la religión en su medida, liberal, se caracterizó por su
integridad y por su amor a la naturaleza. Le «gustaba someter a votación
cuestiones que afectaban a la buena marcha de la escuela y estaba muy
preocupado porque los jóvenes consumían vino, posiblemente el 'botellón' de la
época», explica Ugalde.
Pero por si por alguna circunstancia destacó Arano
«fue por su método de cálculo mental. La fama del maestro Arano era tal que,
presentándolo como maestro de maestros, le llamaban de distintos puntos para
que acudiera con algunos de sus escolares con el fin de demostrar la excelencia
de su método».
La profesora e investigadora Anabel Ugalde subraya que
Félix Arano fue un «hombre proverbial» para Mondragón. Comprendió que la
industrialización demandaba personal cualificado para ocupar puestos
intermedios, ya que los principales estaban reservados a las elites que se
formaban fuera. Y así fue cómo las escuelas Viteri satisficieron tal demanda.
Independientemente de su origen o clase social, las clases populares accedieron
a puestos de responsabilidad, muchos de carácter administrativo, gracias a la
educación recibida».
El declive iniciado tras el fallecimiento de Arano en
1929 se vio rematado con el estallido Guerra Civil de 1936. Las nuevas
autoridades clausuraron el centro.
Arizmendiarrieta
Don José
María Arizmendiarrieta (1915-1976) llegó a Mondragón en 1941, y se encontró con
una villa «rota por la guerra, dividida, empobrecida y hambrienta», describe
Ugalde.
El joven
sacerdote de Markina, «hijo de baserritarras, austero, exigente, generoso,
honesto, muy poco convencional y con inquietudes sociales», emprendió, «no sin
trabas ni cortapisas, infinidad de actividades de toda índole con las que trató
de ilusionar a la juventud, necesitada de estímulos para pensar en clave de
futuro: desde representaciones teatrales, hasta cabalgata de reyes, quinielas
con las que financiar el equipo de la Juventud Deportiva Mondragón, o la
constitución de la Asociación Mondragonesa del Hogar para construir viviendas».
El panorama de
la educación en Mondragón no era muy halagüeño. La Unión Cerrajera había creado
la Escuela de Aprendices en 1939, y a ella accedían anualmente 12 jóvenes que
debían ser hijos de empleados de la empresa.
El resto se
incorporaba a la vida laboral con 14 años. Arizmendiarrieta consiguió que se
«admitiera a algunos alumnos ajenos a la Cerrajera, y, finalmente, fundó en
1943, con el beneplácito de industriales, obispado y ayuntamiento, la Escuela
Profesional abierta a todos los jóvenes sin distinción.
El nuevo centro
se instaló en un aula de la destartalada Escuela Viteri, en condiciones muy
precarias. Era como si Don José María retomara el testigo de Viteri», resume
Ugalde.
Pero al
contrario que aquel, Arizmendiarrieta no tenía dinero. Lo que sí tuvo fue la suficiente
habilidad para recaudar fondos «entre las empresas y particulares de la zona,
ayuntamiento, diputación y acción católica, para atraerse a la administración
franquista y conseguir lo que hiciera falta para dotar a la escuela de todo lo
necesario, incluso cambiando de sede en dos ocasiones hasta la construcción en
1963 del actual complejo de Eskola Politeknikoa y Mondragon Unibertsitatea.
En 1957 se
reconoció oficialmente a la Escuela Profesional como centro de enseñanzas
regladas en los grados de oficialía y maestría, y a los dos años se constituyó
en cooperativa. Finalmente, en 1968, hace exactamente 40 años, es reconocida
como Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica, precursora de MU.
Con el fin de
posibilitar el acceso a alumnos procedentes de otros lugares, Arizmendiarrieta
impulsó la construcción de una residencia que en 1964 se inauguró como Colegio
Menor Viteri, y que desde 1995 es Colegio Mayor Viteri.
Baleike pide colgar un
retrato de Teresa García en el salón de plenos de Arrasate
Arano,
Viteri y Garibay son los hijos predilectos que decoran el salón, y no hay hijas
| Una moción de Baleike plantea la equiparación de género añadiendo los cuadros
de la maestra Teresa García y otras dos mujeres por determinar
Plenos. Con los retratos
de Garibay, Viteri y Arano.
La decoración
del salón de plenos del ayuntamiento de Arrasate podría por
primera vez incorporar el retrato de una mujer ilustre en un coto
tradicionalmente masculino en exclusiva.
El grupo
municipal de Baleike-Podemos presentará hoy una moción que propone colgar un
retrato de la maestra Teresa García, donde hasta ahora solo relumbran los
cuadros de su marido, el célebre maestro Félix Arano (Agurain 1856-Mondragón
1929), del filántropo Pedro de Viteri (Mondragón 1833-Biarritz 1908) y del
cronista real e historiador Esteban de Garibay (Mondragón 1533-Madrid 1599).
Todos ellos
hijos predilectos de la villa gracias a sus más que acreditados merecimientos.
Pero llama la atención que no haya ninguna mujer que ostente tal reconocimiento
y figure con su retrato en la galería de personajes insignes que adorna el
salón de plenos.
