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domingo, 20 de marzo de 2022

Leyendas de cuevas

 

Leyendas de las cuevas mitológicas de Araba

Sitios con encanto > Mitología de las cuevas
Cueva de los Gentiles encima de Ilarduya y Eguino


LEYENDAS Y CUEVAS MITOLOGICAS

Hay varias cuevas mitológicas en nuestra zona, las más conocidas son las de Lezao, la Leze, Kukuma, San Adrián, Aketegi, San Patricio, San Elías, los Cristinos, Obenkun,  etc..todas ellas estudiadas y mencionadas por Barandiarán, Eguren, Baroja, etc...

Entre Alangua y Eguileor, a los pies de la Sierra de Entzia, nos encontramos con la cueva y manantial de Lezao. Allí, según la mitología del lugar, habitaba Amilamia, un huidizo genio femenino, de gran belleza y cabellos de oro. Favorecía a los pobres con su gran caridad . Entre otros, tenía el poder de sacar harina de un cedazo vacío.


Entrada a la Cueva de Lezao, cerca del Caserío de Lezao en Eguileor – Agurain


Otra de las cuevas mitológicas de nuestra zona se encuentra cerca de la gran cueva de La Goba o La Leze y cuyo nombre, tal y como relata Enrique Eguren, roza con la leyendas de este lugar, se trata de la cueva de los Gentiles.

El término “gentil” en lengua vasca procedería del latino “gentiles”, identificado con el concepto  de pagano para los cristianos. En muchas zonas del País Vasco los nombres dados a los monumentos prehistóricos tiene que ver con los gentiles (entendiendo que ellos, con su vigor físico, serían constructores de los mismos); así jentilbaratzak a los cromlechs y jentilarri o jentiletxe a los dólmenes, lo mismo ocurre con las cuevas como jentilzulo o jentilkoba.

En algunos lugares se vincula la edificación la edificación de iglesias y ermitas con la desaparición de antiguos seres, entre ellos los gentiles, númenes, genios, etc... Pese a todo, esta nueva religión no supuso la destrucción de las antiguas creencias. Muchas de ellas siguieron vivas y otras fueron readaptadas a las interesadas interpretaciones, transmitiéndose de generación en generación.



LA CUEVA DE LOS GENTILES.

Por de pronto, su nombre, traduce su antigüedad legendaria, y si bien es cierto que no es cosa de asignar a aquellos antepasados que pudieron habitarla, atributos de extraordinario poder humano, también es verdad que a cuantos la cueva sirvió de albergue han demostrado cualidades de hombres fornidos, vigorosos, con entereza y decisión de ánimo; a tal conclusión conduce la situación de la cueva y los peñascos inmediatos, existente detrás de los monolitos de Bugarrena y Lenengua.

No es tampoco momento de recorrer las vicisitudes de carácter histórico en las que el ilustre D. Arturo Campion, señala la ocupación de algunas cuevas de estos contornos como verdaderas madrigueras de gentes dispuestas a jugarse el todo por el todo, en acecho del paso de comunicación entre Alava, Guipúzcoa y Navarra. Contaba Eguren en 1929.


La cueva de la Leze


UN DATO SIGNIFICATIVO

A 250 metros del nacimiento del río La Leze y en su orilla izquierda, existe una fuente construida con algunas de las piedras que pertenecieron a la antigua ermita llamada de San Pedro de Lezea y en la que celebraban sus juntas la Cofradía de hijosdalgos.

Aseguran que la cabeza de piedra que allí aparece corresponde a este mismo santo, el primer Papa de la historia. Cuando antaño se acercaban a beber agua, la tradición popular mandaba lavarle lacara al “santo”, y como dato curioso podemos añadir que por su término pasaba la vía romana de Astorga a Burdeos.


En este punto y otros inmediatos al río, en los que aparece a la vista el corte del terreno, se advierte claramente su facies cuaternaria de acarreo. Muy fácil de desmenuzar la piedra amarillenta, con algunos núcleos de pedernal, se puede ver claramente que fue lugar de laboreo de instrumentos de sílex, todo ello muy cerca de la cueva de los Gentiles.


LEYENDAS DE LA CUEVA DE LOS GENTILES

Esta cavidad es uno de los pocos lugares de Alava que hace referencia a éstos míticos personajes. Nos encontramos ante uno de esos lugares donde la historia y el mito se funden en un apasionante abrazo, arropados por un idílico paisaje natural.

