HISTORIA ILUSTRADA de AGURAIN – III
Año 1521 Levantamiento del Conde de Salvatierra contra el Rey Carlos V.
Así fue como Salvatierra, al ver como su Señor y Conde se alzaba contra el Rey y revolvía la tierra y armaba hombres que reclutaba para destrozar bienes y causar sobresaltos y muertes. (Archivo Provincial, Vitoria, Libro de Acuerdos de la Provincia, nº I, folio 255) y de los más exaltado revoltosos " Don Pedro Lopez de Ayala, con poca prudencia y saber se "había fecho capitán dellos"
(el cronista Pero Mexia veintiquatro de Sevilla, en su "Historia del Emperador Carlos V" libro 2º, capitulo X, 191, 17) y pedía a Salvatierra que le diera hombres y otras ayudas... los de Salvatierra recurrieron a los del Consejo de Estado, no en demanda de favor, sino de libertad de acción.
Sabedor el Conde de la actitud del vecindario, quiso obligarlos por la fuerza de las armas, el pueblo organizó desesperada defensa.
Es cierto que la Junta de Valladolid pidió al Conde que se trasladase allí con sus poderosas tropas, que se llegaron a calcular en más de 15.000 hombres, (en el "Memorial" de Diego Martínez de Alava, dirigido a S.M.I. y fechado en Salvatierra a 15 de Junio de 1.521. Archivo de Simancas , Papeles de Camara, legajo 145, folio 131) pero el Conde toma parte de las tropas y las lanza contra Salvatierra (a pesar de que tales tropas habían sido reclutadas bajo el noble pretexto de la causa de los Comuneros).
La guerra de las Comunidades de Castilla contra el rey Carlos I, entre 1520 y 1522, tuvo escaso eco en las provincias vascongadas, por ello resulta llamativa la figura del conde de Salvatierra, conocido como "el comunero alavés".
Las crónicas castellanas nos cuentan que la villa de Salvatierra fue fundada sobre la aldea de Agurain en 1256, de mano del rey Alfonso X, en el contexto del reforzamiento de la artificial frontera creada por su antecesor Alfonso VIII en 1200. Sin embargo, parece que la condición de villazgo de Salvatierra era anterior a esa fecha.
El rey de Navarra Carlos II, al tomar posesión de la villa en 1368, debido a su devolución por el tratado de Libourne, firmado por Pedro I de Castilla, junto con gran parte de los territorios perdidos en 1200, afirma que la villa fue "fundada e poblada por los reyes de Navarra".
Pedro I perdió la guerra contra su hermano bastardo Enrique de Trastámara, por quien fue asesinado, y Navarra, por la traición del señor de Gebara, perdió Salvatierra en 1371. El nuevo rey castellano, Enrique II, promete que Salvatierra nunca dejaría de ser villa realenga, sin embargo, puesto que las promesas castellanas suelen ser vanas, sobre todo si provienen de sus reyes, el hijo de Enrique II de Trastámara, Juan I, concedió, el año 1382, la villa en señorío a Pedro López de Ayala, el Canciller Ayala, no sólo a pesar de la promesa de su padre, sino también a pesar de que Alfonso X, en la concesión del Fuero, declarara que los salvaterranos debían tener "todas las franquezas que han los de Vitoria e que no paguen moneda forera a my ny a todos los reyes que reynaren después de my en Castilla o en Leon".
Dentro de esta práctica habitual de los Trastámara de mantener contenta a la nobleza a base de prebendas, ya iniciada por Enrique II, por algo apodado "el de las mercedes", su descendiente Isabel de Castilla dará en 1491 al señor de Salvatierra, otro Pedro López de Ayala, el título de conde de Salvatierra.
Los Ayala se instalarán en principio en la torre que había sobre la puerta de Santa María, de tal manera que desplazan la puerta de entrada a la villa hacia el este, por lo que la calzada correspondiente debía pasar sobre el cementerio anexo a la primitiva iglesia de Santa María, lo que es causa del primer conflicto entre los Ayala y sus nuevos vasallos, al que seguirían otros muchos. Deja bien clara la difícil relación entre los Ayala y los aguraindarras el hecho de que la torre tenía dos puentes levadizos, uno hacia el exterior y otro hacia el interior de la villa.
Un documento de 1592 nos habla de torre y palacio prácticamente contiguos, describiéndonos la torre en la puerta de la muralla, entonces ya en ruinas. Otro documento del siglo XVII nos habla ya de "los suelos del palacio del conde que fue de Salvatierra, que son desde el portal de la Madura hasta la huerta de don Manuel de Luzuriaga, detrás del hospital de la villa".
Los Ayala ostentaron de manera hereditaria los títulos de Canciller de Castilla, Merino mayor de Gipuzkoa, alcalde de Toledo, señores de Ampudia, además de sus otros señoríos alaveses y diversos oficios cortesanos. Por ello, resulta de difícil comprensión la rebelión del conde de Salvatierra contra el rey Carlos I de Castilla, emperador de Alemania, aprovechando la revuelta de los comuneros.
Vencidas sus huestes en Durana, su lugarteniente Pedro de Barahona será ajusticiado en la plaza del Machete de Vitoria. Él intentará refugiarse en Salvatierra, pero sus vasallos le cierran las puertas impidiéndole entrar. Es apresado y recluido en Burgos, donde muere, en circunstancias cuando menos dudosas, en 1524.
Desposeído el conde de todos sus bienes, Salvatierra vuelve al realengo en 1522, según consta en documento que el Ayuntamiento de Agurain recuperó en una subasta de la casa londinense Shottebys el año 2005.
