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lunes, 7 de marzo de 2022

El petroleo

 

Por:  Kepa RUIZ DE EGUINO

Término de “El Cristo” de Agurain, primera perforación petrolífera que se realizó en todo el Estado en 1911


Iberiar penintsulako petrolioaren bilaketaren historia ezin burutu daiteke Arabako kasua arretaz analizatu gabe. “Euskal kantabriar geosinklinal” delakoaren ertzean kokaturik, Arabako lurralde historikoak baditu 100.000 metro baino gehiagoko petrolio zundaketak, geologia edo energia mugarriak horietako batzuk, nahiz ezezagunak diren, bilaketak putzu emankorrik ekarri ez zuenez, ahanztura nagusitu baitzen horietaz.

La historia de la búsqueda de petróleo en la península Ibérica no puede hacerse sin analizar detenidamente el caso de Álava. En el borde del “Geosinclinal Vasco cantábrico”, el territorio histórico de Álava tiene más de 100.000 metros de sondeos petrolíferos, algunos de ellos hitos geológicos o energéticos, que sin embargo no se conocen ya que el olvido ganó terreno al no materializarse la búsqueda en pozos fructíferos.

La fiebre del oro negro en Álava fue tan intensa como frustrante.

Esa rama de la ciencia le ha gastado una broma de mal gusto al territorio. Álava fue uno de los primeros lugares de la península en los que se fijaron los buscadores de una riqueza que con un poco de fortuna hacía multimillonarios. «Esta arena que pisamos son restos del mar cálido que hubo aquí hace 150 millones de años».

Lo que se conoció como fiebre del petróleo en América a finales del siglo XIX tuvo su correspondiente episodio en Álava. Las minas de asfalto, otro indicativo de la posible existencia del oro negro, eran buscadas por todo tipo de inversores extranjeros y nacionales. Hasta el general Prim tenía su participación en una de ellas.

Con esos antecedentes, en 1901, se pide la primera solicitud para extraer petróleo. Fue un vitoriano llamado Bernabé Guevara, que, al no pagar, se quedó sin permiso. Hubo que esperar a 1911 para realizar el primer sondeo.

Concretamente en la Villa de Agurain - Salvatierra, en el paraje del Cristo. Lo promovió un importante personaje que pidió muchas más prospecciones en ese tiempo: Ignacio Murua, conde de Valle y vecino de Vergara. A pesar de las expectativas, sólo se hicieron dos pozos, en Agurain y en Gastiain, junto a Navarra.

Uno de los métodos era de lo más expeditivo. Se hacían pozos de unos 20 metros de profundidad, espaciados unos 300 metros y se provocaban explosiones con cargas de 20 a 30 kilogramos de dinamita.



CONDICIONES DE TRABAJO  

Las condiciones a veces eran durísimas porque una vez iniciada la perforación no se podía parar, este es un pasaje ocurrido en el invierno de 1960 entre Enzia y Urbasa, entre Itaida y Burandi.

Una nevada de dos metros dejó incomunicados a una veintena de trabajadores y un grupo de técnicos alemanes hasta que un quitanieves de madera tirado por diez parejas de bueyes salió de Opakua en su rescate.

El primero que acudió en su búsqueda fue Elías Ruiz de Alegría y una alemana que ayudados con unas “garlochas” consiguieron subir el puerto y llegar con las primeras ayudas.


EL PETROLEO EN AGURAIN 100 años (1911-2011)

HISTORIA DESCONOCIDA, LOS PRIMEROS SONDEOS PETRILIFEROS

AÑO 1901

En el año 1901 fue Bernabé Guevara quien solicitó el primer permiso de la historia de Alava en la Villa de Agurain – Salvatierra.

En el caso de Álava contaba Kepa Baquedano, la existencia de asfalto era una evidencia tan significativa para iniciar la búsqueda de hidrocarburos, que ya el 6 de julio de 1901 se tiene constancia de la primera solicitud cuyo objetivo era extraer petróleo. Un vecino de Vitoria de profesión carpintero , Bernabé J. Guevara y Gómez, pidió una concesión para “Mina de asfalto, petróleo, parafinas y esquisitos bituminosos” ; en el término de Salvatierra según consta en el Archivo General de la Administración Pública de la CAE. Fondo de Minas de Alava, serie registro minero expediente 1305.