Maestra
Narcisa Teresa
García Hernández (Zaragoza 1860-Bilbao 1957) y su marido Félix Arano llegaron a
Mondragón en 1902 para hacerse cargo de la recién inauguradas escuelas de la
Fundación Viteri.
Ambos
impartieron su magisterio durante más de 20 años, Félix a los niños y Teresa a
las niñas. Pero eran otros tiempos, y el reconocimiento a la brillante labor
pedagógica ejercida por este matrimonio de docentes recayó únicamente en el
marido.
No
comenzaría a repararse el agravio a aquella abnegada maestra de escuela y madre
de 9 vástagos hasta que en 2013 el ayuntamiento, a propuesta de la asociación
memorialista Intxorta 1937, aprobó rebautizar el paseo Maestro Arano
añadiéndole el nombre de su esposa. Desde entonces se llama paseo de los
maestros Arano y García.
La
historiografía ha atribuido en exclusiva a Félix Arano el mérito de haber
convertido a Arrasate en un «referente educativo», y de
haber 'sembrado' la semilla formativa que fructificaría en el desarrollo
económico y social experimentado por la villa durante el siglo XX.
Arano sería
investido en 1925 Caballero de la Orden Civil de Alfonso XII, y aquel mismo
año, nombrado Hijo Adoptivo por el ayuntamiento. A su fallecimiento en 1929, la
Corporación Municipal rebautizó la calle del Medio con su nombre (tras la
guerra se rebautizaría como General Franco). Y su retrato, pintado por
Hombrados Oñativia, decora desde entonces el Salón de Plenos junto con de
Esteban de Garibay y Pedro de Viteri.
Fue en abril
de 1979, con ocasión de los 50 años del fallecimiento de Arano, cuando el
ayuntamiento acordó imponer su nombre al céntrico paseo que recorre los bancos
del Portalón, desde el Portal de Abajo hasta las oficinas del BAZ.
Narcisa
Teresa García Hernández había nacido el 29 de octubre de 1860 en Zaragoza. Hija
única de una familia de comerciantes que en 1863 se estableció en Pamplona para
regentar un establecimiento de prendas militares en la Plaza del Castillo.
Teresa, una
niña bien que había tenido como profesor de piano a Pablo Sarasate, emprendió
la carrera de magisterio en lugar de continuar con el negocio familiar.
Concluida la
carrera, Teresa se presenta a las oposiciones convocadas para cubrir una plaza
de maestra en Alsasua. En la preparación de las pruebas coincide con el joven
maestro Félix Arano.
Otras dos mujeres más
La propuesta
de colgar el retrato de Teresa García se complementaría «antes del fin la
legislatura» con la colocación de otros dos cuadros más correspondientes a
otras tantas mujeres ilustres. Baleike propone que sean las «técnicas del
Emakume Txokoa y agentes del movimiento feminista» quienes se encarguen de
determinar los nombres de estas mujeres cuyos retratos se añadirán al de Teresa
García para equiparar la presencia hombres y mujeres insignes en el salón de plenos de
Arrasate.
Libro de bautismo
Felix
(Feliz) Antonio Arano Saez de Adana
Es hijo de Rafael Arano Egaña y de Antonia Saez de Adana Centol.
Rafael Arano
Egaña y Antonia Saez de Adana Centol se casan en Salvatierra en 1847
(1847-11-10) y de este matrimonio nacen 7 hijos:
-Escolástica
(1849)
-Bartolome
Gregorio (1851). Y muere en 1853 (1853-09-15)
-Sebastiana
Josefa (1854)
-Félix
Antonio (1856) - (Aparece como Feliz)
-Lucía
(1859)
-Anacleto
(1862). Y muere con 13 meses en 1863
-Gregoria
(1864)
Rafael Arano Egaña
Es natural
de Bergara. (Guipuzcoa)
Es hijo de
Jose Arano, natural de Plasencia (Guipuzcoa), y de Ana María Egaña, natural de
Itziar (Guipuzcoa).
Padres e
hijo son guipuzcoanos.
En su
partida de defunción (1897-12-25) se señala que se llama Rafael Francisco.
Muere a los
71 años de edad de muerte natural (hemorragia cerebral).
No testó.
Se indica
que su profesión es tejedor.
Parece que
trabaja y vive en San Juan, no sé si en la Calle Mayor (parroquia de San Juan)
o en la Plaza de San Juan. (eso lo que
tengo que buscar en el Archivo de Agurain).
Antonia Saez de Adana Centol.
Es natural
de Agurain - Salvatierra.
Es hija de
Yldefonso Saez de Adana Perez de San Roman y de Josepha Centol Alecha.
Sus padres
son los dos naturales de Salvatierra y ahí se casan en 1818 (1818-02-07).
Yldefonso es
hijo de Celedonio, natural de Adana (Alava), y de Rafaela, natural de Alegría –
Dulantzi (Alava).
Josepha es
hija de Juan Joseph, natural del barrio de Opaqua (Hergoiena de Agurain), y de
Toribia, natural de Alaiza (Alava).
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