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lunes, 21 de marzo de 2022

Familia Oñate y la gripe de 1918

 

PASCUAL OÑATE Y EMILIO OÑATE REYNARES

       Familia Oñate y la gripe de 1918

   El presente trabajo se ha podido hacer gracias a la ayuda de la familia Garagalza de Agurain, a Lourdes Garagalza que fue quien nos contó la historia de éstos antecesores suyos que vivieron en nuestro pueblo desarrollando la labor de medicina con nuestros convecinos, en especial Emilio Oñate que fue médico titular en la Villa y que en ella murió con sólo 33 años, al contagiarse de la terrible “gripe española” en 1918, después de atender a unos vecinos de Zalduondo, donde había acudido a lomos de su caballo, como lo hacía a diario por los pueblos de la Llanada alavesa.

ATHA-DAF-OÑA-PP-002-199 Retrato de un niño tumbado en la camilla de la consulta del doctor Emilio Oñate Reynares, situada en su vivienda de la calle Marcos Sagasti, hoy calle Zapatería, número 16, de la localidad alavesa de Salvatierra.

  A Ana Isabel Garagalza que fue quien encontró en la vivienda de Agurain la colección de material fotográfico de los Oñates Reynares parientes suyos Pascual Oñate y Emilio Oñate Reynares, padre e hijo grandes aficionados a la fotografía y que la depositó en el Archivo fotográfico de la Diputación Foral de Alava,  para que dicha institución la estudiara, catalogara, digitalizara y gracias a ello se haya podido conservar este impresionante trabajo fotográfico que muestra la vida en nuestra villa a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, la gente, el consultorio médico de la calle Zapatari, frente al Ayuntamiento donde atendía a los vecinos de Agurain y sobre todo una gran colección de fotografías de viajes a países exóticos, como Tierra Santa, Jerusalen, Egipto, etc…y otros paises de Europa,  dado que esta familia fue una gran aficionada a viajar, no olvidemos que esto era a finales del siglo XIX.

   Pascual Oñate de familia acomodada de Labastida en la Rioja Alavesa y por distintos motivos que más tarde contaremos tuvo que dedicarse entre otros oficios a la fotografía y tuvo su estudio fotográfico en Burgos, en Labastida (Alava) y en Gasteiz y su hijo Emilio Oñate ejerció de médico y también fue también gran aficionado a la fotografía.

Plaza de San Juan de Agurain en 1900, a la izquierda Chocolates Concha y a la derecha Tejidos Guereñu

  Contaba Lourdes Garagalza que Emilio Oñate Reynares murió justo unos meses antes de casarse con Rosa Oquiñena, natural de Agurain.


  De su memoria sólo queda en el cementerio de Agurain una tumba de piedra en la que reza: Emilio Oñate Reynares, muerto a los 33 años en cumplimiento de su deber.

  • Archivo del Territorio Histórico de Álava

  El Fondo Oñate Reynares comprende las Fotografías que Ana Isabel Garagalza Arrizabalaga encontró en la vivienda familiar situada en la localidad alavesa de Agurain – Salvatierra de Alava.

  Tras un primer informe en el que se valoran las condiciones e interés que el Fondo pueda tener para la Institución, el 03 de abril de 2009 se produce el depósito de los materiales fotográficos en este Archivo, con el propósito de tratar dichos materiales mediante una política de conservación adecuada, y favorecer su investigación y difusión a través de la caracterización, digitalización, conservación y catalogación.

  Finalmente, se produce la aceptación de cesión en depósito del fondo mediante la orden foral 705, publicada en el BOTHA el 14 de diciembre de 2009.


  En el transcurso del año 2011 el Fondo recibe tratamiento archivístico integral poniéndose a disposición de los posibles usuarios a través de internet.

   En este fondo familiar podemos distinguir dos autorías diferentes en la realización de las fotografías, por un lado las hechas en estudio fotográfico, cuyo autor es Pascual Oñate y el resto realizadas con toda seguridad por su hijo Emilio Oñate Reynares.

