Despoblados de Álava: tierra de aldeas desaparecidas
Muchos pueblos de la Llanada han desaparecido a lo largo de la historia por diversas razones.
Fernando Sánchez Aranaz -
La Llanada en particular, y Álava en general, se caracterizan por tener un poblamiento disperso, pero no establecido por caseríos, como en Gipuzkoa o Bizkaia, sino por pequeños núcleos próximos entre sí. Si se exceptúan la capital -con 242.147 habitantes- y Laudio -con 18.521-, así como Amurrio, con 10.137 habitantes, Agurain, con 4.878; Oion, con 3.143, Dulantzi, con 2.876, e Iruña de Oka, con 2.279, sólo se sobrepasan el millar de habitantes en otros cuatro casos: Araia, Laguardia, Labastida y Elciego. El resto no llegan a esa cifra y la mayoría está por debajo del centenar.
En la actualidad, existen en Álava 336 entidades con la personalidad jurídica de concejo, correspondientes a esos pequeños pueblos, pero en el pasado fueron muchos más. Este tipo de poblamiento viene de antiguo. En época tardo-romana, entre los siglos III y V, se da en todo el Imperio un fenómeno del que el territorio que aún no era Álava no fue una excepción.
Era una época de inestabilidad, provocada por las invasiones de los bárbaros y la sublevación de sectores campesinos, en la que los potentados del momento abandonan las ciudades, en el caso alavés, Iruña Veleia, para trasladarse a vivir en sus posesiones en el campo, en villas autosuficientes, con sus propias fuerzas de defensa. Una vez desaparecida la autoridad de Roma, estas villas se transforman en pequeños señoríos, que escogen para su defensa común a un conde.
Este territorio se vincula en principio al Ducado de Vasconia y, más tarde, al Reino de Pamplona. La política de ordenación territorial llevada a cabo por el reino navarro a partir del siglo XII, con la fundación de villas y constitución de tenencias, continuada por los reyes castellanos tras la conquista de 1200, provocarán un primer cambio en el esquema demográfico alavés.
La población se concentra en las nuevas villas -Salinas de Añana, Bernedo, Laguardia, Treviño, Lapuebla de Arganzón, Antoñana, Labraza y Nueva Victoria- y cierto número de aldeas quedan despobladas. Este fenómeno se acentúa con las villas de fundación castellana, creadas precisamente con la intención de despoblamiento del territorio circundante, de cara a fortalecer la nueva frontera creada artificialmente entre Castilla y Navarra.
El motivo del despoblamiento de la mayoría de estas aldeas fue socioeconómico, pero no puede obviarse que se trataba de poblaciones ubicadas en zonas de media ladera, poco aptas para la agricultura y que, en consecuencia, fue la pobreza lo que empujó a sus habitantes a trasladarse a las nuevas villas. Tras la fundación de dos nuevas villas en el año 1337, Alegría de Dulantzi y Elburgo, esta vez ya por claros motivos económicos, se produce una nueva oleada de despoblamientos.
Como aldeas pobres que eran, sus casas no pasaban de ser simples cabañas de madera y adobe con techos de paja, razón por la cual no han dejado vestigios. Únicamente las antiguas parroquias sobrevivieron en algunos casos, convertidas en ermitas.
Otras veces, el motivo del despoblamiento fue alguna epidemia, como ocurrió en Kiltxano en el siglo XIV.
Otras aldeas, como Luzkando, aguantaron prácticamente hasta nuestros días, pero la principal razón para su abandono fue que había demasiadas aldeas y la tierra no daba para tanto, especialmente cuando, allá por el siglo XIV, comenzó lo que los científicos llaman la Pequeña Edad del Hielo, un enfriamiento del clima que duró hasta mediados del siglo XIX, que tuvo su influencia en los pastos y las cosechas.
LOS ULTIMOS PUEBLOS DESAPARECIDOS
La última oleada de desaparición de poblaciones tuvo lugar en los años cincuenta del siglo XX, en el extinguido municipio de Ganboa, debido a la construcción del pantano.
Desaparecieron bajo las aguas los pueblos de Mendizabal y Zuazo de Ganboa.