Pero esta solicitud no se tramitó al no hacerse el primer pago exigido por el Gobierno para la concesión. Pero el 12 de Agosto de 1901la petición de otro vecino de Vitoria, Cecilio Egaña, que requirió un permiso para “Mina de petróleo, nafta y betún” en Salvatierra, puede considerarse como la primera concesión para buscar petróleo en Álava, ya que fue pagada y concedida. Según el A. General de A.P. de CAE, con expediente 1313.


AÑO 1911

Pero no es hasta unos años después, en 1911, y precisamente en Agurain en el denominado “Paraje del Cristo”, donde unas de estas concesiones es utilizada para realizar un sondeo de petróleo, el primero registrado en Álava, Este sondeo llegó de la mano del promotor particular más importante de la búsqueda de hidrocarburos en el País Vasco, Ignacio Murua y Balzola, conde del Valle y vecino de Vergara.

La concesión con la que se realizó el primer sondeo en Álava en nuestra Villa tiene el record de constancia sin haber sido traspasada o abandonada. Estuvo a su nombre durante 67 años, desde 1907 hasta 1974, ya que los derechos se siguieron pagando después de su muerte a través de su Fundación.

UNA HISTORIA SOBRE EL PETROLEO DE HACE 100 AÑOS

Cuentan algunos mayores del pueblo que hace muchos cuando comenzaba la fiebre del oro negro en el resto del mundo, también en la vieja Agurain, un grupo de alemanes intentó buscar fortuna con el negro elemento y comenzaron a cavar grandes agujeros y perforar un gran pozo.

Una de las anécdotas que se cuentan es la del abuelo Dionisio Preciado, hombre muy inteligente y fundador de la empresa de esmaltes y pinturas “Dionisio Preciado”, que  tenía arrendada a estos alemanes una huerta en los alrededores de la Villa, situada junto a lo que hoy es el Barrio del Rosario, exactamente en la huerta de los “pipas”, donde hasta hace pocos años existió un gran pozo y una cabaña para los operarios.


En éste terreno estuvieron trabajando durante bastante tiempo, pero como los días pasaban y  el petróleo no aparecía, empezó a cundir el desanimo entre los técnicos alemanes.

Viendo Dionisio como la gente se desmoralizaba, no se le ocurrió otra cosa que  por las noches verter petróleo en alguno de los agujeros y a la mañana siguiente cuando llegaban los técnicos alemanes y analizaban el barro hallaban cantidades interesantes de petróleo, por lo que siguieron trabajando algunos meses más.

Pero el petróleo no aparecía y al final tuvieron que desistir


Término de Itaida donde se realizaron las primeras prospecciones de la Sierra Entzia

LA BUSQUEDA EN OPAKUA Y URBASA

Uno de los lugares donde se comenzó a trabajar fue en Itaida.

Como gran parte de Álava fue durante años un espacio considerado propicio para la detección de petróleo, y de hecho, hubo años como 1961, en que Álava representaba casi la mitad de los metros de sondeos perforados en todo el estado.

Muchos de aquellos sondeos, en los que una tropa de ingenieros, técnicos y miembros de las brigadas aparecían con sus cacharros para irse no mucho tiempo después, han dejado su huella por todo nuestro territorio. Unas veces son aún perceptibles las plataformas, otras los restos de los barracones, otras los caminos de acceso o las obras auxiliares, y en todo caso los nombres incorporados a la toponimia (los petroleros).

Las condiciones en que se llevaban a cabo las investigaciones eran duras. Cuando un sondeo comenzaba o se podía parar, así que se trabajaba de forma continua en tres turnos de ocho horas, completando los 365 días del año. Normalmente la cuadrilla de perforadores la componía un equipo de siez personas, cuyos sueldos oscilaban en el año 1960 entre 7000 pesetas al mes (42 euros) del jefe de campo y las 2.000 pesetas al mes (12 euros) de un peón.

