LAS HERGOIENAS DE AGURAIN
Alangua – Arrizala – Eguileor y Opakua
A la Villa de Agurain/Salvatierra, que revive sus memorias
HERRIAN, publicó en el número 9, páginas 4-5, un artículo de Xabier Izaga, titulado "Sobre el origen de los dialectos vascos", que constituía una breve recensión laudatoria (bien merecida,
por cierto) de la última síntesis del dialectólogo Prof. Koldo Zuazo, El euskera y sus dialectos. Origen, evolución y propuestas de futuro (Irun, Alberdania, 2010).
Al pie del artículo se veía un recuadro, cuya autoría o procedencia no se indicaba, con las características propias del euskara de Álava. En él, como palabras propias del mismo, se mencionaban dos: errexala (zuhaitza) y ergoiena (herri txikia).
La primera, errexal (árbol), aparece numerosas veces en el famoso diccionario español-euskara de Nicola Landucci, el primero de una cierta extensión, confeccionado, precisamente, en Vitoria en 1562. De esta voz trató Julio de Urquijo en un artículo publicado en la RIEV en 1920.
Pero fue el Maestro Koldo Mitxelena el que la señaló como propia del euskara alavés, cuando editó, junto con Manuel Agud, en 1958, el manuscrito del diccionario.
La gran extensión de la voz en Álava, como topónimo, fue estudiada por el añorado Henrike Knörr en una magistral comunicación al Congreso de estudios históricos "La formación de Álava". Celebrado en 1982.
De la segunda, ergoien (aldea, pueblo pequeño), el mismo Koldo Zuazo en el mismo trabajo se remite, como su primer testimonio, a la obra Euskeraren berri onak del jesuita Agustín Kardaberaz, famoso predicador en euskara, publicada en 1761; pero tiene el buen cuidado de añadir, en rotunda y atinada advertencia, unas palabras que el autor del recuadro, si manejó ese estudio, parece no haber leído: "Digamos, sin embargo, que la palabra en sí no es en absoluto específica de esa provincia [Álava], sino que se halla bastante generalizada".
Este texto de Kardaberaz, repetidamente citado, recoge las palabras que oyó, seguramente en Salvatierra, donde predicaba una misión en 1744, a un militar, que le comentaba las desastrosas consecuencias de la prohibición a los muchachos y a los niños del uso del euskara.
Se copia a continuación la frase en que aparece la voz, reproduciendo el texto vasco y su traducción de la apretada y perfecta síntesis de Henrike Knörr sobre el euskara en Álava, titulada Lo que hay que saber sobre la lengua vasca en Álava = Arabako euskarari buruz jakin behar dena (1998):
Eta [mutiltxo edo haurrak] guraso edo kurak direnean, nola, ongi premia den bezala, beren etxe edo ergoienetan (herri txikiai honela Araban deitzen diete) doctrina erakatsi ta confesatuko dute? = Y cuando sean padres o curas, cómo van a enseñar el catecismo y cómo van a confesar, según es necesario, en sus casas o ergoienas (así se les llama en Álava a los pueblos pequeños)?
La voz ergoien existe en euskara, como apuntaba Zuazo, y está recogida, con el significado de ‘aldea’, en muchos de los diccionarios de la lengua, pero recogidas siempre en espacios geográficos y lingüísticos fuera del área alavesa. Sin embargo, nunca la encontramos en Álava, ni en los textos alaveses en euskara, ni en el diccionario de Landucci (en el que a la voz ‘aldea’ se le dan las equivalencias en euskara de ‘lequa’ y ‘aldea’), ni la registran lexicógrafos tan cuidadosos en la recogida de voces alavesas, como Baraibar, Velilla y López de Guereñu Galarraga; tampoco la conoce (y es extraño) Fortunato Grandes, entusiasta recolector de cosas de Salvatierra, ni en la obra de ese título, ni en sus artículos en que recoge voceseuskericas en el uso y en la toponimia salvaterrana, publicados en Euskal Esnalea (1927 y 1929).
Hoy no es posible saber si las palabras "herri txikiai honela Araban deitzen diete", entre paréntesis en el texto, reproducen las pronunciadas por el militar o contituyen, más bien, un comentario posterior del propio Kardaberaz.