LOS GENTILES

Sobre los gentiles se han contado muchas leyendas, aunque no todas coinciden con la descripción física de éstos personajes mitológicos. La leyenda que nos ocupa los describe como cíclopes, es decir, unos gigantes con un solo ojo en medio de la frente, Los humanos comparados con ellos eran simples enanos.

La leyenda, recogida en Ilarduia por el cura del pueblo Carlos Ortiz de Zárate cuenta que en una ocasión un hombre de Eguino se aventuró por el monte, como en otras ocasiones; pero para su desgracia, se topó con unos gentiles que lo capturaron, con la intención de comérselo. Cuando llegaron a la cueva en la que residían, una vieja gentil exclamó gozosa por entre los roídos y negruzcos dientes:


Los gentiles, dibujo de J. Landa

¡Higadillos frescos quiero!¡Higadillos frescos quiero!

El hombre se dio cuenta de que su situación no era muy halagüeña para él, por lo que empezó a pensar en la forma de huir de allí. Calculó que si les pedía que le dejasen hacer sus necesidades, aduciendo padecer un fuerte dolor de tripas, quizás podría tener suerte y se podría escapar. Efectivamente, ellos accedieron a su petición pero, intuyendo sus intenciones, le ataron una cuerda al pie y le señalaron la peña tras la cual podría ir.

El vecino se fue tras la peña. Al cabo del rato le preguntaron:
¿Has acabado?
Él respondió:
Todavía no.

La pregunta se la hacían de forma intermitente. Además para asegurarse que estaba allí, estiraba de la cuerda cada cierto tiempo.

El avispado prisionero ató el cabo a una raíz e, inmediatamente después de que le hiciesen la última pregunta, comenzó a ascender montaña arriba. Sus guardianes estiraban de la cuerda y comprobaban que todavía estaba allí.

Pero cansados de su tardanza, le insistieron con las preguntas y al ver que no había respuestas comprendieron el engaño y se lanzaron a una feroz búsqueda, acompañados de dos de sus sanguinarios perros.

Los perros siguieron su rastro y, en un momento determinado comenzaron a dar vueltas, desorientados, síntoma inequívoco que habían perdido su pista. Los enormes gentiles abandonaron la caza, pensando que ya estaría muy lejos. Sin embargo, muy cerca de ellos, conteniendo la respiración se ocultaba el vecino de Eguino en lo alto de un viejo roble, a salvo de la mirada de sus perseguidores y del olfato de los sabuesos.


Boca de entrada a la Cueva de los Gentiles entre Ilarduia y Eguino


LA LEYENDA DE LA PARTERA DE EGUINO

Cuenta otra leyenda recogida por Carlos Ortiz de Zárate, que en ésta Cueva de los Gentiles de Ilarduia habitaba una familia. La mujer estaba a punto de dar a luz.. Llegado el momento del parto fueron a buscar a la partera de Eguino. Ella acudió solícita, como era habitual en ella. Al entrar en el recinto le llamó la atención el aspecto de la morada, pero, especialmente el pan negro que allí tenían.

Al marchar, tras prestar sus servicios no pudo resistir la tentación de apoderarse de un trozo de aquel pan tan peculiar. Su objetivo no era otro que enseñarle a sus amigas y vecinos y, de paso probar su sabor. Evidentemente no era un pan cualquiera.

En cuanto se lo metió al bolsillo de su delantal, comenzó a sentirse indispuesta. A pesar de sus esfuerzos una fuerza invisible le paralizaba, impidiéndole salir de la cueva. Nunca le había ocurrido nada igual.

Impotente y desconcertada ante aquella situación pidió a los moradores que le ayudaran. Ellos le preguntaron directamente:

-¿No habrás cogido algo de la cueva?
Ella lo negó con rotundidad.
Pero ellos insistieron:
- ¿ Es verdad que no has cogido nada?

Después de varias negativas, al final, avergonzada, la partera tuvo que reconocer que había escondido en su delantal un trozo de aquel pan negro. Había cedido a la curiosidad.

- Pues esa es la razón por la que no puedes salir de aquí. Déjalo en el lugar en el que se encontraba y no tendrás problemas para regresar a casa.
Y así fue. Una vez que dejó el trozo de pan, pudo marchar tranquilamente a su hogar.



AKETEGUI , LA CUEVA DE LOS OSOS

Cueva situada en la cordillera de Aizkorri, cerca de donde se encuentran las Parzonerías de Alzania, San Adrián, Olza y Urbia. El rey Enrique III hizo merced a Fernán Pérez de Ayala, conde de Salvatierra de todas las sierras, montes y “mortueros” pertenecientes  a la corona real, librado en Tordesillas en 1401, hay noticias de escrituras otorgadas entre las Villas de Salvatierra y Segura en la Cueva de San Adrián el 16 de Noviembre de 1440 y 18 de Diciembre de 1451.