Los sondeos de mayor dureza eran, según los protagonistas, los que estaban aislados en el monte, como Urbasa 1, donde el invierno de 1960:

“cayó tal nevada – recuerdan- que sobrepasó los dos metros de altura y dos turnos de equipo nos quedamos incomunicados. En total más de veinte personas. La pequeña despensa que tenían fue racionada por el supervisor alemán, apodado “papa Otto”, y el menú diario consistía en patatas con bacalao o bacalao con patatas salvo un día en el que se comió carne porque “papa Otto” requisó a un trabajador medio cordero que tenía guardado.

Permanecimos así hasta que un quitanieves de madera, tirado por diez parejas de bueyes, salió del pueblo de Opakua para rescatarnos”

(Fuente oral)



En la zona que nos ocupa los sondeos a que nos referimos son los denominados Urbasa 1 y Urbasa 2.

El primero fue del 3 de agosto de 1959 al 15 de agosto de 1960, y alcanzó 3.835,5 metros de profundidad encontrando pequeñas bolsadas de gas e indicios de petróleo a diversas profundidades, sin que en ningún caso acabasen por resultar rentables.

El segundo se perforó del 13 de mayo de 1967 al 20 de octubre de 1968, y llegó a los 5.842,70 metros sin resultados. Está un poco más al este que el anterior en la zona Navarra de la sierra, y sus restos también son visibles.

De todas las construcciones que levantaron sólo se dejó en pie un pequeño barracón, que se restauró de la mano de la sociedad Manu Yanke de Agurain como refugio de montaña y que sirvió en su día como base para el equipo de arqueólogos que excavó diversos túmulos, un dolmen y un menhir que existen en la zona.

Pero hete aquí que escudriñando entre la hierba y las piedras descubrimos placas de cemento que se van descomponiendo, anclajes para postes, caminos empedrados y hasta presas. Vestigios todos de una invasión fallida. La invasión de los petroleros. Allá a principios de los años sesenta cuadrillas de hombres armados de herramientas abrieron sus caminos en el hayedo, construyeron una presa (la presa de los alemanes) para poder alimentar el fango de sus perforaciones, levantaron barracones y plantaron su torre en medio de las campas para irse derrotados un año después.

Volvieron años más tarde y repitieron un poco más allá su labor. Fueron más abajo, hasta los 5.500 metros, y salieron, como la primera vez, derrotados.

Y es que ya sé que igual hubiese sido bueno que nuestra tierra no hubiese escondido, si es que lo tiene, su preciado fluido. Pero este rinconcito de Álava lo agradecerá siempre, y quienes se acerquen a pasear por sus bosques, por sus campas, por sus formaciones calizas, o se tumben en la hierba a oír las esquilas del ganado, disfrutar de las nubes y arrullarse con el susurro del viento en las copas de las hayas, lo agradecerán aún más.





PERMISOS DE SONDEOS

Los permisos de investigación están recogidos del Archivo General de la Administración Pública  de la Comunidad Autónoma de Euskadi: Fondo de Minas de Alava

1ª Etapa: 1. Nombre de la mina Eguileor
, Nº Exp. 1305
Permiso de investigación: presentado el 6 de Julio de 1901. El 24 de Julio al no presentar la carta de pago se deniega la iniciación del expediente del permiso. Interesado: Bernabé J. Guevara, vecino de Vitoria y de profesión carpintero. Hras 2500. Pueblos que abarca: Eguileor, Alangua, Opacua, Arrizala, Ocariz y Alaiza. Pedido como mina de asfalto, petróleo, parafinas y esquistos bituminosos.