En cualquier caso, es el P. Kardaberaz quien, en último término, como autor del texto, afirma que es en Álava (no en otros lugares) donde se localiza el uso de la voz. ¿Dónde y cuándo?
El camino para la respuesta a la cuestión nos lo va a abrir el mismo P. Kardaberaz en la segunda edición, de 1760, de su obra Kristauaren bizitza. En un texto exhumado por el docto carmelita Lino de Aquesolo se refiere a las Congregaciones del Sagrado Corazón que se constituían al término de sus misiones y que solían obtener de Roma, muchas veces por su medio, la pertinente Bula de indulgencias; enumera las primeras de cada Provincia y de la nuestra dice:
Araban, Salvatierrac ta aren Ergoien etaco gende piadosoac ori bera gueroago eguin zuten = En Álava hicieron más tarde eso mismo Salvatierra y la gente piadosa de sus Ergoienas
documentalmente, que el P. Kardaberaz predicó una misión en Salvatierra en 1744; como fruto de ella consituyó la Congregación del Sagrado Corazón, mediando asimismo en la obtención de la Bula a su favor.
Obsérvese que, mientras en el texto, antes transcrito, de Euskeraren berri onak la voz se supone (erróneamente) que era de uso general en Álava para designar a todas las aldeas, en el de Kristauren bizitza su aplicación se restringe a unas aldeas concretas, las de Salvatierra:
"aren Ergoien", que puede ser lo que, dieciseis años antes, le había dicho realmente el ‘famoso’ militar.
En tiempos de Kardaberaz, en efecto, y la situación es prácticamente la misma en la actualidad, Salvatierra tenía cuatro aldeas, denominadas comunmente ‘anejas’ o ‘barrios’ (alguna vez ‘arrabales’): Opakua, Arrizala, Alangua y Egileor, que no tenían personalidad propia, sino que formaban una sola entidad con la Villa, por lo que bien podían ser llamadas, como lo hace el P. Kardaberaz, "sus aldeas". Se hallan situadas al Sur de la Villa, al pie y en la ladera de los Montes de Iturrieta, contiguas unas a otras, conformando una amplia comarca, llamada en otro tiempo Hergoiena (vid. mapa de situación), topónimo que, aunque hoy parece en desuso, está recogido de documentación histórica por Grandes, Ruiz de Larramendi y kepa Ruiz de Eguino y que Grandes (erróneamente) tuvo como pervivencia del nombre de uno de los despoblados de la jurisdicción de Salvatierra.
Los documentos más antiguos sólo los conocemos por medio de copias posteriores. En una sentencia de 1397 se lee, como unas trece o catorce veces: las "Aldeas" o "las Cinco Aldeas"
(teniendo en cuenta la de Lequedana, desaparecida) de Hergoyena / Hergoiena / Ergoyena / Ergoiena, grafías diferentes con las que aparece el topónimo. En otra sentencia de 1458 se habla de "lugares" o "Aldeas" de Hergoiena.
El primer documento que se conserva original, un pleito de 1501, lo denomina "Hergoyena arrabal de la dha. Villa", la misma caracterización que se da a cada uno de los lugares. Y otro, fallado en 1520: "arrabales de Hergoiena / Hergoyena".
En la documentación eclesiástica, nuestra gran historiadora Micaela Portilla, nos da a conocer un documento de 1647, en el que se lee:
"los cuatro barrios de Hergoiena [...] las iglessiasde Hergoiena".
Hergoiena aparece siempre, pues, en la documentación antigua, como el nombre propio toponímico del espacio en que están situadas las cuatro aldeas, las cuales nunca son llamadas con el substantivo común hergoiena/s. ¿Se tratará de que el P. Kardaberaz aplicó a las aldeas el nombre del topónimo, como consecuencia del paso del tiempo (la memoria muy a menudo juega estas pasadas) o por influencia de su uso como tal en Bizkaia, que conocería por sus correrías misioneras por el Señorío?