Ésta cueva ha sido citada por diversos autores: “En la caverna de Aketegui se hallan restos de <Ursus spelaeus> Ramón Adán de Yarza en 1884. “Descripción Física y geológica”. Puig y Larraz en 1894 “Cavernas y Simas de España” dice: “Me ha solido referir un labriego que fue guía  que algunos extranjeros que visitaron la caverna que existen enormes huesos y otros objetos y que las personas que  él acompañó llevaron varios encontrados. (San Adrián – Aitzgorri).

Cueva que tiene numerosas leyendas mitológicas que aún perduran en Cegama, Cerain y Segura. (Alfonso María de Zabala- Rev. Euskalerria-1894).

José Miguel Barandiaran en “Las cavernas prehistóricas en la mitología vasca” Vitoria-Sara 1921-1949 dice: En el verano de 1943 Corcostegui extrajo de ésta cueva  huesos fósiles de “Ursus spaleus” y dos cráneos no fósiles de “Ursus arctos”.

Dibujo de la Cueva de San Adrián entre Gipuzkoa y Araba en la Edad Media


LA CUEVA DE SAN ADRIAN

CALZADA Y TUNEL DE SAN ADRIAN

El túnel de San Adrián se abre entre Araba y Guipúzcoa con la magia de un lugar conectado con lo subterráneo. Denominado popularmente Sandrati fue excavado por las fuerzas de la naturaleza; aunque más bien pareciera obra de la fuerza colosal de cíclopes.


La calzada medieval de San Adrián al entrar en Alava (llamada calzada romana)


Desde antes del medievo fue aprovechado por el hombre al trazar una calzada mítica que evitando el paso por las altas cumbres de la sierra de Altzania, enlazaba Francia y los puertos de Donostia y Pasai con la Llanada Alavesa y Castilla; favoreciendo el tránsito de mercaderías, ejércitos y peregrinos medievales que siguiendo el Camino Francés se dirigían a Santiago de Compostela. Se consideraba una hazaña atravesar éste pasaje entre rocas por lo que los peregrinos acostumbraban a esculpir sus nombres en la piedra.



Fue tanta la importancia de ésta Calzada Real que alcanzó carácter de frontera entre los reinos navarro y castellano. Por ello un arco de trazado gótico, que sirvió de paso aduanero se despliega en la entrada de la ermita de San Adrián.


El túnel de San Adrián, visto desde Araba, al fondo la hermosa Gipuzkoa


SANDAILI DE ARAOTZ (SAN ELIAS)

LA CUEVA DE SAN ELIAS (entre Narvaja y Oñate)

La cueva y ermita de Sandaili –San Elías se encuentra en tierras de Guipúzcoa, cerca del límite con Alava, próximo a la calzada que por Harrikrutz subía a San Juan de Artía y desde aquí por Katilluiturri, bajaba a la Llanada Alavesa.

Abundan en la zona relatos legendarios que hacer referencia a la cueva y al propio santo:

Martín Mendizábal en una publicación titulada Araotz. Albiste eta Ohiturak/ Historia y costumbres. Hace mención de dos leyendas relacionadas con San Elías. Dice una de ellas, recogida por D. Manuel Lekuona en sus Obras Completas, que Sandaili había nacido en Narvaja y que de allí fue arrojado por sus vecinos, parece que por recriminarles sus vicios. Tras ser apedreado, se recogió en una cueva, “Sandaili” o “San Elías”, para llevar vida de ermitaño.



Iñaki Zumalde, en su Historia de Oñate, recoge otra leyenda, en la cual la imagen de San Elías sería robada de la iglesia de Narvaja por los de Araotz, debido a los poderes milagrosos que se le atribuían. Hasta hace poco tiempo numerosas personas de varios pueblos de Alava, con especial tesón desde Narvaja, acudían en rogativa durante épocas de sequía para pedir la lluvia.

La cueva de San Elías también ha sido objeto de peregrinación por parte de las mujeres que deseaban la maternidad transmitida por mediación del agua de la cueva.


Cueva de San Elías de Oñate – euskomedia.org


EGUINO cuevas y procesos de brujería

En el año 1066 el Seños Gideri Gideriz de Eulate y su mujer Dª  Sancha hicieron al monasterio de Irache donación de un pequeño monasterio (monasteriolum) dicho de Yazarreta, y de diversas piezas que se hallaban en Eguinoa.