2. Nombre de la mina: La Providencia. Nº Exp. 1306
Permiso de investigación: pedido el 8 de Julio de 1901. El 12 de Agosto de 1901 renuncia. Interesado: Cecilio Egaña, de Vitoria. Hreas. 12 . Término: Salvatierra. Pedido como mina de petróleo, nafta, betún y otros

3. Nombre de la mina: La Providencia. Nº Exp. 1313
Permiso de investigación: pedido el 12 de Agosto de 1901. El 20 de Noviembre de 1902 se le concede pagando 99,10 ptas. Renuncia el 1 de Septiembre de 1903. Interesado: Cecilio Egaña de Vitoria. Hras. 24. Término de Salvatierra paraje del Cristo. Linda por todos los lados con terreno franco.



Nombre de la mina: Eugenia. Nº Exp. 1321
Permiso de investigación: pedido el 7 de Septiembre de 1901 pagando la cantidad de 267 ptas. Al ir a realizar la demarcación 12.09.1902, renunció. Interesado Eduardo Guevara y Ortiz de Urbina, médico de Vitoria. Hras. 50 Término: Salvatierra.

6. Nombre de la mina: Teresa. Nº Exp. 1322
Permiso de investigación: pedido el 27 de Septiembre de 1901. Al ir a realizar la demarcación el 12.09.1902, renunció. Interesado: Gabriel López de Guereñu y López de Heredia, de Vitoria, practicante de cirugía. Hreas. 63. Término Salvatierra. A destacar que a la hora de indicar para qué era la mina, se inscribió como de mineral de petróleo nafta y otros hidrocarburos.

9. Nombre de la mina: Santa Clara. Nº Exp. 1484

10. Nombre de la mina: San Cipriano. Nº Exp. 1494

14: Nombre de la mina: Tres. Nº Exp. 1648

20: Nombre de la mina: Santa Ana. Nº Exp. 1655

21: Nombre de la mina: Santa Ana. Nº Exp. 1661

La presa de los alemanes en Julio del año 1962


Sondeo de Urbasa 1 nº 21
Localización en la Sierra de Entzia junto a Urbasa en la parte alavesa, en el término de Itaida en su parte alavesa, muy cerca de la divisoria entre los territorios de Álava y Navarra.
Fecha de inicio: 3 de Agosto de 1959 y acabó el 15 de Agosto de 1960.
Profundidad: 3.835 metros. Empresa CIEPSA. Altitud 1000 mtros.
INDICIOS: Fue un sondeo que dio muchas esperanzas ya que se encontraron abundantes indicios a distintas profundidades, más que en ningún pozo anteriormente realizado en nuestro territorio. Los indicios que aparecieron fueron los siguientes:
Indicios de petróleo a los 600 metros y a los 1300 metros.a ocho niveles diferentes entre 1550 y 1750 metros en seis niveles diferentes. Entre 2.459 y 2.468 de nuevo surgió el gas. Lo que ocurrió, en todos los casos, es que se trataba de bolsadas pequeñas de gas.

Sondeo AITZGORRI
Localización: en el término de Zalduondo, cerca del límite con Guipúzcoa, en la zona montañosa que corresponde a la Sierra de Aitzgorri:
Fecha de Inicio: 19 de Octubre de 1964, acabó el 25 de Noviembre de 1965.
Profundidad: 3000 metros: Empresa EMPESA, altitud 947 metros.


Sondeo URBASA-2 Nº 43
Localización: En el término de Amezcoa, en Navarra, junto a la Sierra de Entzia en Álava. El paraje se denomina término de Burandi y se encuentra a 6 kmts. Al Este de la Carretera de Agurain a Santa Cruz  de Campezo. Estaba a 900 metros al Este de Urbasa 1

Fecha de inicio: 13 de Mayo de 1967 y acabó el 20 de Octubre de 1968.
Profundidad: 5842,70 metros. Empresa CIEPSA. Altitud 971,91 metros.

Se atravesaron terrenos de muchas edades pero, como curiosidad, citaremos que se encontró carbón entre los 4020 y los 4350 metro de terreno valanginiense.

Otros datos: la torre que se utilizó era de Sonda Nacional 110, valorada en 37.500.000 pesetas. La profundidad prevista era entre 5.100 m. y 5.500 metros.