Fueron abandonados Orenin y Landa, cuyo emplazamiento se trasladó.
En el resto de la Llanada, en el municipio de Elburgo se despoblaron Arrarain, cuya parroquia de San Juan es la actual capilla del cementerio, y Garaona.
De Kiltxano subsistió su iglesia de San Pedro, hoy restaurada, quedando sus tierras en comunidad de Elburgo, Argomaniz, Mendixur, Gebara y Etxabarri-Urtupiña.
La fundación de la villa de Alegría de Dulantzi, en 1337, despobló las aldeas de Larratza, Olga, Henaio, Larrara, Uriarte, que está en Aberasturi, y Aiala. De esta última subsiste su espléndida iglesia de Nuestra Señora.
En Iruraiz-Gauna, junto a Erentxun estaba Abaunza, cuya iglesia de la Asunción ha sobrevivido como ermita, y entre Gauna y Alegría, Alborkoin.
A Azilu pertenece Gipuzuri cuya iglesia de Santa Isabel aún acoge romerías.
En Gereñu está el despoblado de Aba y en Alaitza los de Luzkando, cuya iglesia románica fue vendida en 1930 y con sus piedras se hizo un almacén en Salvatierra, y Abitona, lindando con Langarika.
La fundación de la villa de Salvatierra, sobre la aldea de Agurain, en 1256, provocó el despoblamiento de Mostrakon, junto a Gazeo, Udala, Uribarri, en Gordoa, Paternina, Zornostegi, Zumalburu y Albizu o Albizuri. Sailurtegi y Ula conservan sus iglesias, convertidas en casas de labranza.
El municipio de San Millán perdió la aldea de Latxa, en Aspuru, que conserva su molino, Agirre y Sastegi en Narbaiza, y Elge, entre Adana y Ullibarri-Jauregi, donde estuvo la ermita llamada Sanjuandelge.
En Asparrena desapareció Berezeka. En Egilaz, Amamio, que dejó la magnífica ermita románica de San Juan. En Ilarduia, Arzanegi, cuya iglesia es la actual capilla del cementerio.
Entre Zalduondo y Araia estaba Aistra, que conserva la iglesia alavesa más antigua, la de San Julián y Santa Basilisa.
En los municipios vecinos de Arrazua-Ubarrundia y Vitoria-Gasteiz se encuentran también numerosos despoblados, cuyos habitantes se trasladaron a la villa de Vitoria. Son los de Iturrain, Bagueta, Errasti, Sansoeta, Urrialdo, Ullibarri de Araka, Adurza, Abendaño, Petrikiz, Sarrikuri, entre Arkaia y Otazu, donde se dice estaban las viñas del rey Sancho VII el Fuerte de Navarra, Doipa, Uralde, Olarizu y Olaran.
Otaza desapareció en el siglo XX al construirse el aeropuerto de Foronda.
DESPOBLADOS
DESPOBLADOS DE LA LLANADA
Durante la Alta Edad Media se formaron en toda Europa la red de pueblos y aldeas que todavía perduran en la actualidad. Sin embargo, no todas las fundaciones han prosperado, de tal manera que varios poblados se han abandonado durante toda la Edad Media y la época Moderna. Aunque hay algunos períodos en los que los abandonos han sido más numerosos (p.e. en los siglos XIII-XV), no hay período de la Edad Media en el que no se hayan producido abandonos.
Los despoblados son, por lo tanto, pueblos medievales abandonados que permiten estudiar las formas de ocupación del pasado.
Los despoblados en Álava
En el caso alavés se cuenta con una importante tradición de estudio e inventario de despoblados medievales, destacando la labor desarrollada por G. López de Guereñu Galárraga. Se debe a este autor un exhaustivo catálogo de 304 despoblados o mortuorios medievales y modernos, concentrados en su mayor parte en la llanada alavesa, constituyendo una de las entidades patrimoniales más importantes y significativas con las que cuenta el Patrimonio Cultural alavés.