Heroica defensa de Agurain por Martínez de Oquerruri – cuadro de H. Oñativia en el que se ve a éste héroe sobre las murallas de la Villa repeliendo el asalto de las tropas del Conde de Salvatierra.
La fortaleza de los Ayala
Tuvieron estos su palacio fuerte junto a la Iglesia de Santa María, al Norte de la Villa y orientado hacia los caminos del puerto de San Adrián, cuyo castillo guardaban también los Ayalas por designación Real.
En algunas claves de la bóveda de la parroquia de Santa María contigua al palacio fuerte de los Ayala pueden verse aún los lobos de la casa recordando su señorío sobre la villa y posiblemente la participación de los señores en las obras del templo.
Sabemos como era la fortaleza de los Ayala por una información realizada en 1.592 setenta años después de haber sido abandonada por sus señores. "Era de piedra franca de sillería y tenía al Norte dos cubos macizos que franqueaban la puerta que había servido de acceso a la Villa y que en el año 1.592 conservaba dos puertas levadizas. Un torreón de ochenta pies (unos 23 metros de altura) dominaba el conjunto defendido por doble cerco de almenas de cal y piedra tosca junto a la que se encontraban las caballerizas y los aposentos de madera "en que se solía habitar".
Hacia dentro de la Villa y defendiendo la puerta de la fortaleza abierta a la plaza y hacia las calles de la población, había un torreón ochavado de nueve pies de grueso (2 metros y medio de anchura) con troneras en cada ochavo junto al que se abría una cava sobre la que se tendía un puente levadizo.
Dicen los testigos de dicha información de 1.592 que siendo el Conde de Salvatierra señor de esta Villa para apoderarse "con más ventajas del señorío della tomó la dicha torre y entrada questa junto a la iglesia de Santa María y apropiándose de la dicha torre y ensanchándola a la parte de dentro de la dicha villa..".
Entonces la fortificaron también en el costado Sur, hacia el interior del recinto para asegurarla tanto de los de fuera o los que la pudieran atacarle desde dentro cerrándola con un foso a la parte de dentro de la Villa donde había una puerta levadiza.
LOS AYALA Y SU FORTALEZA
Los Ayala se preocuparon de mantener, mejorar y pertrechar su fortaleza de Salvatierra, pieza de gran importancia en sus señoríos alaveses.
Así lo declaraba Doña María de Sarmiento madre del comunero en un pleito con este y así se deduce de los Episodios históricos que tuvieron por marco el palacio fuerte de Salvatierra.
En el sitiaron en 1.443 Hermandades de Alava al Mariscal y Merino de Guipuzcoa Don Pedro López de Ayala nieto del Canciller, sitio que levantaron las gentes de Don Pedro Fernández de Velasco y otros caballeros aliados al Señor de Salvatierra tras de este cerco quedaron asoladas en represalia varias torres o casas-torres de la comarca como las de Heredia, Paternina y Alegría.
En su palacio fuerte de Salvatierra residió también el después comunero alavés Don Pedro López de Ayala quien se hallaba cuando en ellos el 7 de Septiembre de 1.487 hubieron de acudir a Salvatierra los vecinos del Valle de Ayala a pedir a su señor la reforma de su fuero, pidiéndole la leyes castellanas para regirse por ellas.
Y en esta misma casa fuerte bautizaban a Don Atanasio hijo del comunero, Don Iñigo López de Ordoñana Visitador del Obispo de Calahorra dice "..en el palacio de Salvatierra que está pegante a la Iglesia de Santa María con licencia expresa que tuvo para ellos Don Juan Ortega, Obispo de éste Obispado y este Don Atanasio fue hijo del Conde Don Pedro López de Ayala por cuya traición perdió a Salvatierra y su jurisdicción".
En efecto la actividad comunera de Don Pedro López de Ayala conde de Salvatierra iba a ser la causa de la pérdida de su señorío sobre Salvatierra y su fortaleza.
Año 1521 – Don Pedro López de Ayala el comunero pierde el condado de Salvatierra.
Año 1523 – El Rey Carlos V le concede el título de Villa Leal.
Año 1530 – Los de Agurain sufragan el bello coro de Santa María coronado por el escudo con las águilas de Carlos V.
Año 1540 – A finales de Noviembre nace en Agurain el escultor Pedro Lope de Larrea y Ercilla.
Año 1564 – Se produce el gran incendio de Agurain.
En los textos en euskera de Joanes Perez de Lazarraga habla de la quema de Salbatierra y de los terribles estragos que en 1564 ocurrieron:
Salbatierra egun ey dago tristeric
Oyta dabela egiten asko negarric
Çerren jarri da guztia destruiduric
Ez da geratu barruan ese galantic
Çerca çabaloc jarri ey dira bacarric
Oy onezquero ez da mercatu bearric
Apain çe bedi
Oyta donçella galantic
Erraz daoque Araba luto jaçiric
Ez ara eroan barrundiarra fruitaric
Nafarroaric jasi çe gararric
Salbaterrarac ez egin barriz justaric
Erraz çaozque oy ondo gaztigaturic
Jaun çcerucoac onela permiturik
Salvatierra hoy esta triste - porque está así muchos lloran – todo esta destruído - dentro no queda casa en pie - sólo cercas anchas se han colocado - Después de eso no hay necesidad de mercado que decorar
Ni de doncella hermosa – se puede decir que Araba está de luto
No vendrá de Barrundia fruto – ni de Navarra
De los salvaterranos no has justicia otra vez
Se puede decir que ya han sido bien castigados
Para que el Señor del cielo lo permita así.
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