Escritos:    
La búsqueda de petróleo en Alava de Kepa Baquedano
Revista Herrian
     
             

Fotos:
ARABAONLINE
HERRIAN
Jaso Ruiz de Alegría



CRONICA DEL RESCATE INVERNAL DE 1960 A LOS TRABAJADORES DEL PETROLEO EN ITAIDA (ENZTIA)


Avelino, Friddel Dineman “la alemana”y Elías Ruiz de Alegría, grandes montañeros


Mi hermano Jaso me pide que haga un esfuerzo, recuerde y escriba lo que ocurrió aquel lejano invierno de 1.960, cuando mi amiga Friddel  Dineman, conocida en el mundo del montañismo alavés como "La Alemana"  y yo subimos a la Sierra de Entzia para ayudar a un grupo de trabajadores de la prospección petrolífera "Urbasa" que llevaban más de una semana bloqueados por la nieve en la zona de Itaida .

Hace ya tanto tiempo que mis recuerdos son vagos y un poco desordenados lo que me obliga a pedir ayuda a mi amiga Ursula Richter, amiga y compañera de trabajo de Friddel en la empresa de perforación.

Gracias a ella he podido ordenar un poco mis ideas y recuerdos y completar muchos datos que sin su ayuda no hubiera sido posible por lo que, desde aquí, deseo expresarle mi agradecimiento, ya que además de los datos que me dio me orientó hacia la Sociedad de Estudios Vascos – Eusko Ikaskuntza y al libro de Kepa Baquedano "Búsqueda de Petróleo en ALava" que lo he leído y estudiado y de el que he conseguido muchos y valiosos datos gracias a la ayuda de la  Srta. Uxue secretaria de la Sociedad. Agradezco al Sr. Baquedano por su interesante estudio y a Esuko Ikaskuntza por su libro, aunque lamentablemente está agotado, me ha servido de gran apoyo y ayuda.

Antes de relatar lo que disfrutamos, pasamos y sufrimos aquel día de invierno del año 1960, quiero hacer una exposición de lo que he conseguido recopilar sobre la empresa perforadora y su equipo humano.

Alava es una zona con muchas posibilidades de esconder petróleo o gas en sus entrañas. No hay más que recordar las explotaciones de Asfaltos de Campezo – Atauri o de gas en Castillo a sólo  4 kilómetros de Vitoria.

Alava concentró el 25% de todos los metros perforados en España entre 1950 y 1970. El único sondeo positivo en nuestra provincia ha sido el del gas de Castillo que ha estado suministrándolo a Esmaltaciones San Ignacio hasta fechas recientes.

Salvatierra – Agurain y su zona fue pionera en tratar de buscar petróleo: La primera licencia concedida en la provincia fue el 6/7/1901, expediente nº 1305 para la mina denominada "Eguileor". El sondeo se inició  en la zona del "El Cristo, se alcanzaron los 450 metros de profundidad y lo financió Don Ignacio Murua  y Balzola, Conde del Valle y vecino de Bergara.
Luego hubo otros intentos, también sin resultado, por lo que no es de extrañar que la zona fuera objeto de interés para la empresa estatal INI (Instituto Nacional de Industria) que, a partir de 1.952 se quedó con todos los derechos de explotación del estado español.  Para ello se apoyó en la empresa CEPSA constituida en 1.929 y fundó la sociedad CIEPSA (Compañía de Investigaciones y Exploraciones Petrolíferas S.A.)

Con esta empresa como base se llevó a cabo una "Joint Venture" con la Compañía Holandesa – alemana GULF DEILMAN. Según la leyes de la época la empresa española tenía el 51% y la extranjera el 49% restante. Las bases técnicas eran holandesas – germanas y las administrativas españolas.

CIEPSA localizó una prospección que consideró optimista en el pueblo de Alda en el Valle de Arana y en el año 1.956 alcanzó en el pozo "ALDA I casi los 5.000 metros  y fue la perforación más profunda de Europa hasta los años setenta.