  Pascual Oñate nace en el año 1844 probablemente en Labastida y fallece el 4 de julio de 1905.

                            ATHA-DAF-OÑA-PP-002-208 Doctor Emilio Oñate en la localidad de Agurain

  Se casa con Arsenia Reynares y Tovía, natural de San Millán de la Cogolla, el 14 de diciembre 1868, y fruto de este matrimonio nacen Samuel, Emilio y Emiliana. Además tiene otros dos hijos, Pantaleón y Ascensión que mueren prematuramente.

   Esta familia acomodada vivía en Labastida, pero arruinados por una plaga en las viñas (anterior a la filoxera) hizo que cambiaran de residencia y fueran a vivir a Burgos, donde Pascual abrió un estudio fotográfico. Desconocemos el tiempo que permanecieron viviendo en Burgos pero luego retornaron a Labastida, donde Pascual abrió un Estudio de fotografía.

  Al parecer, Pascual tenía en su casa también un taller de carpintería, que según figura en el libro Historia de la Fotografía de Pilar Arostegui, podría haber trasladado a Vitoria.

   Arostegui hace mención a un taller de instrumentos y muebles de adorno para la fotografía, en el cual se construían todo tipo de cámaras, que en 1878 estaba situado en la calle Estación 11 de Vitoria y estaba a cargo de Pascual Oñate.

 

Joven sujetando un becerro junto a la pared dela muralla de Agurain, cerca del juegobolos

  Emilio Oñate Reynares, es natural de Labastida y nace en 1887.

Estudia medicina en Madrid entre 1904 y 1911. Fotógrafo aficionado, es considerado productor del Fondo y autor de la mayoría de fotografías que lo componen.

  Obtiene la plaza de médico titular de Agurain Salvatierra (parece tener también consulta en la calle Dato de Vitoria-Gasteiz, y en algún momento también en Palencia) y ejerce hasta que fallece víctima de la gripe que asola España el 03 de octubre de 1918 en Agurain - Salvatierra. (la gripe española de 1918)

  Emilio debía de ser muy aficionado a la fotografía y deja registro de los lugares y acontecimientos que vive, muestra de ello son las fotografías que forman este fondo fotográfico.

 

FAMILIA OÑATE REYNARES  

Retrato de grupo en una calle de la localidad alavesa de Salvatierra, donde el molino de Felipe de Viana está situado a la izquierda; montado en bicicleta figura Emilio Oñate Reynares y en el centro, su sobrina Teresa Pérez Oñate; a su lado Joaquín Oquiñena, Rosa Oquiñena y Cecilia Oquiñena.


PP 02-132- Retrato de Emilio Oñate Reynares en la terraza de los Oquiñena, situada en una vivienda de la localidad alavesa de Salvatierra, acompañado de un perro.

Retrato de grupo junto al molino con una gran nevada en la localidad alavesa de Salvatierra; en el centro, acompañado de varios hombres y un perro, figura Emilio Oñate Reynares. Retrato de Emilio Oñate Reynares montado en una bicicleta frente a la casa de los Oquiñena, situada en la localidad alavesa de Salvatierra

Hnos Ibarreta, muertos en Agurain  por la gripe de 1918


ATHA-DAF-OÑA-PP-002-113  
Retrato de Emilio Oñate Reynares junto a un hombre, ambos de pie apoyados en una valla en Agurain Alava

La gripe española de 1918 

  La consulta de la obra Movimiento de la población de España. 1918 (Madrid,1923) ofrece información, que consideramos de interés, tanto por su carácter oficial como por proporcionar datos sobre el efecto demográfico de la pandemia gripal en el conjunto de la población del Estado Español.

   A la gripe hay que atribuir el que en 1.918 las cifras globales de mortalidad superasen a las de natalidad, (Mortalidad: 695.758; Natalidad: 612.637).