No. La documentación nos va a mostar el uso (el conocimiento, al menos) en Salvatierra, a finales del siglo XVIII, de la voz ergoiena como substantivo común para llamar a sus aldeas, probando la fidelidad de la atestiguación del P. Kardaberaz. Así se ve en los autos de un juicio, iniciado en 1781 y sentenciado en 1782. En el pliego de preguntas presentado por la parte demandada, los herreros de Salvatierra, en la 180, se mencionan "las ergoyanas [sic] de la Villa". Al responder los testigos, todos de Salvatierra, tres sustituyen la voz ergoyenas de la pregunta por la de "anexas", mientras que los siete restantes contestan invariablemente:
"las quatro argoienas [sic]", "inclusas las argoienas".
En las alegaciones finales del Procurador de una de las partes dice: "sus barrios, o ergoyenas".
Por tanto, casi tres décadas después de la presencia en Salvatierra del P. Kardaberaz, la voz ergoienas, quizás algo deformada, era todavía entendida (aunque quizá no fuera muy utilizada),
como un nombre común, equivalente al de ‘anejas’, ‘arrabales’, ‘aldeas’ o ‘barrios’, derivado del nombre propio Hergoiena, probablemente para entonces ya desconocido.
Concluyendo, podemos decir que, aunque no con la extensión universal a Álava del texto de Euskeraren berri onak, sí con la limitada a las aldeas de Salvatierra del texto de Kristauaren bizitza, la palabra ergoiena, si no como voz propia del euskara alavés, aunque sí, como tantas otras, procedente del euskara, ha de entrar con todo derecho en el registro de voces alavesas.
El uso de la voz, ya muy debilitado, como se ha visto, a finales del siglo XVIII, se había vuelto a perder. Hasta ahora.
Ahora vemos con satisfacción que el habla de Agurain/ Salvatierra lo está recuperando.
Según noticias aparecidas en la prensa: en las fiestas del Rosario del año pasado, Agurain cedió el txupinazo a los representantes de las cuatro ‘ergoienas’; y este mismo año, en la crónica que se dedica a la visita que en la mañana de San Juan hace la Corporación municipal de Agurain a la aldea de Arrizala, se dice que ésta es una de las ‘ergoienas’.
Pero algunas de las veces que en las reseñas periodísticas de actos de Salvatierra ha aparecido
la palabra èrgoienas, ésta estaba escrita en letra cursiva, como si de algo extraño a la lengua de la localidad se tratase.
Ahora bien, siendo tan propia nuestra, ¿no habría que escribirla con los mismos tipos normales del texto?
Para terminar, Si alguien deseara mayores detalles, puede encontrarlos en mi artículo
¿ERGOIENAK alavesas? La HERGOIENA salvaterrana.
Las ERGOIENAS de Salvatierra: Nueva luz sobre un texto del P. Kardaberaz’ en Euskera 53 (2008) 281-295.
Ángel Ibisate Lozares
KARDABERAZ Y ALAVA
Josemari Velez de Mendizabal, escritor
Traducción: Zuriñe Velez de Mendizabal
Jatorrizko bertsioa euskaraz
En una tranquila tarde de este caluroso verano llegó a mis manos un artículo escrito hace tiempo por el fraile carmelita Lino Akesolo. El tema del escrito giraba alrededor del hernaniarra Agustín Kardaberaz, recordando las misiones que realizó éste en el territorio de Álava. Y me ha parecido conveniente redactar unas líneas sobre lo escrito por el Padre Lino en este año que celebramos el tercer centenario del nacimiento de Kardaberaz, por lo menos para que quede testimonio de aquel paso por tierra alavesa.
Todos sabemos que Álava ha sido la menos vasca de nuestras provincias y por eso me resultó curioso encontrarme con la presencia de Kardaberaz en las comarcas alavesas y no precisamente en los pueblos que han sido,
y afortunadamente son aún vascoparlantes, como Aramaiona, Villareal de Álava y otros pueblecitos de alrededor.
Es extraño, sin embargo, que los biógrafos de Kardaberaz no nos den ninguna referencia exacta sobre los lugares visitados por el misionero. Y la verdad es que tampoco Kardaberaz ofrece demasiada información en sus escritos, aunque alguna que confiese: "anduve predicando en Álava". En cualquier caso, parece que fueron los alrededores de Salvatierra los elegidos para ese cometido.