En  el año 1.959 vinieron a perforar a la Sierra de Entzia con las prospección URBASA I que es la que nos va a ocupar el presente trabajo.

El ingeniero jefe de la Compañía era el Dr. KLaas; el Dr. Bijvank era el jefe de geología y micro paleontología ayudado por un joven de Estella,  llamado Adolfo Eraso, hoy famoso glaciólogo y experto en la Antártida.

Como geólogo estaba el Dr. Schmidt y como responsable jefe administrativo era Don Rafael Tejero. Las Srtas. Friddel y Ursula estaban en la Secretaría Técnica del Director Geológico. CIEPSA estaba domiciliada en Vitoria – Gasteiz en la Calle Portal de Castilla nº 46.



Para llegar a la zona de sondeo que, después de numerosas pruebas se fijó en las Campas de Itaida, tuvieron que hacer la carretera que sale del Puerto de Opakua y que luego fue ampliada hasta las proximidades de Legaire, en el término de Igurita y más allá.

Para refrigerar las brocas de perforación aprovecharon el agua de la Fuente de Iturbaz en lo que hoy aún se llama la "Presa de los Alemanes" y desde ella y siguiendo el trazado de la carretera llegaba a la perforación.

Después de este preámbulo, ya tenemos a la empresa CIEPSA con sus equipos humanos y mecánicos instalados en la Sierra de Entzia. Son los primeros días del mes de Agosto del año 1.959 y las brocas comienzan a perforar. El equipo humano es de 20 personas además de los responsables y están divididos en dos equipos de 10 personas cada uno. Los relevos hacían semanalmente en vehículos todo terreno "Land Rover" fabricado en Linares (Jaén) subiendo al Puerto de Opakua desde Agurain.

Los trabajadores vivían en barracones, bien acondicionados para la época (mediados del siglo pasado) y estaban comunicados con la sede de la compañía a través de una estación de radio.

Según avanza el sondeo  se van  encontrando indicios esperanzadores de petróleo y gas, pero en todos los casos resultan pequeñas bolsadas que no justificaban su explotación. Finalmente la perforación llegó a los 3.835 metros y se cesaron los trabajos en Agosto de 1.960.

Durante el verano y el otoño la climatología ayudó, pero al llegar el invierno comenzaron a caer pequeñas nevadas que no entorpecían los trabajos y las labores de prospección se iban realizando con absoluta normalidad.



LA GRAN NEVADA

El problema comenzó con la gran nevada que cayó entre finales de Febrero y comienzos de Marzo.

Durante más de una semana no cesó de nevar, las carreteras ce cerraron y sólo se mantenía abierta a duras penas la Nacional I, aunque con grandes dificultades. En cuanto a la carretera de Agurain a Opakua sólo estaba abierta hasta el paso a nivel y luego era un manto blanco que crecía cada día.


Sondeo Urbasa en Itaida en Entzia con nieve en 1960.
F. Baquedano


El inicio de esta nevada coincidió con el cambio de turno y los vehículos que subían a los trabajadores y responsables al sondeo no podían llegar hasta él. En el Puerto de Opakua tuvieron  que volverse los vehículos hacia Vitoria, mientras los trabajadores tuvieron que hacer el camino restante a pie.

Al llegar se juntaron casi treinta personas, pues, ambos turnos se habían quedado en la perforación. Tenían alimentos suficientes aunque no muy variados para algunos días, pero al cabo de los días comenzaron a faltar algunos medicamentos. Así las cosas, al cabo de una emana pidieron ayuda a la sede central y, en este momento, comienza a organizarse una acción de apoyo que se inicia el sábado de esa semana.


Elías Ruiz de Alegría y Friddel en 1960


La técnica alemana Friddel se pone en contacto telefónico con Elías Ruiz de Alegría y le propone intentar subir al día siguiente hasta los sondeos de Itaida. Después de estudiar la situación, había casi un metro de nieve en el pueblo, quedaron para intentar la subida al día siguiente domingo a las 9 de la mañana.