Ciñéndonos a las provincias vascas, la cifra de Natalidad y Mortalidad ofrecen los siguientes datos:

 

Provincias

Alava            Natalidad  3.006  -  mortalidad  3.333

Guipúzcoa    natalidad  6.895   -  mortalidad  6.630

Navarra        natalidad  9.568   -  mortalidad  9.922

Vizcaya        natalidad  11.812   - mortalidad  11.517

AÑO 1918

 

  En las provincias del interior del País Vasco, esto es, Alava y Navarra, la mortalidad en 1918 es ligeramente superior a la natalidad; por el contrario, en  las provincias costeras fue menor.

 

La fiebre de 1918

 

'Mozos' jóvenes

 

  Contaba la abuela, que murió con 97 años, que aquella maldita gripe se llevó por delante a dos hermanos de San Jorge y a los Ibarreta, "dos jóvenes de quince años" como ella decía.

 

 Sólo tenía 18 años de vida cuando el virus H1N1 cruzó el Atlántico procedente de Kansas (EEUU), y aunque muchos convivieron con la enfermedad tan estrechamente como obligaban las estrecheces de la época, no enfermó.

 

  Aquel virus que causó unas 300.000 muertes en todo el estado era una mezcla de cepas de la gripe humanas y aviares. Al que hace poco circuló por medio mundo infectando a mucha gente se le suma en esta ocasión un tercer componente, el del cerdo. Con todas las distancias de la situación que se vivía hace un siglo y sin querer comparar ambas amenazas, la OMS sí ha advertido que en aquella ocasión la enfermedad también empezó a propagarse de manera leve antes de alcanzar dimensiones mundiales.

 

  Nuestros aitonas a fuerza de oírselo contar a sus aitas relatan como si hubiesen vivido en primera persona el triste entierro de los dos jóvenes, llevados por sus otros hermanos hasta el cementerio. En algunos Campos Santos los cuerpos fueron arrojados sin caja, como ocurrió en muchos otros casos; porque no había y porque nadie se atrevía a tocar a los muertos por temor a enfermar.

 

  Se contaba que en algunas ciudades grandes tuvieron que pedir ayuda al ejército para el trasporte de los ataúdes y se llegó a prohibir hasta el toque de campanas para evitar la desmoralización.

Pueblos vacíos

  Algunos mayores contaban que "La gente no salía ni a comprar", "ni apenas se veía a nadie por las calles", " decían que les ponían hasta sanguijuelas a los enfermos en el costado para curarles las fiebres", "los enfermos afectados de aquella duraban muy poco tiempo", "se cerraban las casas a cal y canto"...

  Nos contaba Lourdes Garagalza que algo así fue lo que le ocurrió a su pariente el médico de Agurain, Emilio Oñate, que tras la visita a los enfermos del pueblos de Zalduondo, pueblo vecino, que acudió voluntario para verlos, aunque a él no le tocaba ésta zona, tras visitar a los afectados cuando volvió a casa le dijo a su madre: “Creo que yo también me he contagiado de ésta gripe” a los pocos días murió.

 Por eso en el cementerio de Agurain hay una losa que reza:

D.E.P.

Don Emilio de Oñate Reynares

Médico titular

2 de Octubre de 1918

VICTIMA DE SU DEBER

ROGAD POR EL

Tumba de Emilio de Oñate y Reynares en el cementerio de Agurain

OTRAS GRIPES

  Otros mayores consultados no habían nacido aún, pero sí recuerdan otra epidemia posterior, otra a la que llamaron "la de la gripe asiática que hubo en los años cincuenta". En algunas casas de Agurain enfermaron varias familia también.

El virus H2N2 que entonces causó cuatro millones de muertes en todo el mundo se propagó a través de los patos salvajes.

A.H.P.A. – Archivo Histórico de Protocolos de Alava

Familia Garagalza

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