Kardaberaz conocía Álava incluso antes de comenzar con sus misiones en euskara. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1721 y al cabo de ocho años se ordenó sacerdote. Por su capacidad de orador la Compañía le envió a algunos lugares de Vasconia como predicador y aunque comenzó su periplo en Bizkaia, pronto pasó a difundir su palabra por Álava. Por lo visto, uno de los primeros pueblos que visitó fue Artziniega, en 1731. Pero en ese caso empleó el castellano en sus alocuciones. Al parecer, hasta 1733 utilizó solamente el idioma español.
Según el citado artículo de Lino Akesolo, Kardaberaz tomó la decisión de hacer sus sermones en euskara en 1733. Según parece, algunas misiones que llevó a cabo en Elorrio y Lekeitio marcaron su punto particular de inflexión para pasar del discurso en castellano a la lengua vasca. Tres años después, estableció su sede en Loyola e irradió su labor de orador desde allí, no sólo a Guipúzcoa, sino también al resto de los territorios vascos. Al fraile hernaniarra le pareció que tenía que evangelizar a los vascos en su idioma y de allí en adelante así lo hizo.
He dicho que llegó a Álava, y parece lo más lógico que, para predicar en euskara, lo hubiera hecho a través del valle de Aramaiona. Además, sabemos que trabajó como profesor durante dos años en la Universidad de Oñati, y por tanto, no le habría resultado difícil haber llegado hasta las tierras aramaioarras desde Oñati. Sin embargo, no se ha encontrado ningún testimonio de que Kardaberaz hubiera estado en aquel valle. Pero también desde Oñati, pasando por Arantzazu podía alcanzar la llanada alavesa, y por lo que parece fue así, llegando hasta Salvatierra.
Sabemos que la Compañía creó congregaciones en Euskal Herria para promover la devoción por el Corazón de Jesús, y una de ellas la promovió en la vieja Agurain. Tal y como nos cuenta el propio Kardaberaz en su libro "Cristauaren vizitza": "Araban Salvatierraco eta aren ergoienetaco jende piadosoac ori bera egin zuten" (En Álava, eso mismo hizo la gente piadosa de Salvatierra y los pueblitos de alrededor).
Y ese ha sido una de las pocas referencias que nos ha dejado el jesuita sobre su estancia en Araba, porque escribió muy poco sobre su trabajo y por lo tanto no ha dejado pistas para que podamos saber por dónde y cuándo anduvo.
La Villa de Salvatierra está en la frontera entre Álava y Guipúzcoa y es sabido que los habitantes de Agurain han tenido una estrecha relación con los del lado guipuzcoano.
El pastoreo, por ejemplo, ha establecido desde siempre un nexo directo entre los habitantes de los dos lados de la muga, y el euskara ha sido la herramienta de comunicación. Eso quiere decir que la lengua vasca ha tenido una fuerte base social durante siglos en las cercanías de Agurain. Y claro, tambien en la época de Kardaberaz.
Siguiendo con esa idea, hay que recordar que muchos guipuzcoanos han descendido en la historia por el paso de San Adrián hasta Zalduendo, Arriola, Narbaja, Larrea, Ozaeta y a otras pequeñas localidades de las faldas de la sierra de Elguea y se quedaron allí para siempre. Hoy en día nos recuerdan su llegada los apellidos Arratibel, Azurmendi, Urkia etc.
Aquellas personas anónimas, junto a sus nombres trajeron a Álava su idioma, y aún perdura éste vivo en muchos de los descendientes de aquellos.
Por consiguiente no es de extrañar que el público a quien se dirigía Kardaberaz fuera vasco en ese territorio alavés y que el jesuita impartiese sus misiones en euskara. El objetivo de este pequeño artículo no era otro que explicar la relación entre el homenajeado Kardaberaz y Álava.
Kardaberaz eta Araba
Josemari Velez de Mendizabal, idazlea
A urtengo uda beroko arratsalde lasai batean aspaldiko testu bat iritsi zitzaidan eskuetara, Lino Akesolo fraide zenak aspaldi idatzita. Agustin Kardaberaz hernaniarraren gaineko gaia azaltzen zuen idazkiak, hain zuzen Arabako herrialdean hark eginiko misioak oroitzen zituelarik. Eta Kardaberazen jaiotzaren hirugarren mendeurrena ospatzen ari garen urte honetan, egoki iruditu zait Aita Linok idatzitakoaz lerro batzuk izikiriatzea, behintzat lekukotasuna gera dadin.
