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jueves, 3 de marzo de 2022

Jose Carlos Fernandez Marcote

 

José Carlos Fernández Marcote

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José Carlos Fernández Marcote

Agurain- Salvatierra – 27 de Mayo de 1950


José Carlos Fernández Marcote


Pintor contemporáneo alavés, nace en la villa de Salvatierra-Agurain el 27 de mayo de 1950. Primeras comparecencias públicas en certámenes provinciales. Así, obtiene el segundo premio en el XXV Certamen de Arte Alavés (1968) con el cuadro "Pintura 2"; composición "oscura de diluido tratamiento y con influencia cubista en la interpretación de las masas y los volúmenes", tal como apuntó la crítica de entonces. Repitió el mismo galardón en la edición siguiente con "Niña de los alrededores", para conseguir un accésit en 1970 con "Composición". En 1971, tercer premio con "Composición en gris".

Asimismo, participó en los certámenes instaurados por la Caja Provincial a finales de los años sesenta: los Salones Navideños de Pintura. En la primera edición (1969) concurrió con la obra "Frente al Portalón". Consignamos igualmente el envío de la obra titulada "Paseo por los suburbios" al IV Salón Navideño (1972). Anteriormente, con dieciséis años, había remitido el cuadro "Inspiración" a la III Anual Plástica (1966) del Ayuntamiento de Vitoria. Conseguirá el segundo premio en la VI Anual (1969) con "Niña alrededor". En la VII Anual concursa con las piezas "Niño desnudo" y "Mesa de conferencias", y en la VIII Anual con "Composición nº 2 (Mi familia)". También concurrió, en 1969, al Premio Alcántara de Madrid.

Con una biografía todavía por definir, cuenta ya en esos años con un par de tempranas exposiciones individuales en la capital alavesa: en 1967 y 1970. Unas semanas antes de celebrarse la segunda muestra individual en suelo vitoriano -en la sala Independencia, mes de abril-, había expuesto en Eibar, en la Sociedad Cultural Arrate: cuadros, dibujos y aguafuertes inscritos en un estilo realista, credo pictórico que viene reforzado por sus años de estudio (1966-1971) en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, como alumno que fue del maestro Antonio López. Un magisterio latente en su obra, con pervivencias, y un maestro a quien recuerda vivamente Marcote en lo personal, sobre todo por la actitud y el sentimiento que el pintor de Tomelloso sabía transmitir humildemente a sus educandos.


Oleo de Carlos Marcote de la Llanada Alavesa


En 1971 participa en la exposición madrileña "Grupo de Jóvenes realistas", en la galería Seiquer, antesala de su posterior viaje y estancia en Nueva York (1973-1977). Durante el último año en la ciudad norteamericana expondrá individualmente en la galería Ben Jonhson Fine Art, además de ser uno de los seleccionados en la colectiva "Artist 77", Unión Carbide Building. A su regreso se instalará en Cuenca, donde permanecerá hasta 1983, fecha de su definitivo retorno a Vitoria.

A mediados de 1985, del 3 al 20 de junio, es uno de los diez artistas alaveses seleccionados para participar en el I Taller Abierto de Pintura organizado por el Ayuntamiento vitoriano en el paraninfo de la Escuela de Artes y Oficios. Al año siguiente concurre al Gure Artea con la pintura sobre tabla titulada "Moto". En 1987 expone a título individual por partida doble: en la galería bilbaína Windsor y, antes de concluir el año, en la sala Independencia de la capital alavesa. Cuadros de mediano formato, preferentemente de paisaje, y algunos retratos enmarcados en unos espacios reales más o menos identificables. Ambas exposiciones vislumbran ya los actuales postulados estéticos de Carlos Marcote.

Posteriormente, sin desvincularse de los Estados Unidos de Norteamérica, nación con la que mantiene estrechos lazos personales, expondrá en Los Ángeles (California). La galería Free Hand será el escenario de sus dos próximas muestras individuales: en 1989 y 1994.
Entre ambas fechas, cabe reseñar su inclusión en la colectiva "Tierra de nadie", presentada inicialmente en el Centro Cultural de la Villa de Madrid (Plaza de Colón) en 1992, con posteriores itinerancias, entre otros lugares, a la sala Amárica de Vitoria (junio/julio, 1992) y al Museo de Bellas Artes de Bilbao (marzo, 1993). Comparte andadura y espacios expositivos con una nueva generación de pintores realistas, entre otros, con los guipuzcoanos Jesús María Lazkano y Clara Gangutia, además de con José Manuel Ballester, Roberto González, José María Mezquita, Guillermo Muñoz Vera, Matías Quetglas, Fernando Rodrigo, etc.