EL RESCATE EN LA SIERRA DE ENTZIA


Tras preparar el equipo, esquís, botas, raquetas, algo de comida y ropa de abrigo. A las nueve de la mañana del domingo estaba esperando en la carretera junto a la antigua gasolinera manual.


Una de las impresionantes nevadas que caían en Agurian – Salvatierra a mediados del siglo pasado


El tiempo pasaba y allí no llegaba nadie; a las diez y media llegó,  por fin, el Land Rover con Friddel y lo que teníamos que subir, bastantes medicamentos, además de las otanas de pan recién cocidos.

Las causas  del retraso fueron dos, la primera que tuvieron que recoger todos los medicamentos de la Farmacia de la Sra. Lérida de la Calle Postas, que además de conseguirlos, abrió a las seis de la mañana para prepararlos y embalarlos adecuadamente y la segunda que el viaje de Vitoria hasta Agurain les había llevado más de hora y media por la nieve acumulada.

Rápidamente preparamos todo y salimos en dirección al Puerto de Opakua. Pasado el paso a nivel nos pusimos los esquíes y comenzamos la subida tediosa y lenta porque, a  pesar de ir sobre esquís nos hundíamos hasta las rodillas y hacer huella costaba mucho en aquella nieve blanda y esponjosa.

Llegar al pueblo de Opakua exigió más de una hora y comenzamos a aceptar que, subir y bajar en el día, iba a ser imposible, como así sucedió.

Y entonces fue cuando cometimos un gran error, tratando de ganar tiempo cambiamos los esquís por raquetas y en las últimas casas del pueblo abandonamos la carretera para intentar subir por las laderas pensando que ahorraríamos tiempo al atajar en recto las curvas de la carretera. Nuevo problema, el avance era más lento y trabajoso y al superar la zona de la vaguada del riachuelo y comenzar a subir vimos que si seguíamos aquello era una trampa que nos estaba engullendo. Deliberamos, volvimos a calzarnos los esquís, dimos la vuelta y otra vez a la carretera.


Elías Ruiz de Alegría, profesor de la escuela de alta montaña.


Otra hora perdida y a seguir  su trazado, apenas perceptible, que nos introducía en un mundo blanco, solitario y rodeados primero de robles de aspecto fantasmal totalmente rebozados en nieve y luego de hayas con una figura igualmente tétricas, dada la gran cantidad de nieve que almacenaban.

Desde que salimos de Agurain nieva suavemente con copos grandes y esponjosos que van cubriendo poco a poco lo que nos hacía parecer muñecos de nieve que se movían lentamente y que de vez en cuando, se paraban para descansar, beber agua y comer algún fruto seco.

Seguimos subiendo,  en algunos sitios, sobre todo en las curvas, nos encontramos con grandes ventisqueros más altos que nosotros, algunos de más de tres metros que tenemos que atravesarlos. En más de una ocasión nos asalta la idea -¡Pero que diablos hago yo aquí!. -¡Mejor nos damos la vuelta y a casa!. Friddel es la más optimista -¡arriba! - ¡arriba! , pero el ascenso no parece acabar nunca.

Por fin hacia las cuatro y media de la tarde llegábamos a lo alto del Puerto de Opakua y enfilamos la traza de la carretera hacia el sondeo de los petroleros. El tiempo iba mejorando por momentos, hace mucho frío, pero no nieva. Avanzamos más rápido y con menos esfuerzo.

A la caída de la tarde, avistamos el sondeo de Itaida y somos recibidos por todos los trabajadores con mucha emoción. Habían estado todo el día muy preocupados  esperando nuestra llegada y sin noticias. Entonces no había móviles como hoy, aunque en la Sierra Entzia, tampoco es que haya mucha cobertura. En aquello tiempos salías y tenían alguna noticia tuya cuando llegabas.


Trabajadores del sondeo Urbasa, en Itaida, foto de Benjamín Baquedano


La vista del pan y de los medicamentos les hizo mucha ilusión, pero creo que lo que más les afectó fue ver que dos personas habían llegado hasta ellos, lo que les dio una sensación de que no estaban totalmente solos y aislados y había una esperanza de que de aquí se podía salir.