.
Denok dakigu zein nolako "zazpigarren alaba" deseuskaldundua izan den gure Araba eta horregatik harrigarri egin zitzaidan Kardaberazen nondik norakoen artean, tarteko mugaren bat edo besterekin topo egitea
arabar lurraldeetan, eta ez preseski berez euskaldun peto izan diren eta, zorionez, diren Aramaio, Legutio edota inguruko herrietan.
Bitxia da, hala ere, Kardaberazen biografoek ez digutela erreferentzi zehatzik ematen misiolariak bisitatutako herrien gain. Eta Kardaberazek berak ere, noski, ez du argibide larregirik eskaintzen bere idazkietan, nahiz eta batzuetan aipamen batzuk egiten dituen, "Araban egon nintzen predikatzen" adieraziz. Dena den, badirudi Aguraineko inguruetan jardun zuela lantegi horretan.
Ezagun zuen Kardaberazek Araba, misioak euskaraz ematen hasi aurretik ere. Hernaniarra Jesusen Lagundian sartu zen 1721ean, eta zortzi urte beranduago apaiztu egin zen. Bere hizlari-dohainak zirela eta, predikatzaile modura bidali zuen Lagundiak Euskal Herriko zenbait tokitara eta Bizkaian hasi bazuen ere, aurki ekin zion bere hitza Araban zabaltzeari. Dirudienez, lehenengoetako herri bat Artziniega izan zen, bertan 1731ean aritu baitzen. Baina kasu horretan, noski, erdaraz egin zuen. Eta badirudi 1733ra arte eginiko guztiak ere espainieraz zuzendu zituela.
Aipatu dudan udako artikuluan Lino Akesolok dioenez, 1733an hartu zuen erabakia Kardaberazek misioetako sermoiak euskaraz egiteko. Itxura denez, Bizkaiko Elorrio eta Lekeition buruturiko misio batzuek markatu zuten Kardaberazen inflexio puntua, erdaratik euskarazko hitzaldietara pasatzeko. Hiru urte geroago, Loiolan jarri zuen bere egoitza eta handik irradiatu zuen hizlari-lana, Gipuzkoara ez ezik baita gainerako euskal herrialdeetara ere. Euskaldunak euren hizkuntzan ebanjelizatu behar zituela iruditu zitzaion hernaniarrari eta handik aurrera horrela egin zuen.
Arabara iritsi zela esan dut eta badirudi, logikoena behintzat, euskaraz sermoiak egiteko Aramaioko ibarra izan zitekeela. Gainera, badakigu Oñatiko Unibertsitatean irakasle gisa aritu zela bi urtez, eta –beraz- handik Aramaioko lurraldeetara iristea ez zitzaion zaila izango. Hala ere, ez da inon aurkitzen Kardaberaz Aramaion egon zenaren testigantzarik. Baina Oñatitik ere, Arantzazutik zehar, Arabako lautadara egin zezakeen Kardaberazek jauzia eta itxura guztien arabera hala izan zen, Aguraineraino heldu zelarik.
Badakigu jakin, Jesusen Bihotzarekiko debozioa suspertzeko Konpainiak kongregazioak sortu zituela Euskal Herrian eta horietako bat Agurainen jarri zuen. Kardaberazek berak bere "Cristauaren vizitza" liburuan dioskun moduan: "Araban Salvatierraco eta aren ergoienetako jende piadosoac ori bera egin zuten". Eta horixe da josulagunak Arabako bere egonaldiari buruz eman digun zehazkizun gutxienetako bat. Oso gutxi idatzi baitzuen bere jardunaz eta, beraz, ez du erreferentziarik utzi, non eta noiz aritu zen jakin dezagun.