Oleo de Carlos Marcote del Pantano de Garayo


Aparte de algunas otras colectivas más por estos años, entonces como ahora, no es Carlos Marcote un pintor pródigo en intervenciones públicas. La consistencia técnica de sus trabajos, que requiere un laborar muy pausado, con el añadido de que los cuadros terminados en la tranquilidad del estudio encuentran casi siempre un comprador, dificulta que pueda almacenar obras para luego mostrarlas en las exposiciones, sobre todo, si se tratan de carácter individual. Aun así, después de varios intentos postergados en el tiempo, la sala Amárica acoge en septiembre de 1997 una retrospectiva que reunirá casi sesenta óleos de sus principales etapas creativas. Experiencia individual, con obra más reciente, que repetirá en el Espacio Marzana de Bilbao, en enero de 2004, con una docena de cuadros.

En octubre de 2005 participa en "Visiones de la realidad. Segunda generación". Propuesta que pudo contemplarse en la sala Fundación Caja Vital de Vitoria y en la que figuraron también los locales Javier Hernández Landazabal y Marina Gómez Madrid, con Aquerreta, Gangutia, Lazkano, Carlos Díez Bustos, Roberto González, José María Mezquita, Matías Quetglas, Fernando Rodrigo, Eduardo Verdasco, etc...


Óleo de Carlos Marcote del Pantano de Garayo desde Guevara


El hiperrealismo lumínico de Marcote

Este pintor concentra la mirada en el paisaje, preferentemente el rural, en menor medida el urbano; en la observación y recreación de arquitecturas (pos)industriales; en rincones cotidianos y humildes, a veces abandonados, y en las composiciones de retrato. Género éste cuya sensibilidad y apetencias se inclinan más hacia el entorno familiar o hacia el círculo de amistades, sin descuidar por ello el siempre remunerado mundo de los encargos.

Es la suya una pintura de enorme pureza formal, de pincelada muy analítica y minuciosa; de un descriptivismo visual que estimula a partir de varias constantes. A través del rigor dibujístico, disciplina que enriquece y potencia con el aplique leve, casi evanescente, de la materia pictórica, sin apenas rastro de las densidades propias del óleo. Otra constante recae en la combinación de perspectivas más o menos reales, más o menos ilusorias, y otra más, por ejemplo, a través de la utilización muy estudiada de determinados focos de luz. Luces y planteamientos lumínicos que, en su dialéctica, resaltan las tonalidades de un mismo color de manera muy viva y contrastada. Gusta de trabajar con luz artificial.
Y aunque recurre a la fotografía para sus trabajos pictóricos, en su práctica realista, o hiperrealista, se mueve Marcote en la ambivalencia: en la libertad de añadir o quitar elementos de esa realidad que tiene delante de sí para ofrecer otra realidad pormenorizada, verista eso sí, pero "manipulada". De acuerdo con su propia interpretación personal de las cosas. Pintor, así pues, adscrito estilísticamente al realismo, aunque conserva muy sutilmente ese toque surreal heredado de etapas anteriores, desde los mismos albores de su carrera profesional.

Santiago ARCEDIANO SALAZAR (2006)

Carlos Marcote se mete en "La piel de la tierra" desde la Casa de Cultura

El proyecto Amarika abre sus puertas al artista de Agurain.

Han pasado ya ocho años desde su última exposición individual en Gasteiz, aunque hace un lustro participó en una colectiva llevada a cabo en la capital alavesa. El tiempo pasa aunque no lo parezca. Eso sí, él no ha estado inactivo. Para nada. De todas formas, ese tiempo de separación de Vitoria va a terminar hoy de la mano del Proyecto Amarika. Lo hará en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa. Carlos Marcote presenta La piel de la tierra.

El artista de Agurain reúne bajo este título un total de 43 piezas elaboradas durante los últimos cuatro años, obras que muestran a su manera esos espacios recónditos que al creador le han dicho algo tras encontrarse con ellos perdido "en esas carreteras comárcales que parecen perdidas", comentó ayer el autor en la presentación de una muestra que permanecerá abierta en el edificio de la Florida hasta el próximo 5 de septiembre.