Existe encima de este pueblo, como ya hemos mencionado antes, la llamada cueva de los Gentiles constituida por una gran peña horadada, en la cual se advierten señales de haber sido habitada normalmente, pues su entrada presenta un arco de piedra de mampostería, sepulturas, también formadas con gruesas piedras y gran cantidad de huesos, hierros oxidados y fragmentos de vasijas, delatando haber ocurrido allí un gran combate, alrededor de contemplan residuos de murallas; dentro del recinto se encuentra un gran aljibe de sólida y perfecta construcción, todo lo cual evidencia haber existido población con carácter defensivo.

La construcción evoca el recuerdo de época remota, tal vez de los tiempos de la ocupación romana. Menciona este castillo el Sr. Campion en la 7ª Euskariana, anotando que en 1340 estuvo cercado por alaveses “forbanidos” , pero habiendo acudido en su socorro el Merino, levantó el asedio y recuperó los ganados sustraídos en la Burunda, interviniendo los vecinos de Salvatierra. Esta era la fortaleza de Eguinoa.

En una partida del merino, aparece que éste “ordenó a Corbalán” “custodio de la fortaleza de Eguinoa”, que no recibiese en ella a Johan Martiniz de Larriztegui, ni a Martín de Cegama, ni a Diego de Urdiain, malhechores pésimos que robaron ganado en el reino de Navarra”.


A comienzos del siglo XVII  Eguino se vio sacudido por diversos procesos de brujería.

En Eguino fueron testificadas 6 personas, 2 reos reconocieron la existencias de un akelarre en aquel lugar. En Ciordia (Navarra) a sólo 2 kmts. En 1575 el escribano Pérez de Huarte, que estaba llevando una investigación de la brujería en estos valles paró en Ciordia donde tomó declaración  varios sospechosos de ser brujos, pero su atención se dirigió hacia una tal Gracia Martiz, de Urdiain, a la que se atribuían diversas actividades brujeriles, librándose del tormento debido a su larga edad, siendo condenada al destierro perpetuo. Años mas tarde la caza de brujas se reanuda hasta culminar con los sangrientos procesos de P. Lancre y el Auto de Fe de Logroño (1609-1610). El beneficiado del lugar Diego Basurto, fue acusado y apresado, haciéndosele firmar una serie de declaraciones de las que posteriormente se retractó.
                                              

TERMINOS Y TOPONIMOS MITOLÓGICOS

La memoria popular también ha guardado en Alava el recuerdo de seres mitológicos además de brujas ó sogiñak, lamias,gentiles, etc..mediante topónimos como:

SORGIMENDI:
(Monte de las brujas) labrantío de Maeztu, compartido por Apellaniz y Birgara Menor. Cuentan que dieron albergue a una gitana con fama de bruja en una borda de éste monte y por la noche al ir a por paja para el ganado se la encontraron subida en una viga con el cuerpo disforme y unas patas largas como las de una araña.

SORGIN:
Termino de Zuazo de San Millán cerca de Agurain.

SORGINERREKA:
Término de Iruraiz-Gauna. Mojón entre Gauna y el despoblado de Alborcoin.

Cueva de la Leze

SORGINARRATE:
– 1703 –Labrantío en Alegría- Dulantzi.


SORGINETXE
:
(Casa de Sorgin) Dolmen de Agurain-Salvatierra, situado en una llanura , a medio Kilómetro del núcleo de Arrizala, los nativos de éste pueblo también la llamaban “La caseta de la Bruja”.

SORGINITURRI:
(Fuente de las brujas) Fuente en las proximidades de Narbaxa, en San Millán-Donemiliaga. Allí solían reunirse todas las noches las brujas  para volar juntas al Akelarre de Amboto.

SORGIMENDI
:
– 1737 – Monte de Apellániz.

SORGINMENDI:
– 1740 – Labrantío de Maestu.

LAMIKELA:
Refugio prehistórico bajo roca, situado en la Sierra de Entzia, en el Puerto que va de Agurain a Contrasta.

LAMINATEGUI:
– En Ilarraza.

MARITURRI:
(Fuente de Mari) Entre Oreitia y Arbulo, también denominada la fuente las brujas, lugar de reunión de las brujas en Akelarre, según leyendas de la zona el viajero que pisaba de noche la hierba de aquella fuente perdía de inmediato el sentido de la orientación.