Araba eta Gipuzkoaren arteko mugan dago Agurain, eta ezaguna da bertako herritarrek Gipuzkoako aldekoekin harreman estuak izan dituztela historian zehar. Artzaintzak, adibidez, erlazio zuzenak ezarri ditu betidanik mugaz bi aldeetako biztanleen artean, eta euskarak bere presentzia izan du euren arteko solasaldietan. Horrek esan nahi du, euskarak zutabe biziak izan dituela Agurainen inguruan mende askotan. Eta, noski, Kardaberazen garaian ere hala zen.
Ideia horri jarraituz, diodan, San Adriango haitzulotik barrena hainbat eta hainbat gipuzkoar arrunt jaitsi zirela Zalduondo, Arriola, Narbaxa, Larrea, Ozeta, eta Elgeako mendi katearen maldetako herri txikietara; bertan geratu ziren betiko, eta gaur egun haien etorreraren berri ematen digute, han hemenka barreiatuta dauden abizenek: Arratibel, Azurmendi, Urkia, eta abar. Gizon anonimo horiek, abizenarekin batera euren hizkuntza ere ekarri zuten Arabara, eta oraindik orain gipuzkoar jatorriko lagun haien ondorengo askorengan euskarak bizirik irauten du.
Beraz, ez da harritzekoa Kardaberazek entzuleria euskalduna izatea Arabako lurralde honetan, eta bere misioak euskaraz eman ahal izatea josulagun hernaniarrak. Horixe zen, hain zuzen, idazki labur honen helburua, omentzen ari garen Kardaberazen eta Arabaren artean izandako loturaz hitz pare bat adieraztea.
Una mirada a las hergoienas de Agurain
El aguraindarra Kepa Ruiz de Egino, autor entre otras obras del libro titulado Toponimia Histórica e Inventario Arquitectónico de Salvatierra-Agurain 1256-2006, es el autor de un interesantísimo artículo de Angel Ibisate sobre las ergoienas salvaterranas. El citado texto toma como punto de partida las noticias acerca de la visita pastoral que hiciera el jesuita guipuzcoano Kardaberaz a la Llanada hacia el año 1740.
El padre Agustín Kardaberaz nació en Hernani el año 1703, ingresó en la Compañía de Jesús y se dedicó fundamentalmente a la predicación y la enseñanza. Fue profesor en Bilbao y Oinati, y pasó luego a residir en Loiola. Bien pronto se dio cuenta de que poco valían sus prédicas si no las hacía en la lengua del pueblo, el euskera. Dio inicio así a una amplia actividad pastoral y a una considerable obra escrita en lengua vasca. Aunque la mayor parte de esa obra es de índole religiosa, es preciso detacar en ella el libro Eusqueraren berri onac, editado en Pamplona en 1761.
Obligado a abandonar su amado país en 1767, debido a la disolución de la Compañía de Jesús, decretada por el rey de España Carlos III, con la consiguiente expulsión de los jesuitas de todos sus reinos, Agustín Kardaberaz murió en el exilio, en la localidad italiana de Bolonia en 1770.
Eusqueraren berri onac presenta, como era habitual en la época, un largo subtítulo que, en este caso, es Ondo escribitceco, ondo iracurtceco ta ondo itzeguiteco Erreglac. Traducido al castellano, Buenas noticias del euskera y reglas para escribirlo, leerlo y hablarlo bien. Se trata, como su título indica, de una gramática de la lengua vasca, e incluye diversos comentarios acerca del idioma.
Uno de ellos es el que ahora nos interesa y que DNA traduce al castellano. "Una vez que yo recorría Álava, un amigo que tengo allí, valiente capitán de la Guardia Real, me dijo: Padre, ¿cómo va a haber buena educación y el catecismo necesario en el País Vasco, si se hace todo lo posible para echar a perder el vascuence, y a nuestros muchachos y niños se les impide hablarlo con el miedo y el látigo? Esos mismos después han de ser clérigos o cabezas de familia. Y cuando sean padres o curas, ¿cómo van a enseñar el catecismo y cómo van a confesar según es necesario, en sus casas o ergoienas [así se les llama en Álava a los pueblos pequeños]? ¿Cómo van a comprender o dirigir bien las relaciones de sus familias y todo lo demás que es preciso?".