De todas formas hay que señalar que se trata de un cálculo por defecto, ya que otros inventarios y prospecciones posteriores han permitido ampliar significativamente su número. Así por ejemplo, un inventario realizado en los años 80 reconocía la existencia de 128 despoblados únicamente en la llanada alavesa. Muchos de estos despoblados son aún reconocibles por la presencia de “ermitas testigo”, que constituyen el último testimonio de estas aldeas. En todo caso, más de un centenar de estas iglesias han desaparecido en el curso de los siglos XIX y XX, e incluso algunas de las existentes en la actualidad, como la ermita de San Miguel de Alangua, se encuentran prácticamente derruidas.
En otros casos, como el despoblado de Ula o Sallurtegui, situado en la proximidad de Salvatierra, la iglesia se ha transformado en un caserío. Con todo, aún son muy pocos los yacimientos alaveses que han sido estudiados.
DESPOBLADOS DE ÁLAVA
En el Archivo de Prestamero, instalado actualmente en el salón-museo que la Sociedad de Estudios Vascos ocupa e N la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria, se halla el cuaderno manuscrito de donde he copiado la siguiente relación de despoblados de Alava.
Creo que esta relación fué hecha a fines del siglo XVIII, puesto que otros documentos que contiene el mismo cuaderno llevan fechas comprendidas entre 1783 y 1792.
Pueblos que se han arruinado y despoblado en la Provincia de Alava:
HERMANDADES
SALVATIERRA .
Udalha.
Paterniana.
Abitona.
Most rejon.
Albizua.
Zumalburu.
Donlacu
gaceogoiena.
SAN MILLAN
Amamio (al norte de Albeniz comunero con Araya Hermandad de Sn. Millan).
Berececa (comunero con Vicuña y San Roman).
Villabuena (entre Narbaja, Luzuriaga y Zuazo de Salva.).
Sastegui (a medio quarto de Narbaja al Norte).
Mendieta (entre Larrea y Aspuru).
Sornostegui (entre Zuazo y Luzuriaga de Salv.a).
Egue (un quarto de legua de Adana al Oriente).
ASPARRENA
IAstrea (al poniente de Araya con su hermita y pila bautismal).
Ullibarri (cerca de Gordoa).
IUBARRUNDIA GAMBOA IRURAIZ. EGUILAZ .
Hateara.
Salurteji.
Padura.
Arzanhegui.
Zornoztegui (será el mismo que en laHerm.d de S. Minan se escribe Sornostegui con esta señal *A).
Irossona.
Udalha (será la misma que en la Herm.d de Salvatierra).
EGUILAZ
Hriguremia.
Algia (puede ser Dallo).
Andozketa.
. . Kircu.
Helkegurein.
Uhulla.
.
ARRAYA
Okerhuri.
Dennas.
Kerrianu.
Aizpilleta.
Kesalla.
Gesalha.
Bahanesta.
Rituerto (entre Sn. Roman y Quintana).
Lacha (junto a Barria) y aunque Barria solo tiene tres o quatro casas se cuenta por una de las 53 hermandades.
LACHA - Mortuorio alavés cercano a Barria. En el año 1262, Constanza de Bearn, viuda de Diego López de Haro y madre de Lope Díaz de Haro, ambos señores de Vizcaya, rogó a la Cofradía de Álava que las aldeas de Aguirre y Lacha fuesen libres de los pechos y tributos que daban a la Cofradía para que, en lo sucesivo, los entregasen a Barria. Los cofrades aceptaron la rogaria que fue confirmada por Lope Díaz de Haro, alcalde mayor de Castilla y de la Cofradía de Álava y por el rey Alfonso X el Sabio. Otros reyes castellanos renovaron estas confirmaciones.
Lacha, en las cercanías de Aspuru/Axpuru, perduró mucho más que Aguirre, quedando incluso hoy su molino. Las abadesas de Barria como señoras de Aguirre, Lacha y el Compás (caseríos cercanos al monasterio) nombraban alcalde ordinario para estos territorios. Hasta 1802 Barria y Lacha formaron hermandad propia dentro de la cuadrilla de Vitoria; después de la fecha anterior los habitantes de Lacha y el Compas se integraron en la hermandad de San Millán.
Lacha tuvo parroquia dedicada a San Miguel, de patronato abacial.
Fernando Sánchez Aranaz -
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