La noche fue cayendo lentamente y el cielo se puso completamente raso con miles de estrellas que brillaban como nunca las había visto antes. Por radio comunicaron nuestra llegada, cenamos juntos y a dormir a los barracones.

Tras una fría noche amaneció un precioso día con un sol radiante, era lunes, en el cielo no había ni una nube y lo que ayer era triste u lúgubre como en la noche se transforma en luz y alegría la mañana al amanecer, los árboles dejaban de ser  fantasmas con sus ramas desplegadas y amenazantes pasan a ser esculturas blancas que semejaban figuras alegres y divertidas.

Desayunamos, nos calzamos los esquíes y comenzamos a desandar el camino de ayer, hoy mucho más fácil. Los esquíes se deslizan con facilidad y poco esfuerzo por las huellas que se han endurecido con el frío de la noche.


Término de Iturbaz, en Entzia “presa de los alemanes” en 1962


A la hora de comer, aunque un poco tarde, llegábamos a Agurain y la aventura, para nosotros se había acabado. No así para otros.

Tanto desde el pueblo de Opakua, como desde Agurain y sus anejas, así como en Iturrieta ya habían comenzado a trabajar para abrir la carretera con aquellos quitanieves de dos maderos unidos en cuña tirados por varias yuntas de bueyes;

Que diferencia de las modernas máquinas actuales. Como la cantidad de nieve era tanta, cada cuña iba tirada por seis parejas y hasta diez parejas de bueyes.

En un par de días la carretera quedó abierta y Friddel y yo disfrutamos con el recuerdo de lo que se había conseguido y de las penalidades pasadas, que ahora parecían alegres aventuras.


Elías Ruiz de Alegría
Ex profesor de la escuela de alta montaña


Acompañamos el presente escrito con una carta que hemos encontrado en la Revista Crónicas Iberoamericanas del año 1917 sobre el petróleo en Agurain enviada por Dionisio Preciado.


EL PETROLEO EN AGURAIN - 2
Crónicas Iberoamericanas Noviembre 1917

Petróleo en Salvatierra de Alava

Fotografía de las prospecciones petrolíferas que se realizaron en Agurain en 1917, de Dionisio Preciado – se trata de la huerta junto al Barrio del Rosario, al fondo la Iglesia de San Juan.


Nuestro suscriptor Don Dionisio Preciado de Salvatierra nos comunica que en terrenos de su propiedad, sacando piedra de una cantera hace algunos años tropezaron los operarios con una grieta efecto del correspondiente corrimiento de terreno de unos 25 cntms. de ancho y cuya longitud es todavía desconocida.

Recogidas estos y destilados dieron una mezcla de hidrocarburos que analizados en San Sebastián, Santander y Bilbao resultaron ser petróleo de superior calidad.

Demandado del terreno petrolífero una compañía española de sondeos estuvo trabajando por espacio de cuatro años y llegó a una profundidad de 954 metros hasta que por fin tubo que abandonarse la empresa por resultar muy caro el sondeo.

Cuando estalló la guerra europea, se habían iniciado negociaciones con dos empresas extranjeras que se comprometieron a continuar los trabajos, pero los acontecimientos impidieron proseguir adelante.

El señor Preciado asegura que el terreno donde se halla ubicado el pozo petrolífero como la mayor parte de la llanura alavesa de sedimentos de algunas formaciones e piedras calizas con fósiles abundantísimos de animales marinos, montones gigantescos de erizos de mar, etc.

El centro de Alava se encuentra a 10 kmts en línea recta del punto y cree el citado señor que el petróleo se encuentra entre las piedras calizas que se pueden obtener, para salir libre a la superficie.

Artículo publicado en la Revista CRONICAS IBEROAMERICANAS en el año 1917.


Textos y fotos:

Elías Ruiz de Alegría
Benjamín Baquedano
Jaso Ruiz de Alegría












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