El paisaje, sobre todo el correspondiente a la naturaleza aunque también pidan su paso diferentes elementos arquitectónicos, es el gran protagonista de esta amplia visión de lugares que se presentan anónimos aunque en algunos casos sean identificables. Marcote huye de localismos, de ahí que no se titulen las piezas para no dar pistas de la ubicación de cada lugar. Lo importante no es el dónde. "Me interesa la luz, la piel, cómo se ilumina, el aire, la atmósfera... esas son mis búsquedas", describió.

En ese camino por localizaciones del País Vasco pero también de otras zonas cercanas hay una excepción, un cuadro que, en realidad, es el primero en encontrarse con el público. Ahí, como dijo el artista, aparece otra piel, "la que más me importa", la humana, la de su hija. Es la única concesión. En el resto, es la naturaleza, la piedra, el agua y el cielo quienes copan la atención.

Con una precisión milimétrica, obras de distintos formatos se presentan casi como fotografías. La realidad está, aunque detrás de ella se escondan tantas lecturas como espectadores pasen por la Casa de Cultura durante este tiempo.

Un nuevo encuentro con un Marcote que es ya todo un veterano del panorama alavés, cuyas creaciones se encuentran en colecciones cercanas como la de Artium y lejanas como la de la Universidad Thomas Jefferson de Estados Unidos.

Ahora es Amarika quien le invita. Y él acepta gustoso. "Estuve en la exposición que en este mismo lugar tuvo hace unos meses Juan Sagastizabal, que es un buen amigo. De ahí surgió esta oportunidad y no puedo estar más que agradecido", comentó. Ahora ya se puede ver el resultado.


Carlos Marcote

ESPACIO MARZANA inauguró una nueva temporada de exposiciones con la exposición de pinturas del artista aguraindarra CARLOS MARCOTE, uno de los representantes vascos más personales y significativos del Realismo pictórico.


Carlos Marcote (Salvatierra, Alava, 1950) es un artista cuya trayectoria se inicia a finales de los años 70 con un compromiso claro por el Realismo. Su obra estuvo presente en las importantes colectivas que revisaron esta corriente pictórica: en 1990 en “Evolución y continuidad del Realismo. 1971-1990”, (Galería Seiquer, Madrid), y en 1992 en la exposición “Tierra de Nadie”, celebrada también en Madrid en 1992 en el Centro Cultural de la Villa.

En 1997 la Sala Amárica de Vitoria organizó una completa retrospectiva de su trabajo y numerosos coleccionistas privados, así como museos y entidades financieras, poseen obras de este singular pintor alavés que ahora exhibe sus obras en ESPACIO MARZANA, donde ya expuso en enero de 2004.



Fiel a sus intereses, Carlos Marcote plantea la representación de la realidad desde una actitud reflexiva que está siempre atenta a los sentidos. “Mi obra parte de los elementos básicos que están presentes en la realidad visual de la naturaleza, pero relacionados con los componentes humanos y sus derivaciones”, explica el artista.


Sus cuadros, con una técnica firme y precisa, reflejan paisajes pero “transformados” por él. “Dentro de lo estrictamente representado intento que exista un lugar para lo ausente”. Por eso Marcote define su trabajo como “una invitación a la contemplación y a redimensionar nuestra percepción del tiempo; pero también como una exigencia a la reflexión sensorial y crítica”.intemporalidad, la emotividad de algunos temas, la atmósfera estática y la magia de los ambientes son rasgos que caracterizan la pintura de Carlos Marcote y la diferencian de la obra de otros pintores realistas contemporáneos.


CARLOS MARCOTESalvatierra- Agurain (Alava), 1950

Exposiciones Individuales.

1967 Caja de Ahorros Municipal de Vitoria
1970 Sociedad Cultural Arrate. Eibar
1977 Ben Jonson Fine Art. New York
1987 Windsor Kulturgintza. BilbaoCaja de Ahorros Provincial de Vitoria
1989 Free Hand. Los Angeles, California
1994 Free Hand. Los Angeles, California
1997 Sala Amárica. Vitoria2000 Espacio Caja de Burgos. Burgos
2003 Galería Felisa Navarro. Vitoria
2004 Galería Espacio Marzana. Bilbao
2005 Galería Juan Amiano. Pamplona
2007 Espacio Marzana. Bilbao
2009 Galeria Ansorena. MadridKikilisalda. Vitoria
2009 – Sala Zabalarte de Agurain
2010 Sala Casa de Cultura, Diputación Foral de Alava. Vitoria
Galeria Espacio Nolde. Navacerrada. Madrid

Exposiciones Colectivas
1967 "XXV Salón de Otoño", Madrid.
1969 "Premio Alcantar", Madrid"Salón Navideño de Pintura", Vitoria.

 

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