Escuelas
Profesionales de Alava – Escuela de Aprendices Mecánicos
El sacerdote Pedro Anitua
fundó Diocesanas en 1942 y, tres años más tarde, el jesuita Demetrio Ruiz de
Alburuza, implantó en Vitoria-Gasteiz Jesús Obrero. Ambos centros apostaron por
conjugar lo social y lo educativo. Nacieron con vocación educativa y con el
punto de mira puesto sobre uno de los eslabones más débiles de la sociedad
vitoriana y alavesa del momento: los huérfanos de guerra y los jóvenes de
familias humildes.
Una de las primeras Escuela de Aprendices de Araba, fuera de la capital se instaló en Agurain y después en Bernedo.
Al concluir la mal llamada guerra
civil o mejor incivil, el nivel de inversión industrial por habitante en Araba
era superior a la media española y en la década de 1940 no se acusaba el
retroceso registrado en el conjunto del Estado,
Si nos remontamos a los años finales de esta cruel guerra, la situación económica de la mayoría de las
provincias del Estado español era realmente dramática. La economía de carácter
autárquico se había convertido en un auténtico problema para el desarrollo
industrial y la recuperación económica del país, hasta que en los años
cincuenta con un país al borde del colapso financiero tenía lugar un importante
giro que se traducía en la llegada a círculos de poder de los denominados
sectores tecnócratas y comenzaría un proceso liberalizador del sistema
económico.
Dentro de este proceso de industrialización, Álava, concretamente su capital Vitoria-Gasteiz, iba a experimentar un extraordinario incremento de población y un fuerte desarrollo de su industria lo que la situaría como la primera provincia del Estado en desarrollo demográfico y económico, fueron los años de la inmigración y había que preparar al personal.
Ante este preocupante panorama un grupo de
vitorianos, liderado por el sacerdote Pedro Anitua, inquieto por la escasa
especialización de los trabajadores alaveses puso su mirada en la Escuela de
Armería de Eibar y unos meses más tarde comenzaba una nueva etapa en la
Formación Profesional de la provincia con la presencia de las Escuelas
Diocesanas (1942)12 y las Escuelas Profesionales “Jesús Obrero” (1945)
Así que, tras la experiencia de la Escuela de Aprendices Mecánicos, D. Pedro Anitua procedió a la creación de Escuelas Comarcales, denominadas Escuelas Diocesanas Agrícolas en localidades como Agurain - Salvatierra o Bernedo, por citar algunas de las más representativas, para lo que contó como hemos señalado anteriormente, con la ayuda de ingenieros agrícolas, capataces, técnicos y sacerdotes.
El éxito de las primeras, Agurain- Salvatierra y Bernedo (1952) hizo que surgieran más, Ozaeta (1954), Campezo (1956), Villanañe y Oion (1957), Pobes (1958), Araia (1963).
. La formación profesional en Alava –
(1936-1975)- Hilario Murua J. Garmendia
y 75 años de Egibide. Kepa Ruiz de Eguino
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