MARITURRI:
– Fuente cerca de Santa Teodosia en la Sierra Iturrieta.

MARITURRIGEN:
– Labrantío en Roitegui.

MARISOLO:
Prado de Mari, en Zalduendo existe un prado y una caserío cerca del Camino de San Adrián.

PUENTE DEL DIABLO:
Entre Zuazo y Luzuriaga, al Norte de Agurain se encuentra éste puente que cruza el Zadorra y está situado cerca del término de Sorguin, perteneciente a Zuazo.

Miguel tocando el cuerno en la Cueva de los Gentiles


CUEVA DE LOS GENTILES:
(JENTILZULO) Encima de Eguino, en la Sierra de Altzania.

AMILAMI:
– Labrantío de Araia.

COCINA DE LOS MOROS:
Término donde hay una ermita dentro de una cueva en San Román de Campezo, se encontraron restos de la Edad de Bronce.

MORUTEGUI:
– Castillo entre Araya y Zalduondo.  Castillo de los moros.

Además existen en la Lautada los téminos de:
SORGINITURRI, (Echavarri –Viña) EGUZKIERA (entre Gordoa y Luzuriaga) EGUZKIAGUIRRE (Adana) – TARTALO (puente y término en Alangua) – Barranco de los MOROS (San Román de Campezo).


Castillo de Morutegui, encima de Araia

EL SÍMBOLO SOLAR – EGUZKIAREN SÍMBOLO

EGUZKI – LORE

La flor del cardo silvestre o flor solar es el símbolo por excelencia de la mitología vasca. A través de él los ancestros vascos invocaban al astro que, desde hace milenios marca las horas diurnas de los humanos. Se piensa que los primitivos pobladores vascos adoraron al sol, dotando a la brillante esfera de un aire de misticismo al considerarla como el ojo de la divinidad venerada. Plegarias diversas se elevan a éste dios que ha sacralizado el cielo secularmente. Del sol depende la vida y hacia él se camina en la muerte buscando el ansiado  renacer. De su luz, considerada benigna, depende la vida. Con su presencia abona el buen tiempo e impulsa las cosechas de la tierra de los hombres. A través de su ausencia continuada llega el mal tiempo asociado a los maléficos presagios. Su partida abre cada día paso a la oscuridad y las tinieblas, en las que imperan los genios malignos y se manifiestan los espíritus infernales. Su presencia ahuyenta a todos éstos númenes hacia sus antros y aleja las tempestades.


Los hombres han mostrado desde sus orígenes, a través de si folklore, su agradecimiento al astro solar por su cálido regalo celebrándolo en ocasiones como la fiesta del solsticio de verano o Noche de San Juan. Desde los poblamientos arcanos se inició la costumbre, mantenida hasta nuestros tiempos, de orientar las viviendas con su fachada principal mirando al levante, por donde sale el sol.

La flor del sol o Eguzki-lore invoca, colgada sobre la entrada de la casa, el astro del día y evita que el rayo caiga sobre la misma. Convirtiendo con su presencia la vivienda en un lugar sagrado además de ahuyentar a las brujas. Estas no pueden traspasar la puerta mientras no logren arrancar todas las puntiagudas hojas, que como rayos solares, componen la radiante flor. Tanto tiempo les llevará dicha tarea que el sol llegará un día más espantando con su luz la presencia de los genios y sus nefastos poderes.

EGUZKI-LORE CONTRA LOS MALOS ESPIRITUS


En el pueblo de Eguino, un día determinado, como San Juan, se recogían cardos llamados “sol” (Eguzki lore) o “carlina” (carlina acaulis), procurando reunir los mayores y más vistosos para lucirse ante los vecinos. Se llevaban a la iglesia y en el interior del templo los ponían todos sobre una mesa, colocando el mayor en el centro y antes de la Misa los bendecía el señor cura.

Al recogerlos, parece que el más hermoso se colocaba en casa del Sr. Alcalde y los demás se ponían en la puerta de cada hogar, en las cuadras del ganado y otros se guardaban para subirlos a los corrales de los montes altos de Altzania y Entzia que servían de refugio para los ganados, creyéndose que tenían poder especial para preservar a personas y animales de las brujas y de los malos espíritus.

Entrada a la Cueva de BASOTXO ó BASOKO cerca de Eguino.
Interior de la Cueva de Basotxo

FOTOS:  

Agurain.org
Fotoramas. com
Zazpi Aguirre
Roberto Eguino
Kepa Ruiz de Eguino

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