Que la cita de Kardaberaz se refiere a Agurain lo confirma otra de su libro Kristauaren bizitza: "Araban, Salvatierrac, ta aren Ergoienetaco gende piadosoac ori bera gueroago eguin zuten". "En Álava, Salvatierra y la gente piadosa de sus Ergoienas hicieron eso mismo".
El testimonio de Kardaberaz nos lleva a otras reflexiones, ya que revela con claridad meridiana el carácter monolingüe euskaldun de los habitantes de Agurain y su entorno a mediados del siglo XVIII. Resulta, en efecto, revelador y tristemente premonitorio de lo que sucedería con la lengua vasca en la Llanada en el siglo siguiente. En 1841, cien años después de la visita de Kardaberaz, según consta en un acta hallada por Jesús Ruiz de Larramendi en el excelente archivo del Ayuntamiento de Agurain, el Juzgado de Paz de Salvatierra reclamaba un intérprete para el desempeño de sus funciones, lo que manifiesta que en Agurain y su entorno, todavía en aquella época, la población euskaldun y que, además, no sabía castellano, era considerable.
En este año 2010 en el que euskera va a protagonizar la vida social y cultural de Agurain, gracias a la organización por la Ikasatola Lautada de la fiesta del Araba Euskaraz, resulta imprescindible dejar bien claro cuál ha sido y cuál es la genuina identidad de Agurain y de la Llanada y cuáles han sido los motivos por los que el uso de la lengua vasca se perdió en estas tierras.
El artículo de Ángel Ibisate va precedido por un prólogo firmado por el añorado Henrike Knörr, en el que, partiendo de este texto de Kardaberaz, incide en la denominación de ergoienak que aquel capitán aguraindarra y euskaldun del siglo XVIII daba a los pueblos del municipio de Agurain y que el jesuita guipuzcoano erróneamente extiende a "los pueblos pequeños de Álava".
Etimología Hergoienak etimológicamente son los pueblos de arriba, los que están en la ladera de la sierra, es decir, Alangua, Arrizala, Egileor y Opakua, pertenecientes a la jurisdicción de Salvatierra como barrios o anejas desde 1258, con excepción de Egileor que se adscribe posteriormente. Kepa Ruiz de Egino, en su mencionada obra, cita la aparición de este nombre en las actas de un pleito, fechado en 1485, por causa de aprovechamientos del monte de Iturrieta, entre estos cuatro pueblos, citados globalmente como Hergoyena, y los de Puertos Arriba.
El apelativo conjunto derivó luego al particular de cada pueblo, así las cuatro ergoienas formaron parte de la Ergoiena.
Es ésta buena ocasión para recordar que las denominadas anejas o ergoienas son también Salvatierra. Concluía Knörr en su escrito diciendo que "toca al Ayuntamiento salvaterrano no dejar perder esta parte de su patrimonio para designar a las cuatro aldeas mencionadas y situadas a los pies de Iturrieta".
Las antiguas ordenanzas municipales del año 1892, dividían la villa de Salvatierra en dos distritos, San Juan y Santa María. El primero correspondía a los vecinos de las Eras de San Juan, Eras de Santa María, caserío de Sailurtegi y los pueblos de Arrizala y Opakua. En el segundo estaban los residentes de las Eras de Santa María, Eras de San Jorge, los caseríos de Ula y la Magdalena y los pueblos de Alangua y Egileor. Sin embargo, en la Edad ,edia las cuatro aldeas se agrupaban en un consorcio que tenía derecho a reclamar determinadas libertades y derechos eclesiásticos a la villa las cuales, según tradición que recoge Kepa Ruiz de Egino, realizaban sus juntas debajo de un roble, en el término de Unsaurbiribila, situado entre Alangua y Arrizala.
En la actualidad las ergoienas continúan como barrios dentro del municipio de Salvatierra. Su base económica sigue siendo en gran medida la actividad agropecuaria, aunque en los últimos tiempos han experimentado cierto desarrollo residencial.
BIBLIOGRAFIA:
Angel Ibisate
José Mari Vélez de Mendizábal Azkarraga
Henrike knörr Borrás
Fortunato Grandes
Jesús Ruiz de Larramendi
Fernando Sánchez Aranaz
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